Un grupo de 20 adolecentes por todo el mundo misteriosamente despertaron poderes de fuego, cada uno tiene una habilidad única y diferente a la de los otros, El protagonista de esta historia "Sebastián" no se da cuenta de sus poderes hasta que se top...
-Sebas seguiría durante unos minutos en aquel edificio, hasta que llego a escuchar algo a la lejanía-
-Saltando de aquel edificio este se dirigiría a donde escucho aquellos gritos, aproximadamente a unas 6 calles, disparando fuego de sus manos este estaría volando hacia el lugar de los gritos-
¡No se acerquen! So-soy policia -Diría un joven policia asustado-
Y por eso mismo es que vamos a secuestrarte -Diría uno de los dos criminales que se encontraban allí-
-Sebas llegaría a los pocos segundos de que aquel criminal dijera eso, usando la potencia que le daba el estar volando, este le daría una patada en el pecho a uno de los criminales, ese golpe haría que el criminal caiga al suelo sin aire, casi desmayado y con algunas costillas rotas por la velocidad que tenía Sebas al momento de golpearlo, éste último se levantaría con las manos y las piernas envueltas en llamas, respirando por la boca un poco de fuego le saldría de la boca al exhalar, cosa que por la oscuridad haría que el otro criminal aterrorizado saliera corriendo del lugar-
¡Vete... espero no volver a verte más! -Gritaría Sebas antes de irse por las sombras de un callejón cercano mientras el policía seguía en shock, parecía que éste era nuevo en su trabajo-
-Sebas saldría volando desapareciendo del lugar, el policía solo podría agradecer susurrando, para posteriormente levantarse y dirigirse corriendo a la estación para reportar lo sucedido-
~Pasadas unas 3 horas~
Ya no escucho a nadie en la calle, creo que es momento para ir al hospedaje antes de que se den cuenta de que me fui -Pensaría Sebas mientras estaba de pie en el borde de un edificio, saltando de aquel lugar este usaría el fuego de sus manos para ir volando al hospedaje-
-Sebas dejaría de usar sus llamas a unas calles del hospedaje para que nadie lo viera entrar, mientras camina entre callejones haría primero una parada en cierto lugar-
Lamento no haber salido antes... si lo hubiera hecho, tu estaría vivo -Susurraba Sebas frente al cuerpo del chico que habían asesinado, quitándose la mascara para ver su rostro, notando que aquel chico no era muy mayor, debía tener unos 19 años, triste por ello, Sebas se iría por las sombras de los callejones, en dirección al hospedaje-
~Una vez en el hospedaje~
-Sebas estaría quitándose la camisa cuando alguien entraría al cuarto-
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¿Se-Sebas? -Diría Laura un poco nerviosa- no esperaba que estuvieras despierto
Oh, Laura ¿Qué haces aquí? -Diría Sebas terminando de quitarse la camisa, dejando ver algunos moretones y aquellas quemaduras en sus brazos y en su pecho-
