Cap 6

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Corea del sur, 20 de enero.


Lentamente y sigilosamente besó los labios de la chica recostada aun lado de ella, una pequeña sonrisa se formó en la cara de la otra chica, dando un apretón a sus manos entrelazadas.

Ambas estaban acostadas en el jardín de la mayor, mientras miraban el estrellado cielo y la luna llena, el clima era cálido para ambas, ninguna de las dos tenía ganas de ir a la cama, aunque aún estaba algo temprano, no hacía nada mal dormirse temprano.

Pero tampoco hacia mal, desvelarse a lo loco.

No era pasada de la nueve de la noche, al día siguiente ninguna tenía algún compromiso, así ambas habían preparado la cena, comido y habían salido al jardín para disfrutar del ambiente, y ya ambas yacían con sus pijamas puestas.

—Quiero algo dulce, vuelvo en unos minutos. — La menor se levantó, mirando desde arriba a su novia, quien le dedicaba una reluciente sonrisa.

La beta regresó dentro de la casa, buscando botanas para pasar un buen rato con su pareja, cuando regresó, más de solo traer los dulces, traía también el teléfono de la mayor.

Entregándose, cuando se sentó aún lado de ella. — Seungmin te estaba hablando, no llegué a tiempo para contestar.

Abrió la primera bolsa de dulces; uno de sus favoritos, mientras observaba a su novia entretenerse con su teléfono y mover su cabello detrás de su oreja. Colocó el teléfono en su oreja y le tomó de nuevo de la mano, ayudándola a levantarse.

—¿Seungmin? Hola, ¿Qué ocurre? — La voz de su novia era preocupante, y ella también se preocupó por lo que le podría estar pasando a Seungmin. — Vamos, Dahyun.

Entró a la casa, donde ambas se sentaron en el sofá, mientras apoyaba a Seungmin, aunque estuvieran a kilómetros de distancia



[...]



*(Seúl)



Seungmin tomó fuertemente el teléfono entre sus manos, mientras lágrimas aun bajaba por sus ojos e intentaba calmar su respiración para poder hablar. Ya estaba recostado en su cama con su pijama puesta y un chocolate caliente reposaba en su mesa de noche, a lado unas galletas, que el mismo había preparado le esperaban.

Esperó a que la llamada fuera atendida, pero ya había hablado más de cuatro veces y nadie contestaba, aún no era demasiado tarde, no para él. Que recordará a éste hora Chan ya debería estar en el departamento que habían rentado con Felix.

Entonces, ¿Por qué no contestaban?

Su cuello aún dolía, le había quedado una gran marca morada, aunque la marca de dientes ya estaba despareciendo, por poco y le sacaba sangre, pero dolía demasiado y no le gustaba como se veía en su piel. Sus llantos ya habían cesado un poco, Seungmin tomó una galleta y la comenzó a masticar, estaban deliciosas y Hyejin le había dado la receta, a la primera no le había salido, pero luego de intentarlo algunas veces más, le habían salido.

Hyejin.

Podía llamar a Hyejin, quería hablar con alguien sobre lo que había pasado, porque si no, presentía que iba a entrar en crisis, por no saber como reaccionar o que hacer. En el momento que paso, su lobo no se opuso, la realidad era que Seungmin hasta tuvo que retener un gemido cuando sintió los dientes del contrario en su cuello, pero no era algo que él quisiera, luego había escapado fuera del edificio y se había dirigido a casa, a llorar.

La primera llamada no fue contestada, Dios, Todos sus amigos tenía una vida, debía estar ocupados con sus parejas, no como él, que seguía llorando por el mismo hombre que cuando era más joven.

Que decepción.

Cuando hizo la segunda llamada, dejó que pasará un tiempo desde que había hecho la primera, dándose tiempo para tomar un poco del chocolate caliente y sumergir la galleta, hasta que la llamada fue aceptada.

—Noona. — Lloriqueo, un poco fingido.

—¿Seungmin?, Hola, ¿Qué ocurre? — El tono preocupado que había usado la alfa, lo conmovió, había personas que si lo querían realmente.

—Paso algo malo, muy malo. — Reprimió un sollozo de sólo recordarlo.

—¿Que paso?, cuéntame. — Si Hyejin estuviera ahí con él, estaba seguro que le estaría abrazando y consintiendo.

—Hy-Hyunjin. Está aquí en Seúl.

—No me lo habías contado, creí haberte dicho que nunca te volvieras a acercar a él, Seungmin. — Regañó, estaba enojada, la conocía, quizás demasiado.

—Yo no quería acercarme a él, Noona. Él es el nuevo socio de donde trabajo, tuve que estar con él porque Changbin no estaba, estoy seguro que me estaba coqueteando, pero yo lo intimide y se mantuvo quieto. Pero al pasar los días, él todavía quiso acercarse a mí, lo rechace e ignore muchas veces, pero hoy no sé qué pasó, él se tiró encima mío y m-mordió mi cuello, lo peor no es eso, es que a mí lobo le gusto. — Le relató, mientras lágrimas volvían a correr por sus mejillas.

—Ese idiota, si estuviera ahí le partiría su puta cara, ¿Tú estás bien? — Muchos gruñidos fue lo que escuchó luego de esas palabras.

—Lo estoy, pero d-duele y no sólo físicamente. ¿S-Sabes que es lo que duele más en un c-corazón roto?, no ser capaz de recordar cómo te sentías antes. — Sollozó.

—Bebé, todo va estar bien. — Lloró de nuevo, con la dulce voz de Hyejin repitiendo que todo estaría bien y que todo se arreglaría.



❝ El corazón nunca olvida el lugar donde dejó sus mejores latidos ❞





Te amo Omega [hyunmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora