Cap 2

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Corea, 10 de enero



[...]



Había tomado una decisión con respecto a su trabajo, al contrario de lo que había pensado su padre, fue una fácil respuesta.

—Creó que tomare trabajar en Seúl. — se dirigió a su padre luego del pequeño momento de silencio.

—¿Estas seguro, Hyunjin? Estarás solo, sin nosotros. — Su padre parecía querer convencerlo de que no se fuera, pero el enserio ya había tomado le decisión de irse y aprender a ser completamente independiente.

—Lo estoy, padre. — Le aseguró, mientras tomaba otra sorbo de su refresco. Su padre lo miró por uno momentos y se rindió asiento con la cabeza.

—Bueno, organizare tu viaje lo más rápido posible, así que haz tus maletas. Porque tu vida de adulto está por comenzar. — Sí, tal vez eso lo había asustado un poco, solo un poco.



[...]



No había tardado más de una semana en tener sus maletas listas y con su boleta en mano, su padre omega no le había querido soltar cuando se oyó el llamó del abordó de su vuelo, su otro padre le deseo suerte y prosperidad en su nuevo trabajo.

El tan solo pensamiento de que manejaría una empresa como un jefe, para representarla y hacerla socia de Hwang's Fantasy, rogaba por que todo estuviera de su lado y no decepcionará a su padre, quien había dejado todo en sus manos confiado en que sabría sobrellevarlo.

Por lo que su padre le había comentado, a la empresa que llegaría era de editoriales y escritores, o era por el estilo lo que había entendido, más no tenia ni idea del nombre del lugar o dónde exactamente quedaba este.

Tendría una casa solamente para él, mientras se acostumbraba al cambio de horario, ya en su vida diaria -hasta ahora- nunca había tenido muchas cosas que hacer, más que estudiar, comer y dormir, sí, esa era su aburrida vida.

Cuando su avión aterrizó eran exactamente las diez de la noche, pasó trayendo su maleta que no era exageradamente grande -y pesadas- como las de las otras personas, ya que no llevaba demasiada ropa.

En la salida, su padre le había dicho que su propio chofer, quien lo llevaría de un lugar a otro de hoy en adelante, lo estaría esperando frente al aeropuerto en una camioneta.

Lo supo reconocer ya que el alto hombre y de cabellos rubios le esperaba con un cartel en grande en medio escrito Hwang Hyunjin, se dirigió hacia él y le entregó su identificación, porque con su tapa bocas y su sombrero no le podría reconocer.

El hombre -alfa- se presentó ante él como Lee Jeno, lo llevó en la camioneta a la dónde sería su nueva casa, cuando llegaron Hyunjin quedó con la boca abierta de la impresión, la casa casi tanto como una mansión.

¿Solo para él?.

Aunque su padre le había querido contratar servicios, él se negó rotundamente, ya que él podía mantener su propia casa sin ayuda de nadie más, o era lo que le había dicho a su padre.

Cuando había arreglado sus cosas en su nueva habitación, se había acostado a las once y había despertado al siguiente día a las diez de la mañana y esa hermosa mañana nevaba en Seúl.

Como en la cocina no habían suficientes alimentos para prepararse una comida dignidad para la gran hambre que se cargaba, decidió ir a una café que había visto cerca de la casa.

Se baño y vistió con algo abrigado, porque el clima estaba para congelarse.

Su casa por fuera tenía un patio de un tamaño considerable, pero le agradaba tener mucha naturaleza alrededor, ya que siendo un secreto siempre le habían gustado las plantas.

Jeno lo llevó al lugar, llegando en menos de diez minutos, el café era pequeño con una decoración moderna y rústica, y en la parte de atrás se encontraba un pequeño patio de juego en el aire libre para los niños, donde habían pocos por la nieve que caía.

Su pedido fue tomado rápidamente, Jeno se había quedado en el auto por su propia decisión aún que Hyunjin le hubiera insistido en que desayunaran juntos.

Miró hacia el patio de juegos, donde uno o tres niños jugaban en el columpio, un hombre, que suponía que era padre de alguno de los niños, se hallaba de espaldas atendiendo una llamada, vestía un jersey morado largo, cual le llegaba hasta los muslos y un pantalón negro.

Cuando el hombre se volteó, porque una niña de cabello corto y castaño, le había agarrado de la pierna.

¡Joder! Casi cae de su propia silla.

¿Ella era su hija?

Su cabello era ahora platinado y sus mejillas tenían menos volumen del que recordaba, tenía solamente un poco de maquillaje que casi ni se notaba, su jersey se bajaba un poco en sus clavículas, dejando ver su lechosa piel, luciendo no tener marca alguna.

Era su bebé.

La niña que calculaba tenía cuatro o cinco años fue tomado entre los brazos de Seungmin, y su temor comenzó a crecer cuando se dio cuenta de lo parecido que eran.

Entraron de nuevo al local, y su lobo movió su cola emocionado, muy emocionado por haberlo visto más de cerca y poder percibirlo.

Manzana y vainilla.

Añoraba sentir de nuevo ese delicioso olor, qué le encantaba.

Pero Seungmin no noto su presencia



"Los ángeles no existen, afirmaba antes de conocerte "








Te amo Omega [hyunmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora