Tenga para que se entretenga parte 2

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Olga asintió con gesto resignado. El hombre tomó la mano de Rafael y dijo al empezar el descenso: volveremos. Usted o se preocupe. Solo voy a enseñarle la boca de la cueva .
— cuídelo mucho, por favor. Se lo encargo según el testimonio de parientes y amigos, Olga siempre fue muy distraída.Por tanto , jugó normal la curiosidad de su hijo, aunque no dejaron de sorprenderla el aspecto y la cortesía del vigilante. Guardo la flor y desdobló el periódico. No pudo leerlo. Apenas tenía 29 años pero desde los 15 necesitaba lentes bifocales y no le gustaba utilizarlos en público.
Pasó un cuarto de hora .Rafael no regresaba. Olga se inquietó y fue hasta la entrada de la caverna subterránea . Sin atreverse a penetrar en ella , gritó con la esperanza de que Rafael y el hombre le contestaran .
Veinte minutos después se presentó el ingeniero Andrade, el esposo de Olga y padre de Rafael. en seguida aparecieron los vigilantes del Bosque , la policía , la abuela , los amigos y la multitud de curiosos que siempre parece estar invisiblemente al acecho en todas partes y se materializa cuando sucede algo fuera de lo común.

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