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🦋 || 𝐈. 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬
Mesopotamia 5000 a. C
Si había algo que Itzia sentía en el momento que abrió sus ojos y despertó de, lo que ella creía, un profundo sueño eran nervios pues era la primera vez que Arishem la encomendaba en una misión.
Estaba sobre sus rodillas frente a un holograma del celestial, observó a su alrededor y habían al menos nueve personas en su misma posición. Frente a ella se encontraba su madre, la Suprema Eternal Ajak.
La líder de los Eternals le dedicó una pequeña sonrisa para calmar los nervios de su hija para después hablar con firmeza ante el resto de los que ahí se encontraban: -Es hora de comenzar.
Cómo si eso se tratase de una orden, el resto de los eternos se levantaron de sus posiciones y se acercaron a la superficie de la pared donde Itzia fue cubierta por una leve luz que le proporcionó una armadura color anaranjado con detalles negros. Su cabello fue recogido en dos trenzas que caían con gracia por sus hombros.
Por el gran ventanal de la nave en la que se encontraban pudo observar el planeta Tierra.
Se veía tan hermoso y no podía esperar a aterrizar en el lugar y darle inicio a la misión que se le había encomendado y demostrarle a su madre y a Arishem que sería una digna sucesora.
