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Min Yoongi jamás en su vida se imaginó que su pareja fuera un chico de otro mundo muy diferente al suyo, cuando se enteró se dispuso a buscarlo y al encontrarlo hacía todo lo posible por mantenerlo sano y salvo, en muchas ocasiones lo salvó de ser asaltado o atropellado. Desconocía el motivo del odio de la familia del chico, pero lo que notaba era que el chico irradiaba inocencia por lo cual no notaba las malas intenciones de su familia.

Poder hablar con él hizo que su corazón se acelerará, la dulce voz del chico era tan angelical y suave que podía hechizar a cualquiera. Él estaba en la casa que había comprado mientras idea a la forma de llevarse al chico a su mundo, donde esté tendría todo lo que quisiera y sería tratado como un rey.

Jimin, por otro lado, se ponía a preparar el almuerzo para su familia sabía que sobre el nuevo vecino debía de decírselo a sus padres, puestos que estos andaban de curiosos y si se callaba eso y se enteraban de que él lo sabía le iban a quitar su reproductor de música lo único bueno que su familia le había regalado para Navidad.

Cuando terminó de hacer todo su familia llegó poco a poco, todos se sentaron esperando que el menor les sirviera. Cuando todos comían Jimin lo hacía de manera lenta, pues estaba algo cansado de todas las tareas que había tenido que hacer.

—Ya sé quién compró la casa de alado. —mencionó.

Al decir eso hubo un gran silencio en la mesa, todos lo miraban atentos ante lo que iba a decir. Jimin dejó de comer y suspiró para comenzar a hablar sobre quién era.

—Es un hombre bastante joven. —hablo. —tal vez tenga unos veinticinco o veintiocho años.

—¿Es soltero? —preguntó una de sus hermanas mayores.

—Así parece. —respondió. —Su nombre es Agust.

—Debe estar bañado en dinero. —habló su madre. —averigua más de él Jimin.

El menor solo asintió y todos siguieron comiendo, al terminar Jimin se dispuso a lavar los platos hasta que la puerta se escuchó. Él se dirigió a paso lento y abrió la puerta viendo que era ese hombre, Jimin iba a hablar cuando su hermana apareció y vio al pálido hombre ahí.

—Perdón por molestar. —hizo reverencia. —soy el vecino de alado y mi gato se escabulló a su casa. —sonrió. —¿Podría buscarlo?

—Claro que sí. —sonrió la chica.

Jimin volvió a sus tareas y al terminar se dirigió a su habitación, pero al entrar vio a un pequeño gatito en su cama. Él sonrió y se acercó para cargarlo y acariciarle la cabeza, el gato comenzó a ronronear sacándole así una sonrisa al castaño.

—Eres un gatito muy tierno. —murmuró Jimin.

—Sí, lo es aunque es un poco gruñón. —escucho decir.

The Dark Sorcerer's Boyfriend [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora