Extra (𝟶𝟹/𝟶𝟹)

2.4K 272 21
                                    




—Eres igual que tu padre— murmuró molesto el omega mayor mientras miraba a su hija, quién hacía unos pequeños ojos de cachorra herida mientras lo miraba sosteniendo la mano de su acompañante, —Debí darle esa patada a tu padre por haberte contando que no hicimos cortejo, Lokelani Thorsdottir.

Luego de años de romance entre el alfa Thor Odínson y el omega Loki Laufeyson. Habían contraído matrimonio. Y aunque fue una parte importante en su historia, poco después Laufeyson había concebido un cachorro que les brindó una nueva etapa de alegría. Al nacer lo llamaron Lokelani. Creció y fue nombrada una hermosa omega ante la sociedad gracias a su dulce olor a manzana. Pero ahora con 17 años, en el presente era regañada por su padre omega por su comportamiento "extraño" en cuánto amor se trataba.

Thor no contradijo nada y se quedó en silencio como todo un buen perro regañado. Si abría la boca, su esposo le daría esa patada que le debía. Loki se había enterado que su marido le había dado ánimos para que su cachorra consiguiera un alfa o beta, y que le había contado que no hicieron cortejo formal al principio, por la circunstancia de su relación.

—Papá, necesito una pareja y con el humor que me traigo por tus genes...— Thor le hizo señas a Lokelani para que no siguiera hablando así de Loki por detrás del omega, pero su hija lo ignoró siendo igual de testarudo que su esposo —Necesito un alfa, bueno una alfa ¿No es así, Anna, mi alfa?

La pobre chica estaba con la cabeza gacha y moviendo su pie con nerviosismo. Estaba segura que Lokelani le había dicho que saldrían como amigas a comer un helado y pasear por el centro comercial porque tenía algo importante que decirle. No entiende como terminó siendo presentada a los padres de la omega como su alfa. Lokelani era una buena chica, la mejor y más interesante que conocía, pero tenía una forma de pensar algo diferente y esta situación se lo confirmaba. Fue entonces que sólo afirmó con la cabeza, no la haría quedar mal jamás, y menos ante sus padres.

—Ves, ella me quiere. Seguro, Papá Thor hizo esto contigo, es muy efectivo y ahorra tiempo innecesario de cortejo— bueno más bien no es que no hayan hecho cortejo si no que estuvieron en un celo juntos sin si quiera conocerse, pero eso no lo debía saber su cachorra todavía y ahora menos viendo lo que podía llegar a hacer.

Loki quiso pegarse en su cara en ese momento luego de ver a su hija besar la mejilla a la mayor de altura con mucha ternura, no es que fuera algo malo, pero la chica se miraba bastante nerviosa. ¿Pero qué había aprendido su hija? ¿Cómo podía decirle que esa no era la manera de tener una pareja, sólo por que así lo quería ella? ¿Cómo podía explicarle a su cachorra que el cortejo es algo bastante necesario?

—Thor dile algo a tu hija— suspiró cansado, acariciando su frente para calmar su molestia. El alfa le hizo una cara de perrito mojado con todo y puchero, —Ya puedes hablar, no te voy a golpear, amor— Loki rió inevitablemente por su tierno esposo y le dió un pequeño beso en los labios, sabía bien como comprarlo con sólo la mirada, su cachorra también había aprendido bien.

Lokelani blanqueó sus ojos pensando que si ella estaba mal sus padres bipolares estaban peor. Pero en el fondo ella sabía que eran celos por tener lo que sus progenitores tenían. Ellos no sólo se amaban, si no que también, eran una pareja destinada única en toda la historia por sus aromas. En todo Liverpool eran conocidos por ello, y encima de todo su padre Thor era exitoso con la empresa familiar, al igual que su padre Loki lo era por ser un famoso escritor. Ella era la única que no encajaba en esa familia. Era una buena para nada, ni siquiera le interesaba estudiar y tampoco sacaba buenas notas sin demasiado esfuerzo, no tenía ningún talento. Lo único que pensaba en lo que tendría éxito es en conseguir una pareja, casarse y ser feliz por siempre.

Smell | thorkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora