𖥸ꕥ 𝓔𝓵 𝓖𝓾𝓪𝓻𝓭𝓪𝓮𝓼𝓹𝓪𝓵𝓭𝓪𝓼 𝓓𝓮 𝓛𝓪 𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼𝓪 ꕥ𖥸 ~ Nᴇᴊɪ

🜚ꕥ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 30 ꕥ🜚

𖥸ꕥ 𝓔𝓵 𝓖𝓾𝓪𝓻𝓭𝓪𝓮𝓼𝓹𝓪𝓵𝓭𝓪𝓼 𝓓𝓮 𝓛𝓪 𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼𝓪 ꕥ𖥸

A pesar de saber que ella no siente nada por Shikamaru, me dolió cuando le dió el sí, aceptándolo como su esposo, sólo me podía animar el recuerdo de sus palabras antes de irme de su habitación: “Siempre serás el único para mí, Neji”, esperaba que esas palabras fueran verdaderas, pues no quiero que después me diga que esas palabras fueron solo palabras sin sentido, porque para mí valen más que otra cosa, le dan vida a mi corazón, y alimenta mi esperanza de que algún día pudiera estar con ella

Sin tener que escondernos de los demás, sobre todo de su padre, pues probablemente él no acepte nuestra relación, si es que llegamos a tener algo serio, aunque me conozca desde pequeño, aunque sepa que yo no soy como los demás chicos no me dejaría estar con su hija, todo por no ser parte de la realeza, ¡Todo porque no tengo sangre real!, ¡¿Por qué demonios tiene que ser tan importante esa madre?!, Cómo me jode esto

Tomé de mi ponche mirando a los invitados, y me percate de que Naruto estaba con mi prima, estos dos al parecer tenían una conversación agradable, pues mi prima no paraba de sonreír por todo lo que Naruto decía, me alarme cuando mire como se acercó a su rostro, y estuve por ir, pero me tranquilice cuando esté se alejó mirándola con una sonrisa pícara, al parecer mi prima si tendrá suerte con Naruto, pues a él no lo pueden obligar a casarse con alguien que sea de la realeza

Él puede elegir a su pareja libremente, y espero que ellos dos puedan estar juntos, se nota que Hinata lo quiere mucho, y espero que este imbécil no le rompa el corazón a mi prima, pues se las vería conmigo. Desvíe mi mirada de ellos observando nuevamente a los invitados, los cuales disfrutaban de la fiesta, mi mirada se clavo en dónde estaba _______ con la misma chica que había chocado aquella noche, no podía creer que esa chica estuviera aquí

—¡Neji! —la voz de Lee me saco de mi trance

—¿Qué sucede Lee?

—¿Qué estás haciendo?

—Cagando

—Jajaja que gracioso Neji, ya en serio, ¿Qué haces?

—Cagando, ¿Qué no ves?

—Hmmm —me miró de arriba para abajo —¿Te estás cagando en tus pantalones?, ¿No sería mejor ir al baño?

—Pero que imbécil

—Ya me confundí

—Mira, hazme un favor y ve a ver si ya puso la marrana

—¿Tenemos marranos aquí?

—Si, mira ahí está una —señalé a Tenten

—Oye pero Tenten no es una marrana

—¡Sólo vete!

—Ya pégame

—Conste que tú me lo pediste

Le di una patada en sus nalgas haciendo que esté se quejara mientras salía corriendo hasta donde estaba Tenten, eso lo mantendrá lejos de mi por un buen tiempo. No supe por cuánto tiempo me quedé parado en el mismo lugar mirando llegar más personas y viendo como otras se iban ya, tomando de más y comiendo algunas golosinas de la mesa, pero ya estaba harto, quería irme de este lugar, pero no podía irme, debía de esperar a que se terminará esto para así llevar a la princesa y a Shikamaru al aeropuerto e irnos a Corea

Será un fastidio tener que vivir en el mismo techo que ese bueno para nada, al menos estaré con la princesa. Mordí mi taco al pastor y le eche más salsa verde, por Dios, que bueno estaba esto, ya olvide la cuenta de cuantos me he comido, pero no me canso de comer esto, están deliciosos, tomé otro más primero que la persona a mi lado y ella se quejó de haberle ganado el último taco

—¡Ese era mío!

—Era, ahora es mío

—Ahs, ¿Siempre tengo que tener problemas contigo?

—Es porque te metes conmigo, pero si te mantienes lejos de mi, mira que no tendrás problemas

—Eres irritante

—Que raro, todas me dicen que soy irresistible —le guiñe un ojo

—Estan ciegas, no ven lo feo que eres

—Y tu lo horrible que eres

—¿Otra vez peleando? —dijo Naruto atrás de mí —¿Ahora por qué pelean-ttebayo?

—Este idiota que tomo el último taco, y ese era mío

—No, desde un principio este taco era mío sino veniste desde un principio fue por...

—Ni se te ocurra decirlo imbécil

—Fue por burra

—Ora si sacaste boleto

—Espero el premio

Reí alejándome de la mesa antes de que esa rubia amargada comenzará a arañar mi bella cara con sus uñas de gavilán. Entré a la cocina mirando que aquí había más tacos, vaya, aquí si podré comer hasta reventar, llegué al paraíso y de aquí no me muevo.