La familia de Crocodile, Doffy y Luffy

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La adopción

Doffy y Croco siempre que pueden recuerdan el día que recibieron a Luffy en sus corazones.

4 años atrás...

-¡Doffy!- entró el pelinegro corriendo a la casa, subió rápidamente las escaleras y se dirigió a donde estaba su esposo.

-¡Croco!¡¿que sucede, por que lloras?!- preguntó tomando sus mejillas.

-¡Doffy, encontré un orfanato que acepta que dos hombres adopten a un niño!-

-¡no es cierto!- al igual que los de su esposo, sus ojos se llenaron de lágrimas -¡Croco, podremos tener un niño!-

-¡si, Doffy, si!- ambos se abrazaron, extremadamente felices de saber que podrían tener un hijo.

Como ya era tarde, descansaron y al día siguiente fueron al lugar donde buscarían al nuevo miembro de su familia.

Al entrar al lugar, caminaron hasta una sala, se sentaron y un rato después un hombre pelirrojo llegó hasta donde estaban.

-¡hola! Disculpen por haberlos hecho esperar ¿usted es el caballero que vino ayer?-

-si- respondió Crocodile y dedicó una sonrisa -hoy vine con mi pareja y nos gustaría ver a los niños-

-¡claro!- sonrió -oh, una disculpa, mi nombre es Shanks y soy el encargado de este lugar-

-un gusto conocerte Shanks-San-

-acompañenme, los niños están en el patio pero pueden echarles un vistazo desde las ventanas-

-perfecto- la pareja vio desde uno de los ventanales a los jovencitos, riendo, saltando y jugando libremente. A ninguno se le veía triste, al parecer Shanks cuidaba muy bien de los chicos.

Todos eran preciosos pero un niño en particular hizo que Doffy se quitase las gafas.

-Croco-Chan, mira a ese muchacho- señaló a un niño de oscuros cabellos, que llevaba puesto unos jeans azules cortos y una camisa roja.

-si, también me llamó la atención- el pequeño saltaba por los juegos e incluso había trepado a un árbol, reía como un loco y su tierna sonrisa le llegaba a las orejas.

-¿alguno les llamó la atención?- cuestionó el pelirrojo.

-si, ese pequeño- Croco señaló al pelinegro.

-¡oh! El es Luffy, tiene 6 años y llego aquí cuando tenía 4, luego del fallecimiento de sus padres-

-pobre pequeño-

-sin embargo, es alguien muy feliz y extrovertido, tiene un carácter inquebrantable e incluso se ha metido en problemas con personas mayores que el para ayudar o proteger a sus amigos-

-creo que esta decidido- Doffy miro a su pareja y este asintió con una sonrisa -nos gustaría llevar a Luffy-

-claro, esperenme un momento que hago el papeleo y se los presento-

-esta bien- ambos se sentaron a esperar, estaban muy felices de poder llevar un pequeño a casa.

-el solo tiene 6 años, así que será difícil, considerando que nunca hemos sido padres- dijo Crocodile, tomando la mano de su pareja -pero lo vamos a lograr-

-claro que si cariño- sonrió.

Pocos minutos después Shanks regresó con algunos papeles y al pequeño pelinegro sujetado de la mano.

Ambos se pusieron de pie, al ver lo altos que eran y lo intimidantes que se veían, Luffy se escondió detrás del pelirrojo.

-S-Shanks-San quienes s-son estos hombres-

-estas personas han venido a adoptarte, no temas, ellos tuvieron que buscar en muchos lugares para poder tener un hijo y tu eres a quien han elegido-

-l-las gafas del s-señor más alto me asustan-

-oh, tranquilo- sonrio Crocodile y volteó a ver de manera asesina a su marido -estas asustando al niño-

Doflamingo se quitó los lentes en cuestión de nanosegundos y miro a Luffy.

-wow, que bonitos ojos- sonrió -usted tiene una cicatriz en la cara, ¡igual que yo!- dijo señalando la pequeña marca bajo su ojo.

-este niño es demasiado hermoso-

Luffy volteó a mirar a Shanks con tristeza.

-Shanks-San, te voy a extrañar mucho- dijo abrazandolo y sus ojos se llenaron de pequeñas lágrimas.

-oh Luffy- se agachó a su altura -no te preocupes, ¿sí?- secó las lágrimas de sus ojos.

-pero yo te quiero mucho-

-mira, para que siempre seamos amigos- el pelirrojo se quitó su sombrero de paja y lo puso en la cabeza de Luffy -cuidalo bien-

-¡si, Shanks!- dijo aferrándose al sombrero.

Después de una emotiva despedida, Luffy se subió al auto de la pareja y se dirigieron a la casa.

-C-Crocodile-Sama-

-no hace falta que me llames así, Luffy, ¿qué necesitas?-

-¿su casa esta muy lejos?-

-no, ya casi llegamos-

-¿estás cómodo?- preguntó Doflamingo, pero Luffy no respondió, se notaba que le tenía miedo.

Al llegar a la casa y bajar del auto Luffy se mantuvo cerca de Crocodile, no es que le cayera mal Doffy, le asustaba.

Estaban a punto de entrar a la casa cuando un fuerte viento se llevó al sombrero con el.

-¡no!- gritó Luffy.

Doflamingo salió corriendo tras el sombrero, dio un salto atlético y logró agarrarlo antes de que el viento lo hiciera desaparecer.

Doffy volvió a donde estaban y puso el sombrero sobre la cabeza del chico.

-cuidalo bien, pequeño, se lo prometiste a tu mejor amigo- sonrió.

-muchas gracias Doffy-San- le devolvió la sonrisa.

-bienvenido a casa, Luffy-

De vuelta a la actualidad...

Crocodile soltó una pequeña risa.

-quien lo creería, hace unos años Luffy sintio miedo al ver a Doflamingo, hoy en día son un dúo dinámico que se dedica a causar desastres, cuanto los amo, mi idiota pequeño y mi idiota grandote-

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