ALFAS PARK (KookMin) TS

Three

La tensión era palpable en el comedor cuando Jimin y Jungkook entraron.

El comedor era de doce sillas, aunque no se acostumbraba a comer en este más que en días festivos o cenas importantes, casi siempre todos estaban desparramados donde querían. Sin embargo, todos estaban sentados en sus lugares, aunque no en sus respectivos lugares. Era muy raro que se utilizaran las cabeceras de la mesa rectangular, pero debido a que eran doce personas, tendrían que usar ambas cabeceras.

Cuando entraron todos parecieron quedarse callados y todos los ojos se dirigieron hacia ellos, más específicamente hacia sus manos entrelazadas en un firme agarre.

― Hijo, ven a sentarte ― indico Namjoon señalando la cabecera de la mesa, él por su parte estaba sentado a la derecha con un asiento vacío para Jin. Jungkook guio a Jimin hasta su silla y lo ayudo acomodarse. Luego se sentó a su izquierda, justo a un lado de Baekhyun quien le regalo una sonrisa tranquilizadora, aunque se pudo escuchar el gruñido molesto de Chanyeol.

― Quiero una cena tranquila ― comento Seokjin entrando con una tarta de manzana cortada en doce pedazos y colocándola cerca del centro de la mesa ―. Cuando empiece el postre hablaremos.

Todos asintieron en silencio y comenzaron a comer.

Jimin se fijó que su padre los sentó de forma estratégica. A Jimin lo sentó en la cabecera que daba de frente a Yoongi, su hermano mediador. Yoongi tenía a su lado a Taemin y a J-hope, lo que quería decir que solo él podía mantener controlado a ese par. Supo que su padre Jin dejo a Jungkook a lado de Baek porque sabía que este actuaba como un escudo para Jungkook porque, aunque lo quisiera o no, Chanyeol tendría que proteger a Baek.

― ¿Quieres miel? ― le pregunto Jungkook, que ya estaba acostumbrado a sus raras comidas de Jimin.

El pequeño omega asintió. Jungkook se levantó mirando a Seokjin quien asintió comprendiendo la petición del alfa. El cuerpo de Jungkook desapareció en la cocina y volvió a salir poco después con crema chantillí, un frasco de miel y un paquete de galletas de chocolate. Se sentó otra vez y en un plato limpio comenzó a preparar galletas con crema y miel. Los ojitos de Jimin brillaban de alegría y mordía sus labios por el hambre que tenía. Sin embargo, Jungkook también le coloco vegetales aun lado del plato de galletas y eso le hizo hacer un puchero a Jimin.

― Sabes que debes comer un poco de todo ― lo regaño Jungkook y su mano saco un frasco escondido que traía con aderezo ranch para acompañar con los vegetales. Lo que le hizo devolver esa sonrisa a Jimin ―. Solo por esta vez.

Cuando Jungkook le dejo el plato a Jimin y vio como dio la primera mordida a la galleta se decidió a comer.

― Tengo una pregunta, no sé si se pueda ― dice Baek mirando hacia Jin. Quien asintió. Sabía que Baek no podría decir nada que alterara la estabilidad de la cena ―. Todos sabemos que se odian a muerte, pero ahora se les ve tan enamorados. Con un bebe en camino ¿Cómo fue entonces que comenzaron a llevarse bien?

― Si ¿Cómo comenzaron a mentirle a su familia? ¡AH!

Baekhyun le había pellizcado tan fuerte a Chanyeol que lo hizo gritar. Cuando Chanyeol vio la mirada asesina de Baek, decidió quedarse callado y continuar con su cena.

Jimin y Jungkook se miraron.

― No lo teníamos planeado ― dijo Jimin, cruzado de brazos. Para luego suspirar ―. Recuerdo que fue hace algunos años, cuando me enoje tanto con ustedes porque no me dejaban salir a fiestas. Estaba tan enojado y frustrado que salí corriendo. Aún recuerdo cómo fue que hui hacía el río, era una noche fría. Me quede sentado junto a las piedras, acompañado del sonido del río cuando escuche unos pasos y luego una enorme cobija cayó sobre mis hombros. Jungkook me había visto huir de mi casa desde la ventana de su habitación, recuerdo que se había estado quedando con Taehyung por unos trabajos de la escuela, y me siguió. Recuerdo que estaba muy molesto con ganas de expulsar todo, pero a la vez sin fuerzas para hacerlo. Jungkook comenzó a contarme muchas cosas que sentía que no podía hacer por culpa de sus hermanos mayores, ellos siempre fueron los mejores y él solo parecía un chico rebelde.