¿Qué a dónde había ido Shim JaeYoon aquella noche? pues, si alguien no hubiera puesto sus manos sobre su esposo, Shim JaeYoon nunca hubiera regresado a aquel lugar para buscarlo y darle una lección como se debía.
No le importaba en absoluto lastimar a las personas. Sobre todo cuando esta persona se atrevía a poner los ojos en su omega, era algo que no podía simplemente dejarlo pasar. Hace algunas horas que había regresado a aquel lugar, sus nudillos estaban peor que antes, ahora estaban más lastimados y la sangre corría por ellos, había manchado un poco su elegante traje y su aspecto había cambiado debido a la adrenalina del momento.
Ya eran casi las tres de la madrugada, no tenía porqué preocuparse de que Ni-Ki lo viera de esa manera, porque tampoco sería capaz de decirle lo que había hecho cuando horas antes habían tenido una agradable plática sobre eso.
Abrió la puerta de su oficina y se adentro en aquel lugar, buscando algo con que curar sus heridas, poco después se sentó en el sofá y comenzó a limpiarse los nudillos, sin cuidado alguno rego el alcohol sobre sus manos y talló con fuerza para quitar la sangre. Y a pesar de que ardió y dolió como el diablo, Jake no se inmutó.
Dio un fuerte suspiro cuando pudo relajarse mejor, se recostó sobre el sofá y pensó en una excusa para decirle a Ni-Ki, por si es que llegaba a preguntar sobre sus heridas, pero mientras más lo pensaba menos se ideaba algo. El problema es que él no sabía mentir, y tampoco le decía mentiras a Ni-Ki.
Él se conocía a la perfección, era una persona directa, que decía las cosas sin rodeos y al cual le gustaba siempre hablar con la verdad. Eran muy pocas las veces que decía mentiras o que sacaba de contexto las cosas.
Bebió un poco antes de por fin salir de aquella oficina para después encaminarse a su habitación. Le importó muy poco dejar su ropa en la oficina, pues ya iba de camino a su cuarto para poder dormir, solamente se había quitado el saco y la camisa blanca llena de sangre, para quedarse con el torso descubierto y solamente sus pantalones. Sin embargo, se confundió aún más cuando a pocos pasos de llegar a su habitación observó como está estaba con la puerta ligeramente abierta.
Frunció las cejas con algo de molestia, dispuesto a gritarle a quien sea que estuviera ahí. Pero en cuanto entró y lo único que vio fue la figura de Ni-Ki acostado en su cama, pareció olvidar su enojo.
Aunque estaba un poco confundido, no pudo evitar sonreír ligeramente ante tal imagen, el omega estaba acostado de lado, mientras mantenía sus piernas pegadas a su pecho y sus manos descansaban por debajo de su cabeza para poder apoyase sobre la almohada.
No comprendía porque aquel chico estaba ahí, tampoco sería tan idiota como para despertarlo.
Así que simplemente lo observo ahí, mientras Ni-Ki dormía plácidamente, él sólo se mantenía de pie admirando el rostro del omega que parecía estar durmiendo muy cómodamente en su habitación. Su mirada se desvió hacía un lado en la mesita de noche, viendo que sobre la mesa estaba un poco de ungüento y algunas benditas, supuso que eran para él, así que solamente sonrió un poco más, sintiéndose feliz por unos segundos, pues su felicidad se vio interrumpida por una llamada.
Gruñendo saco su celular del bolsillo de su pantalón, la mueca en su rostro se pronunció aún más cuando vio quién lo llamaba, suspiró frustrado y atendió de mala gana.
— ¿Qué mierda quieres, JongSeong? —preguntó.
— Hay un problema. —habló el chico a través del celular, su voz se oía temblorosa— El chico al que golpeaste hoy.
— ¿Qué chico?
— El chico que estuvo viendo a Riki. —dijo, estaba algo molesto por la situación en la que estaba y los momentos idiotas de Shim JaeYoon lo alteraban más— Al que casi matas hoy, ya despertó.
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𖥻 𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐟𝐢𝐚 ┊ 𝐉𝐚𝐤𝐞𝐊𝐢°୭̥ ┊ 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧
Fanfiction❝ Nishimura Riki; gentil omega que a la edad de 19 años fue obligado a casarse con el hijo de los Shim. Los Shim eran una de las familias más poderosas y respetadas de la ciudad de Seúl. Y su hijo mayor, Shim JaeYoon, comenzaría a dominar muy pront...