O6

1K 127 6
                                    

— Ah ~ ¡Ya Jaemin, me duele!

El aludido soltó una última nalgada antes de alejarse escuchando las quejas de Chenle mientras sobaba su trasero y haciendo un puchero molesto se acercaba a su novio para refugiarse entre sus brazos, Jisung mordió su labio para evitar reír al verle con una mueca infantil acariciando sus cabellos y sobando su cadera. Jaemin los había golpeado a ambos después de que Jeno se hubiese ido desquitándose con ellos por haberle arruinado el momento. ¡Jeno iba a besarle de nuevo y ese par de metiches lo interrumpieron!

— No sé por qué estás tan molesto de todas maneras. — Jisung habló nuevamente después de un corto silencio. — Creí que te asustaba estar a solas con Jeno.

— Y nosotros solo queríamos saber qué sucedía porque tú no quisiste decirnos.

— Parecías muy extraño... Más de lo normal y ya sabes lo chismoso que es Chenle, por eso los espiábamos.

— ¡Tú fuiste el de la idea, idiota!

— Pero tú también eres un chismoso, zoquete.

— No nos hubieran descubierto si tú no hubieras tocado mi culo, pendejo hormonal.

— No es mi culpa que tengas buen culo, imbécil. — Al verle abrir la boca para protestar agregó: — Además bien que te gusta que te toque, sino no hubieras gemido, chiquito.

Jaemin les miró cruzado de brazos, mordiéndose el labio inferior para evitar reírse al ver las mejillas de Chenle encenderse de inmediato.

— ¡Chiquito la tienes! Hasta creo que tu nariz es más grande, neandertal narizón.

Jaemin dejó salir una fuerte carcajada al ver el rostro indignado del pelinegro junto a su mano tocando su pecho dramáticamente.

— Ya está, ya valiste mierda. ¡Idiota, con mi nariz no te metas, estúpido! — Chenle chilló cuando de pronto se alzó sujetándole de la cintura para cargarlo sobre su hombro y golpeó su espalda retorciéndose en un intento de obligarle a soltarle, pero otro chillido escapó de su garganta al sentir la nalgada que le propinó.

— ¡Bájame, bájame grandísimo idiota!

— No seas muy rudo con él, Jisung. — Jaemin gritó al ver al aludido abrir la puerta de la azotea todavía con Chenle luchando sobre su hombro. — Mañana tenemos deporte y tiene que correr.

— Oops... que mala suerte para ti, clumsy.

— No Jisung, en serio mañana el profe nos hace correr por toda la can-

Y dejó de escucharlos al haberse cerrado la puerta. De nuevo encontrándose solo en el tejado del instituto. Tomó una profunda respiración y acostándose miró el enorme lienzo azul sobre él decorado con nubes esponjosas. Cerró los ojos sintiendo la suave brisa caminar por su rostro con delicadeza y sin querer la imagen de Lee Jeno acercándose peligrosamente a su rostro hacía un buen rato llegó ante sus ojos.

Frunció el ceño al recordarlo, pues que él supiera Lee Jeno era heterosexual.

— Sí, claro. Heterosexual mis pelotas. — Habló en voz alta totalmente despreocupado, pues se hallaba completamente solo. — Maldito bastardo.

Soltó un suspiro pesado y cubrió sus ojos con su brazo sintiendo su rostro arder. Su corazón retumbó con fuerza y un cosquilleo le recorrió al recordar la sensación de los suaves y delicados labios moldeándose contra los suyos como si fueran expertos, como si supieran lo que tenían que hacer para derretirle.

Y por un momento se sintió ridículo. Porque aunque fuese patético, él siendo un joven de su edad nunca había besado de esa manera. Claro que había tenido alguna que otra sesión de besos antes, pero nunca como la que Lee Jeno había querido tener con él tan... de otro nivel.

Los besos de Lee Jeno eran de otro nivel.

por una apuesta | jaeno, nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora