Antes...

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Antes...

El humo del cigarrillo dibujó un par de círculos en el aire llenando la habitación de un pesado olor a nicotina, el joven de aspecto suave se revolvió entre las mantas, los ojos del fumador detallaron la figura delicada sobre la amplia cama del hotel, la piel clara y de apariencia lechosa fue salpicada por el rastro de un par de labios que lo devoró hasta que no pudo soportar más. Los cabellos oscuros descansan suavemente sobre sus hombros cubriendo la espalda y parte del rostro, la persona parece tan frágil que el viento podría arrastrarlo lejos.

Un suspiro escapó de los labios del fumador abriendo la ventana ventilando la habitación, el ruido de la ciudad golpeó sus oídos haciéndolo sentir irritado, la persona en la cama se revolvió cuando una corriente de aire se coló por la habitación. Cerró la ventana rápidamente y consideró volver a la cama, sabe que lo que hizo no está bien, la persona que duerme pacíficamente entre las mantas no debería estar allí. De todas las personas en el mundo con las que pudo acostarse, ese joven estaba prohibido.

Nadie puede enterarse de lo que sucedió esa noche.

Después de dar un par de vueltas a ese asunto decidió que no puede volver a la cama, primero tomará un baño y aclarará su mente, debe planear una forma adecuada para rechazar a su amante, ambos necesitan ser conscientes de que enrollarse no está bien.

El reloj marcó las cuatro y media de la madrugada cuando salió del baño, la habitación parecía fría, sus ojos se posaron en la cama y la encontraron vacía, la persona que dormía allí solo unos minutos atrás se había marchado y sobre las almohadas dejó una nota.

«Me voy primero, ignoremos este asunto»

La sensación de alivio relajó su cuerpo, al final, no necesitó hacer nada, la otra persona entendía que esa noche no significó nada y también es consciente de que hablar de ello puede traer problemas. Después de secarse el cabello volvió a la cama, las sábanas conservan el aroma de la otra persona, su olfato identificó los matices, fresas, leche y vainilla, el olor es dulce, pero, no desagradable.

Una sonrisa cruzó su rostro, el aroma es tan agradable que solo puede pensar en el recuerdo de esa persona y el sabor de su piel y sus labios.

Realmente delicioso.  

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