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el lago en las mañanas era un espectáculo que nunca se querrá perder su día a día. el brillo del sol dejaba oleadas brillantes en el agua como acuarelas en el hermoso lienzo de la pintura que tenía como vista, tae sentado en el balcón miraba el hermoso paisaje como si fuera la primera vez viéndolo, aunque no se alejaba de su realidad, era la primera vez que estaba sentado en ese sillón suave de terciopelo observando las canoas con parejas en el agua pero algo se le hacia muy familiar, como si no fuera su primera vez en ese lugar.
desde la entrada de esa habitación se escuchar unos suaves toques hasta que la puerta se abrió dejándose ver una hermosa dama de un vestido bordado blanco y celeste, ella dejó una bandeja con agua con algunos frascos a su lado, sonreía en grande con sus hermosas perlas para acercarse a su lado.
tae simplemente permaneció en su lugar observándola en silencio, sus delicados movimientos eran hipnóticos y su rostro angelical se le hacia muy conocido. ella habló.
— mil disculpas joven choi por interrumpirlo en sus mañanas... — al parecer ella era mayor que el. — pero es hora de su cita con el joven hwang.
mantuvo esa mirada neutra encima suyo hasta que la apartó de nuevo a su paisaje — en realidad no quiero ver a nadie.
ella suspiró — ya se negó en verlo cuatro veces tal vez debería darle otra oportunidad — espero alguna reacción pero no se inmutaba — en verdad quiere verlo, se podrán llevar bien, tienen muchas cosas en común y por contar.
choi tae dio un suspiró largo restregando las palmas de sus manos en su rostro, luego se levantó de su lugar yendo hacia su cama para cambiar de asiento. — bien, podría intentar hablar con él...
la chica sonrió para mostrar de nuevo sus dientes asintiendo feliz — lo dejaré pasar ahora.
la puerta se abrió nuevamente, se introdujo un chico alto de cabello azabache, oscuro como la manta de la noche con un traje café claro, muy bien vestido y peinado, desprendiendo el aroma de su colonia mientras caminaba por su habitación. saludo a la enfermera para después pararse justo enfrente suyo, se inclino en forma de saludo y copio su acción saludando formalmente.
— buenos días choi...
— soy tae — dijo para después hacer sus labios una línea en un intento de sonrisa. lo vio tomar asiento suyo en una silla que arrastró hasta estar cerca. — ¿y tú eres?
el abrió los ojos con escuchar su pregunta pero su expresión cambió a reírse en bajo y negar. tae no comprendió su reacción pero lo dejó hablar, su rostro se le hacía conocido. — estará bien con ser el joven hwang.
no hizo más preguntas simplemente le resto importancia, solo será el joven hwang como desee. el azabache abrió su chaqueta, se dejó caer en el respaldo de su asiento muy cómodo, para ser una visita había agarrado mucha confianza en el lugar, pensó tae. hwang pareció meditar unos segundos antes de reponerse y buscar en los bolsillo internos de la chaqueta — bien, ¿por donde nos quedamos? — en sus finos y huesudos dedos ya se encontraba un pequeño libro, no era de el tamaño normal pero no era diminutivo. retiro un separador rojo vino más sin embargo abrió la primera página del librillo sin portada, totalmente liso. — oh sí, la lectura.
