𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐢𝐧𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞 [ 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧]

CAPÍTULO XXXV - Before it's too late

Todas las cosas vienen a aquellos que esperan
A veces vienen demasiado tarde
Y sí no hablamos nunca más de nuevo
No quiero hacer ése error
Parece que nunca encontramos
El lugar o el tiempo
Para decir lo que está en nuestras mentes

Dime todo ahora
No dejes nada fuera
Te diré todos mis miedos
Mis errores
Antes de que sea demasiado tarde

No quiero despertar un día
Preguntándome sí he rehuido
De algo que una vez parecía tan difícil
Una cosa que es tan simple de decir
¿Por Qué siempre escondes
Tus lágrimas cuando lloras?
No es tiempo de intentar

Antes de que sea demasiado tarde

A la mañana siguiente Yoongi llegó puntual a recoger a Jimin, incluso pasó con una hora de anticipación, la ansiedad por llegar a tiempo y de verlo lo carcomía que terminó por llegar más temprano.

Jimin no esperaba aquello así que al recibir la llamada del pálido avisándole que estaba afuera, salió corriendo apurado, mal vestido y mal peinado y sin su café de las mañanas.

Llegó corriendo al carro agitado y Yoongi lo recibió con una preciosa sonrisa que derritió en ese instante el corazón del rubio.

Por alguna extraña razón y por inercia Jimin al subirse al carro antes de abrocharse el cinturón se acercó a la cara del mayor y dejo un beso en la comisura de sus labios, al instante de que se percató de sus acciones se avergonzó demasiado y se sonrojo de sobremanera.

—Lo siento, de verdad, lo siento... no sé... la costumbre.

Yoongi no dijo nada y solo se carcajeo de aquello haciendo al rubio reír a carcajadas también, Yoongi entendía aquella acción, ya que cada que pasaba por su chico cuando eran novios Jimin lo primero que hacía era depositar un beso en sus labios, la memoria de las acciones pasadas actuó antes que la razón y eso hizo sentir feliz al pelinegro.

—Al parecer aún no estabas listo, vamos por café ¿Te parece?

Jimin asintió mientras bajaba el parasol del auto para verse en el espejo de este y poder acomodarse el cabello.

Yoongi en cada oportunidad lo veía de reojo, lo encontraba hermoso, con el cabello aún húmedo y alborotado, la camisa con algunos botones abiertos y la corbata aún sin acomodar, era una imagen tan bonita de su ex novio que le inflaba el pecho de amor, moría por ser él quien le acomodara la camisa y la corbata.

Llegaron a la cafetería y vieron que seguía siendo temprano así que decidieron bajarse en vez de pedir por el autoservicio y en cuanto se bajaron Yoongi interceptó a Jimin y lo pegó al cofre del carro, se dispuso a acomodarle la camisa y la corbata justo como había ansiado hacer todo el camino.

Mientras hacía esto se mordía los labios, inhalaba profundamente el aroma del rubio, a jabón, champú y esa loción que lo transportaba a otra galaxia, por su parte Jimin al ver al pálido tan concentrado en su labor se dió el tiempo de ver con calma las facciones del hombre frente suyo, admirando la belleza de su rostro, el cutis perfecto, sin imperfecciones, la pulcritud de su ropa, lo rico que olía, lo varonil que era.

Ambos nerviosos con el corazón acelerado en una situación tan íntima, tan doméstica, haciéndolo ver como algo rutinario entre ellos, que en el pasado lo era, pero ahora se sentía tan nuevo, tan diferente, tan único y especial.

—¡Listo, quedó perfecto!—Dijo el mayor admirando su obra maestra un nudo eldredge.