Llantos desconsolados y sollozos fue todo lo que se escuchó durante la primera hora en parte trasera de la camioneta. Luisa sujetaba a su hermano menor, con fiereza, ambos tenían el rostro bañado en lágrimas y respiraban agitadamente. La Sra. Valencia había estado marcando, aparentemente un número en su dispositivo, había estado haciéndolo desde hacía varios minutos, intentaba llamar a la policía, marcaba la pantalla holográfica con los dedos temblando y luego acercaba el aparato a su oído, después de mantenerlo así unos segundos maldecía entre dientes y volvía a marcar. Al parecer las líneas estaban saturadas, lo que significaba que los extraños seres no estaban solo en ese lugar. Finalmente se rindió y resoplando soltó su dispositivo, el cual se dobló en dos partes y luego se enrolló en su muñeca como si se tratase de un reloj.
Dariel intentaba mantener la calma, mientras conducía, mil cosas pasaban por su mente, y desde que habían salido del pueblo, las zonas aledañas parecían estar en calma, dudaba en ese entonces si regresar a la ciudad era buena idea, sin embargo, debía sacar a su padre de allí, pero no tenía idea de qué hacer después, o a donde ir.
Mientras tanto, Fabián inspeccionaba su dispositivo en busca de información acerca de aquellos seres, el internet estaba infestado de personas transmitiendo en vivo desde altos rascacielos el ataque de las bestias, otros más yacían refugiados en búnkeres subterráneos hablando de teorías conspirativas sobre todo lo que estaba ocurriendo. A pesar de toda la evidencia, nadie sabía exactamente de donde provenían aquellos seres. Hasta ese momento, los ejércitos de todo el mundo se habían desplazado a las grandes ciudades, convirtiéndolos en escenarios de guerra y muerte. Fabián se detuvo a contemplar un vídeo del enfrentamiento del ejército japonés contra las bestias en la ciudad creciente Numazu, los nativos llamaban a las criaturas "Yokai", seres de la mitología japonesa, y tras viralizarse los videos de la invasión de Japón en internet, el término se hizo popular, las personas en todo el mundo empezaron utilizarlo para nombrar a dichos seres. Los hechos habían ocurrido tan solo cuatro horas antes. Fue la primera ciudad en ser invadida. Los ojos del mundo estaban en esa ciudad, pero después su atención se desvió cuando más y más ciudades fueron atacadas. Aún con la tecnología y el desarrollo del ejército robótico operado remotamente, los Yokai estaban haciendo estragos en la ciudad. Más que una guerra parecía una masacre, finalmente en una parte del video, se observó cómo varios soldados y robots derribaron y aniquilaron una de las bestias, regando vísceras y sangre en todo el lugar. Sin embargo, acto seguido ocurrió algo que estremeció a Fabián, ante la mirada incrédula de varios soldados, las extremidades de la criatura parecían moverse aún, y al pasar de unos segundos, aquel bulto deforme de piel, vísceras y huesos, explotó en una nube de polvo. Acto seguido, aquella nube de polvo se fue concentrando hasta tomar la forma de la bestia que previamente habían aniquilado. El video se interrumpió.
Fabián entreabrió los ojos, sorprendido, tanto que parecía que se le escaparían del rostro. Incrédulo por lo que acababa de presenciar, apartó la vista del aparato. Observó por la ventana del auto, de cierta forma en el lugar aún permanecía la calma. Él se preguntaba cuanto más durarían las cosas así. Por la autopista aún conducían incontables vehículos, parecía otro día más en la ciudad, un día común con sus habitantes corriendo ajetreados, preocupados por llegar a tiempo a la oficina, a la reunión, universidad o escuela. Sumido en sus pensamientos, permaneció quieto hasta que el aparato que yacía en su regazo vibró y un ligero tintineo lo sacó del trance. Era una notificación de un mensaje de Rony, uno de sus amigos de la escuela, ambos cursaban sexto grado y vivían a unas pocas calles de distancia. Se habían conocido hace casi dos años. Rony se había mudado de una ciudad al sur del país y era el típico inadaptado. Usaba anteojos y tenía el cabello rubio. De vez en cuando uno que otro chico le llamaba Weasley, por su gran parecido al personaje. Él ignoraba los comentarios la mayoría de veces, pero siempre que lo oía le causaba cierta gracia.
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21 Variantes
Ficção CientíficaPensaron que la muerte era un error, alteraron el equilibrio cósmico, creando la aberración de Avalon. No hay marcha atrás, las variantes se esparcen por todo el universo, y han llegado a la tierra. Imparables, inmortales, invencibles. El fin del un...