Ese día estaba sentado en mi cabaña en Siberia cuando sentí algo muy extraño, salí de allí para ver qué sucedía y note algo muy raro. El brillo de la estrella Antares había disminuido, de rojo carmesí paso a rojo claro y eso me asusto porque nunca había sucedido.
Trate de comunicarme con Milo como siempre hacemos y no me respondía, sabía que algo estaba mal me puse demasiado inquieto, sabía que mi obligación era estar aquí tres meses pero ahora no me importaba la replesaria del patriarca, debía volver al santuario.
Fueron horas sumamente largas hasta llegar allí, cada tanto miraba la Estrella que como siempre parecía protegerme y seguía del mismo color, ya no me estaba gustando la situación y Milo seguía sin responderme...
Al llegar, pase por todos los templos hasta llegar a escorpio y no había nadie cuidando de ellas, pero al llegar note un tumulto de gente lo cual me asusto.
Los caballeros estaban reunidos en esa casa la cual conozco como si fuese mía, hablaban entre si sin notar mi presencia, el patriarca Shion tenía cara de preocupado por lo que me acerqué con miedo al que me dirá.
Al verme se asusto el mismo y los caballeros empezaron a murmurar entre si, estaban todos menos Milo por lo que pregunte por el y todos señalaron su habitación.
Al entrar el estaba tendido en la cama, parecía enfermo y tan frágil, se veía más flaco, que estaba pasando?!
Al verme trato de acomodarse y me llamo para acercarme con su hermosa pero débil sonrisa, me preguntó del viaje y porque volví, yo no sabía que responder...Milo: te fue bien en el viaje?
Camus: que te paso? ...
Milo: dijeron que tengo algo en el corazón que va a pasar, no te preocupes... Que me trajiste?
Camus: es broma? Tu corazón?!
Milo: si Camí dónde vas?!
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Ese Día
RomanceEn tan solo un día, las cosas pueden cambiar. El hielo se puede ablandar y hasta el mismo escorpión puede ser calmo...