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Al día siguiente Soobin estaba demasiado cansado. Beomgyu y él terminaron pasadas las once de la noche de desempacar y ordenar todos los libros con Taehyun. Éstos le ofrecieron que se quede a dormir en su casa, pero el menor tenía mucha tarea que hacer.

Tenía dos trabajos que entregar al día siguiente y todavía no había empezado con ninguno, así que se tuvo que quedarse hasta tarde.

Era la primera vez que el menor no prestaba atención a sus clases. Lo único que quería era su cama para poder dormir.

Jungwon pensaba que su amigo medio dormido era lo más tierno del mundo. No pudo evitar sacarle una foto y reír como bobo por ella, su amigo era muy lindo.

Y Jung no era el único cautivado por los ojos adormilados de Soobin, Yeonjun estaba que tenía un derrame nasal.

Tenía unas ganas de agarrarlo y arroparlo, dándole muchos mimos hasta que se duerma. Jimin creía que Soobin era el único que podía sacar ese lado 'meloso' de su amigo.

Soobin trataba de quedarse despierto, pero realmente no podía. Su cabeza casi cae en el arroz si no fuera porque Jungwoon estaba ahí para detenerlo.

Creía que la clase de gimnasia que tenían después del almuerzo lo haría sentirse más energético y lo mantendría despierto hasta el fin de clases.

-¡Soobin, vamos! Si llegamos tarde el profesor nos matará.- Jungwon, uno de sus amigos de la clase lo llamó para que se apurara.

Éste se terminó de atar los cordones de sus zapatos y caminó a paso lento con su compañero de gimnasia. Éste le hablaba, pero sólo podía sonreír y asentir. Parecía un niño que necesitaba su siesta después de la comida.

Apenas llegaron, el profesor les ordenó que corrieran doce minutos alrededor de la cancha y después jugarían un partido de futbol. Muchos festejaron por eso, ya que la clase de hoy iba a ser 'liviana' en comparación a otros días. Soobin dio una vuelta y ya sentía que había corrido una maratón. Así de vago podía llegar a ser cuando quería.

Pero pudo aguantar. También pudo jugar un poco al fútbol, pero tampoco se movía mucho, dejaba que los demás hicieran todo el trabajo.

En otro momento hubiera jugado alegremente, pero hoy no tenía ánimos.

Cuando vio que la pelota se le acercaba, quiso pasársela a uno de sus compañeros para así poder hacer algo por su equipo.

Pero no creía que iba a terminar de cara contra el piso. Pudo sentir cómo algunas piedritas de la tierra raspaba su piel.

Todo su cuerpo le dolía, cuando abrió los ojos pudo ver los zapatos de sus compañeros y muchos "perdón, perdón", por una voz femenina.

Una chica del equipo contrario lo había empujado sin querer para que éste no tocará la pelota.

-Soobin, ¿estás bien? Muévanse, tarados.- Yeonjun se acercó corriendo al menor cuando vio lo qué pasó. Soobin había podido darse la vuelta y quedar sentado, pero todo su cuerpo palpitaba, le dolía mucho.

Yeonjun se agachó enfrente del menor y cuando lo vio juró que su corazón saltó en todas las direcciones.

Soobin tenía tierra y algunos raspones por la cara. Pero éste se mordía el labio y tenía los ojos llorosos. El mayor suspiró, su Soobin era como un hermoso niño.

Además, notaba cómo éste pestañeaba varias veces seguidas y, después de verlo tanto tiempo, notó que lo hacía cuando estaba incómodo o nervioso.

-¿Vamos a la enfermería?.- es lo único que pudo preguntar, además de seguir admirándolo. El menor asintió y se acercó a Yeonjun para que éste lo tomara entre sus brazos. Yeonjun gustoso aceptó. Lo agarró de la cintura y lo levantó sin problemas.

Nota mental de Yeonjun #1: Regalarle comida a Soobin, es muy liviano y flaco.

Soobin puso su cara entre el cuello del mayor y éste pudo escuchar un sollozo. Por un momento quería tirarse al piso y llorar de la emoción, pero no podía hacerlo. Soobin lo necesitaba.

Así que a paso rápido, pero con cuidado, caminó hacia la enfermería con la cara roja.

El profesor los dejó irse sin nada más que decir. Jimin y el compañero de clase Jungwon, miraban a donde se iban los dos chicos.

-No sabía que Yeonjun y Soobin eran cercanos.- el de cabellos oscuros decía mientras se secaba el sudor de la frente. El azabache sólo pudo negar con la cabeza.

-Es que Soobin es simplemente adorable, ¿sabes?.- Jimin le respondió mientras se cruzaba de brazos-, y Yeonjun es su acosador, todo muy normal.

°°°

Soobin y Yeonjun se encontraban en la enfermería. El mayor se había encargado de curar con delicadeza todas las heridas de Soobin. Éste último había soltado un par de lágrimas, pero todas fueron limpiadas por las manos del mayor.

Estaba cansado y adolorido.

Después de haberse encargado de desinfectar las heridas, Yeonjun terminó poniendo curitas por todos lados y acariciando con delicadeza la rodillita del menor, ya que decía que le dolían mucho.

Después de los mimos que le hizo su Hyung ya se sentía un poco mejor.

-Listo, terminamos.

Un inaudible gracias se escuchó en el silencioso cuarto. El mayor guardó los remedios que había usado y tiró algunos algodones con sangre y tierra a la basura y se volvió a sentar en una silla. Éste suspiró cruzándose de brazos.

-Note que estás muy cansado, será mejor que duermas un rato.

Obvio que lo había notado decaído todo el día. Se la había pasado mirando al pobre chico todo el día. Soobin sólo pudo asentir y se acostó mirando a Yeonjun. Hubo un silencio por un momento, pero no era incómodo.

-¿Por qué azul?.

-¿Eh?.

-Digo... ¿por qué decidiste teñir tu pelo así?.- se acomodó mejor en la cama. Era una pregunta muy random, pero tenía intriga.

Yeonjun lo pensó un poco. La verdad no sabía la razón, una vez Jimin lo convenció y decidió hacerlo. Fue algo del momento, no lo tenía planeado.

-¿Por que lo dices? ¿Me queda mal?.

-No, claro que no.- un bostezo lo interrumpió y cerró sus ojos. -Pero creo que un color más natural te quedaría mejor.

Yeonjun se quedó pensando un poco mirando al techo y se tocó el pelo. ¿A qué se refería con natural...? Tal vez podría cambiarse el color de pelo. Éste volvió a mirar al menor y notó cómo estaba completamente dormido. Sonrió al verlo tan relajado. Se levantó y se sentó al lado de él para poder acariciarle su pelo despacio.

Yeonjun no podía borrar la sonrisa que tenía en su cara. Le parecía tan adorable. Estaba muy cerca de Soobin, no podía creer todo el autocontrol que estaba teniendo para no saltar y gritar en este preciso momento.

Pero tenía que admitir que valía la pena, y mucho.

Por último se acercó a Soobin y dejó un cálido beso en su frente.

-Que descanses, Soo.

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MINE || YEONBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora