Complicated ||Cara Delevingne||

Ella..

Para quien esté realmente intesado en ella:

Escribo esta carta con el fin de explicarte todo lo que descubrirás poco a poco de Elizabeth. La conocí mejor que sus amigas o su familia, supe todos sus sentimientos –hasta los más raros- y todos sus secretos, hasta los más íntimos.

Nos conocimos en el instituto, ella siempre iba en otra clase, nunca estuvimos juntos. Ella no era popular, pero tampoco era de esas marginadas antisociales. Se la pasaba con sus amigas y yo con mis amigos. En la salida del instituto siempre los grupos sociales disminuían a su número original y se revolvían, quedando los populares y los no tan populares juntos.

Ella y unas cuantas de sus amigas siempre se juntaba con mis amigos. Siempre platicábamos de lo que nos sucedió en el día o de lo que haríamos en la tarde. Contábamos nuestros gustos o discutíamos sobre quién era mejor como Goku o Naruto, o si qué elemento preferíamos: Aire, Fuego, Tierra o Agua. Creo que éramos unos adolescentes idiotas sin nada que hacer... Ah, se me olvidaba, todavía lo somos.

Recuerdo un día...

Flashback**

El instituto se quedó solo, y nos encontrábamos ella y yo. Casualmente todos nuestros amigos y no tan amigos, se habían ido temprano a sus casas. Elie y yo esperábamos a que nuestras madres se preocuparan por nosotros y nos fueran a recoger. Ella vestía el uniforme diario del instituto, una falda hasta la rodilla color café con cuados y la playera beige con el logo; yo en cambio vestía el uniforme de deportes: un short café y la playera beige. Estaba en mi típica pose: manos en los bolsillos, mirada a la calle, recargando mi peso en una pierna y descansando la otra. Elie miraba a ambos lados de la calle para ver si su madre venía por ella, pero sus esperanzas cada vez disminuían y el estar preocupada ya no le importaba.

Sinceramente pienso que las casualidades no existen, y que todo pasa por obra del destino, o de lo que sea que se encargue de que sucedan las cosas.

Ella rompió el hielo, ella siempre fue la atrevida, la rebelde, la que no le importa lo que piensen los demás y por eso la admiro, porque ella tiene sus ideales y no los deja por nada del mundo. Yo... ¿cómo decirlo? Soy distinto, totalmente distinto, soy tímido, pero no demasiado; no me hubiera atrevido a hablarle, pero ella simplemente lo hizo, muy fácil...

-"¿Quién viene por ti?" –preguntó ella, su mirada era alegre y un poco preocupada pero trataba de no demostrarlo.

-"Mi mamá" –respondí. Sabía que si no continuaba con la plática se realizaría un muy molesto silencio entre nosotros y sería incómodo. Así que continué. -"¿Y quién viene por ti?"

Se acercó unos pasos hacía mí. Yo era alto, pero comparado con ella creo que era un gigante. Tenía que estar un poco lejos para no alzara mucho la mirada. Supongo que Elizabeth medía como 1.50 mts, sí era una enana. Tenía su cabello de largo empezando la cintura. Era color castaño oscuro y medio ondulado. Sus ojos eran color cafés, pero algo extraños; tenía una mutación llamada: "Heterocromía", donde el iris de un ojo es de un color y el otro iris de otro color. Sin embargo, ella era morena clara y tenía un iris café y otro café más oscuro. Yo supongo que si hubiera sigo güera de cabello rubio, tendría un iris azul y otro verde. Pero como dicen: "Los hubiera no existen".

Sonrió, y creo que me deleitó porque me miraba con sinceridad. La conversación continuó.

-"Mi mamá –respondió Elie-, pero no sé por qué tarda tanto. Es un poco irónico, vivo una calle más delante del instituto y no es posible que no venga. Aparte ya van a dar las 3".

Suspiró. Su preocupación me causó gracia, ella parece que no conoce a mi mamá...

Cierto, no la conoce.