Capitulo 8

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Juliana dejó a Valentina en su casa después de un día muy agotador, no sin antes parar en un puesto callejero de sándwiches que la morena conocía hace años y eran de sus favoritos - cómo conociste este lugar? - desde la universidad, ellos tenían un puesto al frente y la mayoría de veces almorzaba ahí, no te parece que son deliciosos? - si la verdad están muy ricos, valió la pena el desvío hasta acá, aunque para ser honesta cuando me dijiste que me invitarías a cenar tenía otra cosa en mente - decepcionada? - no, sorprendida - gratamente? - tu siempre me sorprendes gratamente- respondió Valentina con una sonrisa en su rostro, a pesar de conocer a Juliana hacía muy poco cada vez se llevaban mejor, disfrutaba mucho estar con ella a pesar de esa extraña sensación que sentía su cuerpo cada vez que la veía, era algo  que la incomodaba, pero a la vez le gustaba

- hola Val, sigues dormida? - que?? No, ya estoy lista - 😂 paso por ti en 10 - jajaj tu y tus comentarios - upss 🤭 - me encantan tus comentarios - 🙃 - y así era, Valentina disfrutaba con los mensajes matutinos que Juliana le enviaba antes de recogerla, la hacían iniciar el día con una sonrisa en los labios

- Hola Val- Hola Juls buenos días- saludó Valentina al subirse a la camioneta y darle un beso a su socia en la mejilla - estás bien? - si claro por qué la pregunta - porque pusiste una cara cuando te saludé- comentó Valentina extrañada - no Val para nada, me alegra mucho verte - a mi también me alegra mucho verte - respondió la rubia más tranquila, sin embargo era evidente la cara de incomodidad que había puesto Juliana, la morena no comprendía por qué cada vez que Valentina la saludaba de beso o la veía, sentía un revoltijo en su estómago, le encantaba estar con la rubia pero no le hallaba lógica a ciertas sensaciones que tenía cuando estaba con ella, durante el trayecto Juliana estuvo muy callada pensando en eso, nunca antes había sentido algo así - Juliana qué te pasa con Valentina, será cierto lo de  conocernos de otra vida y por eso la siento tan cercana? - se dijo la morena - Valentina veía a su socia tan callada y meditativa que no quiso interrumpirla - será que algo le pasa? Porque fue muy rara la expresión que hizo al saludarla, estará bien, tendría algún problema con el esposo, por qué no me cuenta, no me tiene confianza... a ver Valentina, estamos a penas conociéndonos dale tiempo - el silencio se volvió tan incomodo para la rubia que prefirió cortarlo - Juls, en serio estás bien, estás muy callada - discúlpame, si estoy bien, es que tenía la cabeza en otro lado, pensando en unos casos que tengo y ... - no te preocupes- interrumpió Valentina- solo quería decirte que si necesitas algo, lo que sea, quiero que sepas que cuentas conmigo, lo sabes cierto? - claro que lo se Val, en tan corto tiempo hemos conectado las dos muy bien, y también quiero decirte que tu también cuentas conmigo siempre - gracias Juls - respondió la rubia mirando a Juliana a los ojos, la morena devolvió la mirada que duró lo que el semáforo tardó en cambiar de rojo a verde y los claxon de los carros las sacaron del eterno silencio que por un momento existió entre ellas, Juliana arrancó de inmediato y Valentina sintió como sus mejillas se sonrojaron, así que para pasar un poco el incómodo momento dijo - hoy viene el señor del letrero para que lo escojamos - que bien es muy importante que eso quede muy pronto

-Hola Juls ocupada? - pregunta Valentina asomando su cabeza por la puerta de la oficina- para ti nunca, por favor sigue - últimamente Juliana se sorprendía con los comentarios que ella misma le hacía a Valentina, la rubia le estaba sacando otra faceta que ni ella misma conocía y que tampoco entendía

- Te quiero presentar a Manuel Guerra, el es el diseñador que va a hacer el letrero- hola mucho gusto Juliana Valdés - saludó July estirando el brazo a lo cual fue respondida por el joven hombre - mucho gusto - bueno Manuel cuéntanos qué nos trajiste - preguntó la rubia

- Estos son los diseños que les traje, por favor revísenlos y me cuentan cuál les gusta, o si tienen ustedes alguno también- Valentina alcanzó un silla y se sentó al lado de Juliana, las dos socias empezaron a revisar los diseños con una sonrisa en sus rostros, se notaba que les gustaba lo que estaban viendo - Valdes, Carvajal y asociados, este se ve muy bonito - comenta Valentina- si es verdad, también estaba mirando ese, el diseño de las letras es muy elegante e impactante - Juliana pone su mano sobre el brazo desnudo de la rubia, quien tenía una camiseta y unos jeans que se amoldaban perfectamente su cuerpo, en ese momento Valentina sintió que todo su cuerpo se erizó y se puso un poco tensa - Val, preferirías que vaya primero tu apellido, quedaría Carvajal, Valdés y asociados, créeme que por mí no hay ningún problema - preguntó Juliana honestamente - claro que no señora Valdés, tu creaste este buffet de la nada, y aunque yo llego ahora a ser parte de el,  lo más justo es que tu apellido vaya de primero - Juliana la miró y sonrió, cada vez ratificaba que era la mejor socia que había podido conseguir, Juliana seguía con su mano en el brazo de Val, quien por alguna razón no quería que lo quitara

- Entonces la decisión es unánime que sea este - dijo Juliana señalando el diseño propuesto por Valentina - bueno Manuel cuando lo puedes entregar? - preguntó la rubia - por favor deme una semana señora Valentina y estaré aquí instalándolo - perfecto entonces nos vemos en 8 días -  Valentina se levantó y lo acompañó a la salida

Juliana se quedó en la oficina con una sonrisa en su rostro, sabía que con la llegada de Valentina a su vida las cosas iban a mejorar mucho, sentía una conexión muy grande con ella que no podía explicar - será que en serio en otra vida fuimos amigas? .... amigas??? - se preguntó, detuvo al instante unos pensamientos absurdos que le llegaron a su mente y prefirió seguir terminando de organizar unos documentos

- Qué buen gusto tienes - comentó Juliana al entrar a la oficina de Val - te quedó muy bonita tu oficina - nos quedó, recuerda que tu también ayudaste - bueno, ya todo está listo para que abramos al público el lunes - comentó Juliana emocionada- si, el lunes iniciamos una nueva y maravillosa etapa en nuestras vidas - expresó Valentina acercándose a Juliana y tomándole sus manos, por lo que las dos socias sintieron su estómago saltar y concentrar en sus mejillas todo el calor que podían soportar, Juliana agachó un poco la cabeza para disimular el color de su rostro, pero aún así no quiso soltar las manos de su socia - estoy segura de eso - respondió la morena - no se por qué Sergio no nos presentó antes, hubiera aceptado ser tu socia hace muchos años - comentó Valentina mirando profundamente esos ojos marrón- las cosas llegan a su tiempo Val, hace unos años no hubiera estado buscando socio - por un momento Juliana se sintió incómoda, sentía que la conexión entre las dos cada vez era más fuerte y aunque le gustaba lo que sentía también la incomodaba, así que retiró sus manos de las manos de la rubia y prefirió cambiar el tema - ya es tarde vamos? - si, vámonos ya - respondió Valentina al notar la incomodidad de su socia

Al llegar a la puerta del edificio donde vivía la rubia, ella le pregunta - Juls no tienes hambre, por qué no entras y ordenamos una pizza? -  Juliana no sabía que decir, en el fondo quería seguir compartiendo tiempo con su socia, pero estaba muy perturbada con lo que estaba sintiendo y además su esposo.. - lo siento Val, pero todos estos días he llegado tarde y Javier ya lo está sintiendo- si tienes razón discúlpame, es que no quería comer sola, pero no te preocupes nos vemos el lunes - se despidió Valentina con un puchero, y Juliana empezó a notar que esas expresiones de su socia la derretían y se sintió mal al dejarla comer sola - aunque sabes qué Val, nosotras estamos de celebración, ya por fin tenemos el buffet listo para iniciar y debemos celebrar, acepto tu invitación- estás segura, después no tienes problemas en tu casa? - para nada, yo no soy de las mujeres que le tienen que pedir permiso a sus esposos para hacer algo, así que vamos - Juliana arrancó el carro para ingresarlo al parqueadero de invitados, cuando volteó a ver a la rubia tenía una sonrisa en su rostro que no podía disimular

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