M.R.C.U.D.M. (Pausada)

28

Poco después de que Min-ha abandonara el anexo, la puerta de la habitación interior de la duquesa se abrió silenciosamente.

Entonces, un hombre salió por la puerta.

Un hombre vestido demasiado viejo y en mal estado para ser un sirviente del Persen salió lentamente con los zapatos gastados.

Aunque doblaba la espalda o todo el cuerpo, su físico bastante grande y fuerte cubría su rostro con un gran sombrero de paja que se podía ver bajando las escaleras por el pasillo de un anexo vacío donde nadie podía escucharlo.

Cuando el hombre escapó con seguridad de la entrada en el primer piso y se paró frente al anexo, tembló cuando vio a los guardias caminando hacia él desde la puerta principal.

Por otro lado, los guardias también vieron la figura de un hombre sospechoso parado frente al anexo de la duquesa, y se acercaron a ellos con expresión sombría.

"¡Hola! ¡¿Quien diablos eres tú?!"

"¡Revela tu identidad!"

Ante eso, el hombre inclinó aún más su espalda torcida y se frotó las manos con mal humor en respuesta.

"Oh mi. No soy una persona sospechosa ".

"¿Entonces, quién eres? ¿Cómo te atreves a venir aquí?

"... Yo, me llamaron al lado del muro occidental ... pero tenía prisa por ir al baño y me perdí mientras buscaba el baño, así que vine aquí".

"¿En realidad? Muéstrame tu pase ".

"..."

"Si vinieras al castillo a trabajar, ¿no tendrías un pase?"

"... Ah, jaja. Sí, por supuesto."

El hombre buscó sus brazos como avergonzado por las palabras de los guardias, ya que sus explicaciones no fueron bien recibidas, y sacó una pequeña placa de madera.

Los guardias lo tomaron y lo miraron un rato, antes de devolvérselo al hombre ya que no pudieron encontrar nada sospechoso. Luego señalaron la puerta hacia la parte posterior de la ventana en la que estaban y dijeron.

"Tsk. El baño está ahí. ¡Idiota, no te acerques nunca más de esta manera! La próxima vez que vuelva a suceder algo así, ¡no creas que pasará tan bien como esta vez! "

"¡Derecha! Si no fuera por la orden del duque de tratar a los siervos que trabajaban con nosotros con generosidad, ¡habrías estado yendo al calabozo hace mucho tiempo!

"...¡Oh! ¡Sí Sí! ¡Lo tendré en cuenta!"

Los guardias continuaron inclinándose y caminando dentro de la mansión, pateando sus lenguas como si se sintieran patéticos con el hombre que estaba pidiendo que cometiera un delito.

Fue solo entonces que el hombre que había levantado los ojos con la cabeza inclinada, ya que su presencia desapareció por completo, movió su cuerpo con cuidado y respiró hondo. Se escondió entre los arbustos dentro de la muralla del castillo en una postura extraña.

"Suspiro-"

Cuando no pudo escuchar completamente ninguna voz a su alrededor, el hombre enderezó su espalda encorvada y se quitó el sombrero de paja que cubría su rostro, y lo sostuvo en su mano. La apariencia que se reveló fue completamente incompatible con su actitud hosca hace un tiempo.

Incluso a la sombra de un árbol oscuro, su cabello rubio, una frente recta, una nariz alta, labios finos y ojos rojos ardiendo como el rubí más fino eran difíciles de ver como los de un siervo.