Cap 4

2.8K 344 53
                                    


Corea del sur, Seúl, 16 de enero.



[...]



Vestía completamente de negro, el conjunto le quedaba bien, la última vez que lo vio llevaba solamente un poco de maquillaje, como ahora, pero ahora su cabello castaño estaba más elegante, ahora de más cerca Seungmin se veía más pequeño, pero solamente era por pocos centímetros, y su olor era más frescos, encantador y seductor.

—H-Hola. — Es lo único que se le ocurrió decir, mientras ninguno de los tres decía algo. Momo parecía ser la que estaba más incómoda en el lugar, haciendo una reverencia se retiró.

—Supongo que eres el nuevo socio. — Su voz sonaba mejor de lo que la recordaba, sin tartamudeos, ni nerviosismos, no sumiso a la presencia de un alfa dominante, le gustaba.

—Supongo que sí. — Tomando un poco de confianza, sonando juguetón, claramente notado por el contrario. El castaño levantó una ceja ante su respuesta, y lo nervios volverían a él hasta sentir la boca seca. — Quiero decir, sí soy yo.

—Bien, pasa. — Inconscientemente o no, las caderas de Seungmin se movían de un lado a otro mientras caminaba y él lo seguía con la mirada, sin disimular su mirada ardiendo de deseo.

El omega tomó asiento en el escritorio y él al frente, no tomo mucho tiempo para que sus ojos se volverían a encontrar, y Hyunjin aunque quiso evitarlo sus ojos se dirigieron a los rosados labios del menor, lamiendo los propios por inercia, una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo.

—No creí que te gustaba, ya sabes esto... —Intento que el ambiente tensó e incómodo que se había creado se esfumará, pero no creía lograrlo con la intensa mirada de Seungmin sobre él.

—No es como si supieras muchas cosas sobre mí — Su voz estaba a la defensiva, eso lo podía entender, y le sería difícil derribar esa barrera de defensa, prosiguió más neutro. — Fue lo que más llamó mi atención los últimos tres años antes de la universidad, lo intente y aquí estoy.

—¿Tú escribes... ¿Qué haces aquí? — Aunque las preguntas podrían parecer personales, Hyunjin esperaba que el omega las respondiera, solo para entablar una conversión con él, para que su lobo se tranquilizara y no se tirará encima de Seungmin en cualquier momento.

—Edito, hago limpieza de errores, creó las imágenes, y sí escribo, he sacado dos libros por ahora. — Seungmin sonaba muy relajado, y eso no era bueno para que el lobo de Hyunjin se relajara, el castaño se veía tan frágil y bello, que su lobo solo quería tirarse encima de él y darle muchos mimos, así como lo había querido hacer hace años atrás.

Se preguntaba si el menor podía sentir su olor, porque suponía que se había hecho más intenso, sin ser a consciencia propia, ya que podría ser una jugada de su lobo por atraer a Seungmin o solamente por sus nervios.

Una llamada interrumpió su no muy normal conversión, Seungmin le miraba por veces, mientras que Hyunjin observando muy bien, se dio cuenta que con la mano que Seungmin tomaba el teléfono, tenía puesto el anillo que él le había regalado, el mismo que él llevaba en su mano.

—Claro, cuando terminé la llamada lo enviaré. — Le sonrió, pero para su mala suerte no para él, sino para la persona que estuviera detrás del teléfono.

Vamos, Hyunjin tú tienes un buen autocontrol, ¿Qué te pasa?

—Channie, ¿Qué tal?, o ¿Enserio?, ¡Felicidades!, ¿Qué edad tiene?, ¿Cómo dices que es su nombre?, ¿Yang Jeongin?, les deseo lo mejor esperó que todo les vaya excelente, ¿Nos vemos luego?, tengo algo que hacer, adiós. — Su tono en toda la llamada había sido dulce y acaramelado, tono que no había usado en ningún momento con él, menos las hermosas sonrisas que mostró.

La llamada término con un Seungmin alegre, pero cambio su mirada cuando esta se dirigió a él, pese a que el menor pareciera no gustarle su presencia, Hyunjin no tenía la intención de irse por un buen tiempo, y menos lo haría sin que Seungmin fuera con él.

—Tu anillo. —Reprimió un gruñido. Único que llevaba. — Fue el que yo te regalé. — Le afirmó sin duda.

—No lo creo... — Era muy predecible que no iba a creerle tan fácilmente.

—Tienen nuest-

—Usted debe de ser Hwang Hyunjin, un gusto conocerlo por fin. Soy Seo Changbin, esperó que Seungmin lo haya tratado bien, podemos comenzar nuestra por aquí. — Le sugirió, colocando una mano detrás de su espalda, alentándolo a entrar a la oficina, el alfa, bajo, piel tenue morena, le sonrió.

Sintió la lejanía y vio a Seungmin alejarse por el pasillo por el cual habían llegado.



[...]



Luego de la plática, Changbin le había enseñado donde quedaba cada lugar en el edificio, y que si tenía más dudas le preguntará a su asistente, pero no había dicho nombre del sujeto.

Mientras iba hacia la salida, recordó que no le había dicho a Jeno que ya era su hora de salida, buscó entre su pantalón su teléfono hasta hallarlo, y enviarle un rápido mensaje a Jeno, mientras salía del edificio.

Una rápida mirada fuera de la pantalla de su teléfono, pudo apreciar de nuevo al omega, que no había vuelto a ver, luego de haber sido guiado a la oficina de Changbin.

El detalle era que, ahora, estaba de nuevo con la niña con la cual lo había visto el día en la cafetería, pero ahora la llevaba cargada, mientras ella dormitaba en su hombro.

Bueno, ahora era buena oportunidad.

Se acercó sin ir de prisa, y Seungmin no tardó en sentir su presencia, ya que este volteo a verlo con sorpresa, que luego intento disimular, tosiendo.

—¿Ella es tu hija? — Su voz tembló un poco, pero se sentía ansioso de saber la respuesta.

Seungmin le observó por un momento, hasta morder su labio y soltarlos para hablar. — Sí, ¿Por qué?



"Te llevo en mi corazón porque en mi vida no puedo"






Te amo Omega [hyunmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora