Te miras al espejo sin ninguna esperanza
quieres cambiar pero no sabes por dónde empezar,
volver a nacer dices que es tu prioridad,
pero no creo que sea lo que deseas.
Te amabas, te amabas, te amabas
hasta que ellos dijeron que cambiaras.
Te volviste el fuego de tu propio incendio,
una luz que no se apaga ni con un deseo,
dejaste que te reutilizarán
cada vez que su soledad llegaba.
Estuviste para todos, pero
cuando vieron tus grandes llamas se fueron.
El fuego que ellos crearon te lo regalaron,
quemas tus deseos para priorizar los de ellos...
-A.m
