Segunda Noche

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Cuando el coche se paró Lestrade salió del coche y observó un letrero de madera bastante rústica pero con un toque elegante, que estaba puesto en el suelo, en el que ponía "Niger Anguis".

<Serpiente negra> susurro Lestrade.

Cuando Arthur se dirigió a llamar la puerta del negocio, una mujer salió de la tienda bastante apresurada, con su cara medio tapada con un pañuelo.

Ambos se quedaron sorprendidos hasta que una voz los invitó a pasar.

<Por favor no se queden fueran, pasen>

Los dos hombres entraron cerrando la puerta detrás de ellos. Mientras esquivaban una tela casi transparente que estaba en la entrada. Cuando cruzaron la entrada observaron una sala completamente oscura solo alumbrada con velas, y una mesa redonda en medio de la habitación.

<Que invitados más inusuales>

Sorprendidos al escuchar una voz, dirigieron su mirada a la dirección de donde salía y observaron la figura de una mujer tan hermosa que parecía que era de otro mundo.

<Por favor, no se queden de pie, sentarse> Dijo la misteriosa mujer señalando las dos sillas que estaban a un lado de la mesa.

La mujer cogió la silla que estaba sola en la esquina de la mesa y se sentó colocandose la manta que tenía puesta entre sus brazos por la espalda. Lestrade y Arthur se sentaron en las sillas que les ofreció mientras la mujer les colocaba en la mesa unas tazas con algo de té que olía a rosas.

<Bueno...> Hizo una pausa mientras tomaba una pipa oriental que se utilizaba para fumar opiacia negra con bastantes detalles orientales.

<Que trae a este humilde local a los inspectores de Scotland Yard... no, tu no eres inspector y menos eres de Scotland Yard>

Dijo la misteriosa mujer señalando a Arthur con su pipa.

Cuando la mujer dijo eso ambos se tensaron, haciendo que las sillas se movieran para atrás.

<Exacto> Dijo Arthur recomponiendo la compostura lo más rápido que pudo .

<No trabajo para Scotland Yard. Soy un agente al servicio de la corona>

<¿Un agente mandado por Isabel? Interesante> Dijo la mujer susurrando con una sonrisa.

<¿Y? ¿Qué quieren la corona con una simple adivina?>

<U majestad la reina quiere que ayude en el caso de la prostituta asesinada anoche>

Lestrade se levantó de un salto al escuchar la contestación de Arthur.

<¡No permitiré que una timadora se entrometa en mi caso ni aunque la reina lo pida!>

<Yo tampoco tengo la intención de inmiscuirme en casos de la policía>

<Por lo menos vea las fotos del caso y después decídase.>

Cuando Arthur estaba sacando las fotos del crimen Lestrade lo sujeto diciéndole que estaba loco y que no podía enseñárselo a un civil.

<Su majestad me ordenó que se lo enseñara> Dijo Arthur poniendo la carpeta delante de ella.

La mujer cogió la carpeta, y cuando abrió la carpeta empezó a reírse.

<Vaya, esto es muy inesperado. Esta mujer no para de sorprenderme.>

Los dos se quedaron mirándose perplejos.

<En verdad este no es un caso para que los humanos lo resuelvan.>

<¿A que se refiere? ¿Piensas que somos incompetentes?> dijo Lestrade dando un golpe en la pesa.

<No me refería a las capacidades de ustedes como detectives me refiero a que no podrán porque son humanos>

<¿Qué quiere decir?>

<El asesino es el mismo que mató a varias prostitutas en 1888>

<¿Como...?>

<Me refiero a que el asesino no es otro que Jack el Destripador>

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⏰ Última actualización: Dec 15, 2021 ⏰

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