Piloto (2)

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Yo: Oh, genial, ahora somos la familia Addams...

Ben: ¡Eh cascarrabias! Ven aquí.

No tube más remedio y fui. Seguidamente nos abrió la puerta Marcy, la vendedora de la casa. Entramos y nos empezó a decir chorradas, que si las lámparas eran de Tiffany o qué sé yo. Nos enseñó la cocina, que era lo más "moderno" que había en la casa. Mi madre soltó al perro para que caminara, y se fue trotando. Empezó a ladrar, así que mi madre me pidió que fuera a ver que le pasaba, y cuando llegué vi que le estaba ladrando a una puerta. Intenté abrirla, no podía, y después de varios intentos la conseguí abrir. Habían unas escaleras, así que supuse que era un sótano, bajé pero no vi nada y volví a subir.

Marcy: Antes de que acabe la visita, me veo obligada a contarles que les pasó a los antiguos dueños.

Vivien: Oh dios, ¿no morirían aquí?

Marcy: Pues sí, murieron los dos, asesinato-suicidio.

Yo: ¿Dónde paso?

Marcy: En el sótano.

Yo: Nos la quedamos.

Más tarde trajeron los muebles, cenamos y nos fuimos a dormir. Al día siguiente ya fui al instituto, una verdadera mierda. En el descanso me encendí un cigarillo.

-¡Eh! ¡El Consejo de alumnos ha prohibido fumar en espacios públicos! -Me dijo una chica, con unas pintas de pija que no se las aguantaba-

Yo: Soy nueva, no lo sabía...

Me empezó a gritar, no entendía por qué, me dijo que me lo tragara, ¿Esta tía está mal? Me cogió de los pelos a lo que reaccioné escupiéndole. Me fui riéndome mientras me gritaba que estaba muerta. Cuando llegué a casa, vi que mi madre había quitado todo el horroroso papel de flores, y debajo habían pinturas de cosas extrañas. Mi padre pasa consulta en casa, ya que es psiquiatra.

Ben: Dime Tate, ¿Cuándo empezaron esas fantasías?

Tate: Hace dos, y siempre es la misma.

Ben: Cuéntame.

Tate: Me preparo para la noble guerra. Estoy tranquilo, conozco el secreto. Sé lo que va a pasar y que nadie puede detenerme, ni yo mismo. 

Ben: Tu objetivo es gente que ha sido cruel contigo?

Tate: No, mato a gente que me gusta. Algunos ruegan por sus vidas, no me siento mal. Vivimos en un mundo de mierda, y sinceramente creo que les ayudo a escapar de esta mierda de vida.

Estaba en el baño, cogí la la cuchilla y me empecé a hacer cortes, cuando iba por la segunda, escuché la voz de alguien, y lo miré desde el espejo.

Tate: Lo estás haciendo mal, si quieres cortarte, hazlo vertical, no te lo podrán coser.

Yo: ¿Cómo has entrado aquí?

Tate: Y si quieres suicidarte, no olvides cerrar la puerta...

Quién era ese, y que hacía en casa. Supuse que igual era paciente de mi padre, algo que tendría más lógica. Así que el día siguiente decidí espiar a mi padre y a aquél chico, para saber más de él, y descubrir que le pasaba. Descubrí que se llama Tate, y por algo que había hecho, estaba tomando pastillas, pero las dejó, porque tiene miedo de que "su gran polla no funcionara". Si lo miras así es gracioso, pero luego dijo que acababa de conocer a alguien, y seguidamente me miró, así que sabía que estaba allí. No me di cuenta y cuando acabó con mi padre, subimos los dos a mi habitación a hablar.

Tate: Esta me la hice cuando se fue mi padre, a los 10 años, -Dijo aseñalándose una cicatriz-

Yo: La semana pasada, el primer día en el nuevo insti. ¿Por qué ves a mi padre?

Tate: No hagas preguntas si ya sabes la respuesta, eres más lista que yo. 

Ben: ¿Qué estáis haciendo aquí?

Yo: Sólo escuchamos música.

Ben: Tienes que irte Tate, lo siento pero lo sabes.

Seguidamente Tate se fue, ahora mismo lo odiaba, por un amigo que hago, lo hecha casi a patadas de mi habitación. 

Al día siguiente fui al instituto, y por el pasillo me encontré la chica del otro día y me dio una bofetada en la cara. Yo le grité, no le tenía miedo a nada, y menos a esa chica. Me tiró al suelo, así que cogí el cigarillo dle suelo que me había tirado y le quemé en la mano. Cuando llegué a casa, intenté que mi madre no me viera la herida de la frente, pero me la vio. Después de que me la curara, subí a mi habitación y estaba Tate. 

Yo: ¡La mataría!

Tate: Pues hazlo, una puta menos en el instituto. ¿Quieres que deje de amargarte la vida? Pues a parte de matarla, solo hay una solución, asutarla. Haz que te tenga miedo, esa gente sólo reacciona a eso.

Yo: ¡¿Cómo?!

Tate: Fácil acércate y dile que tienes la mejor droga de la ciudad, que se pase por casa a por su muestra gratuita. 

Yo: ¿Y cómo la asusto?

Tate: Déjamelo a mi.

Por la tarde Tate y yo llevamos a cabo nuestro plan, y le dije a la zorra esa que bajara al sótano, que es donde estaba Tate. Cuando llegamos, encendí la luz, para que la zorra lo viera y después la volví a apagar. Derrepente Tate empezó a decir: ¡Mátala, mátala!, y salió una cosa muy rara que le rasguñó la cara a la zorra, y como no aguantaba más encendí la luz y se fue corriendo.

Tate: No creo que vuelva a molestarte -Dijo mientras se apoyaba en la pared-

Yo: ¿Qué era eso?

Tate: ¿Qué? No era nada, ha sido divertido.

Yo: ¡Vete! ¡No quiero volver a verte! -Subí corriendo las escaleras del sótano-

Tate: ¡Dijiste que no te asustaba nada!

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2015 ⏰

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