4

1.3K 186 29
                                    

Durante el trayecto al Hanshi, Wei Wuxian no podía sacar de su cabeza la mirada de muerte que había recibido por parte de Lan Zhan y a pesar de saber que no era dirigida a su persona, no pudo evitar sentir una molestia en su corazón.

Haber amado a Lan WangJi había sido algo en lo que Wei Wuxian había caído antes de darse cuenta, por lo que, al ser el receptor del amor infinito que su esposo poseía, Wei Wuxian se volvió ciego ante el odio que el hombre estaba impartiendo hacia cualquiera que pusiera los ojos, malos o buenos, sobre su persona.

Perdido en su pensamientos atravesó el patio rodeado de bambú que se encontraba frente al Hanshi, subió las escaleras y luego dió un par de golpecitos a la puerta. La actitud alegre que siempre lo rodeaba no era posible de encontrar y aunque le costara creerlo, de haberse cruzado con algún discípulo, este no habría notado problema alguno con la persona que caminaba a través de los Recesos de las Nubes vestido de morado y negro.

Un par de minutos más tarde la puerta fue abierta lentamente y el hombre de blanco no pudo evitar la expresión de sorpresa que atravesó su rostro. Pero antes de siquiera decir una palabra, el hombre de morado le dió una pequeña sonrisa y le habló de una manera que dejó aún más confundido al Lan.

- Hola Xichen-ge. Siento molestarte.

Al observar la expresión de sorpresa que poseía el Lan y rebobinar sus anteriores palabras, Wei Wuxian cayó en cuenta de la metida de pata y nerviosamente trató de retractarse, empeorando así la situación.

- Ehem, quiero decir. Zewu-Jun. Lamento incomodarlo pero necesita su ayuda.

Controlando su expresión y con una sonrisa que no llegó a sus ojos, Lan Xichen dejó al hombre entrar. Wei Wuxian por lo tanto ingresó a la estancia y tomó asiento inmediatamente frente a la mesa de Lan Xichen donde se encontraban una tetera y un par de tazas.

Lan Xichen no había dejado de observar al hombre de morado por ningún segundo, tomando en cuenta cada movimiento que realizaba. Tomó asiento luego en frente a su invitado y les sirvió a ambos el té. Animó al hombre que la bebiera y este a pesar de lucir como si quisiera negarse terminó bebiendo un sorbo del té, solo para arrugar la cara y dejar la taza en su lugar.

La sonrisa de Lan Xichen se volvió un poquito mayor y empezó a hablar.

- Sabía que ustedes dos eran como agua y aceite. Ahora no puede quedar más claro.

- Perdón, a qué se refiere Xic-Zewu-Jun.

- Por favor Hermano Wei. De verdad que no le sale el papel de Líder Lan.

- Así de evidente soy? Qué fue lo que me delató?

- En primer lugar, el Líder Jiang jamás se acercaría directamente a mí sabiendo que estoy en reclusión. En segundo lugar, inclusive si para el asunto fuera absolutamente necesario, solicitaría una audiencia conmigo en el salón principal. Tercero, no somos cercanos y como dice mi tío, el Líder Jiang es un ejemplo de buenos modales, por lo que jamás se dirigiría a mi de esa forma familiar, ni siquiera por error. Tampoco tomaría asiento antes que su anfitrión o dejaría en evidencia que el té no es de su agrado, por más amargo que le parezca.

Así Lan Xichen demostraba lo que el engaño y la posterior reclusión le habían enseñado, observar cada cosa o persona hasta el mínimo detalle, sin dejarse engañar por nadie.

Al ser descubierto su teatro, Wei Wuxian se dejó caer al suelo y extendió sus extremidades como una estrella, permitiéndose actuar como sí mismo en un lugar donde nadie más lo observaría.

- Vaya Xichen-ge. Debo admitir que estoy bastante impresionado. No sabía que conocía tan bien a Jiang Cheng.

- En realidad no lo hago. Solamente comparé al Líder que acude a las Conferencias con el hombre que hoy entró por mi puerta. Fue bastante simple en realidad. Hasta podría decir que bajó la guardia. Pero dígame Hermano Wei, cómo conseguió robarle al Líder Jiang su cuerpo? Está él bien?

Intercambio Y Resultado Inesperados - ZhanChengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora