Girasol - Eres mi tesoro

C104 - El mariscal va a tener un hijo

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Zhao Lingyu repartió un total de cuatro Píldoras de Embarazo la noche anterior y las personas a las que se las dio fueron todas mujeres cuidadosamente seleccionadas. A primera hora de la mañana, tres de estas cuatro mujeres ya estaban embarazadas y la que no lo estaba, era puramente porque no había pasado la noche con nadie.

De hecho, Zhao Lingyu también pensó en buscar a dos hombres para enviarles la medicina. Después de todo, el efecto era más importante, pero no quería que la Píldora del Embarazo cayera en manos de otros, así que tenía que ver a la otra persona comerla.

Las mujeres que la coman se quedarán embarazadas tarde o temprano. Si la comen los hombres... Si a esa persona no le gustaban los hombres, ¿cómo iba a quedarse embarazado? Por lo tanto, era mejor dárselo a las mujeres para que lo comieran por ahora, pero el emperador...

Desde que la emperatriz se quedó embarazada, Crohn y Keith tenían que ir al palacio de vez en cuando, así que el palacio estaba lleno de gente que iba y venía. Pero el emperador y su esposa mordieron el anzuelo y accedieron a decir a los demás que no tenían ninguna Píldora de Embarazo en sus manos, así que con el tiempo la gente que iba al palacio era cada vez menos.

Pero todavía había gente que informaba a diario y el más diligente era el Mariscal de Ruoya, Raymond. El Imperio Ruoya tiene dos potencias de nivel nueve, una era Su Majestad el Emperador y la otra era el Mariscal Raymond.

Entre ellos nadie se sorprendió de que Su Majestad el Emperador fuera capaz de alcanzar el nivel nueve, porque su madre también era una usuaria de habilidades de nivel nueve. Pero el Mariscal Raymond era una existencia muy especial.

Los padres del Mariscal Raymond eran de nivel seis y siete. Nació con un talento excepcional. Más tarde, y más aún en el proceso de crecimiento y de sufrir una serie de extraños encuentros, finalmente alcanzó el nivel nueve.

Convertirse en una potencia de nivel nueve era algo bueno, pero también era algo malo. Raymond tenía más de cuatrocientos años este año, pero nunca había tenido un hijo ni había dejado embarazada a nadie. Por supuesto, Will el Grande pensó que Raymond nunca había dejado embarazada a nadie, principalmente porque el hombre no estaba cerca de las mujeres.

El Mariscal del Imperio de Ruoya siempre estaba estacionado en las fronteras de Ruoya con su ejército para disuadir a los países cercanos e incluso después de tantos años, nunca tuvo una pareja estable.

No sabía por qué una persona que nunca parecía mostrar preocupación por los niños volvía a toda prisa después de recibir la noticia y acudía a él todos los días sólo para que sacara una Píldora de Embarazo.

―Si quieres tener un hijo, cásate cuanto antes... La teniente general Jones tiene la misma habilidad que tú y siempre te ha gustado. Si te hubieras casado con ella, habrías tenido un hijo hace tiempo. ―Will el Grande ha estado hablando con Raymond desde hace unos días, o simplemente haciendo otras cosas. Por no hablar de la Píldora de Embarazo, hoy incluso se ha atrevido a cotillear.

Aunque el Mariscal Raymond se presentaba puntualmente en palacio todos los días, nunca hablaba mucho. En ese momento, el Mariscal Raymond miró a Will el Grande con un rostro inexpresivo. ―No me gusta.

―Entonces, ¿cómo te gusta? No, ahora de repente quieres tener hijos, debe ser porque has encontrado a alguien que te gusta. ¿Cuándo me la vas a traer para enseñármela? ―El regordete Will el Grande sonrió. El Mariscal Raymond frunció ligeramente el ceño antes de decir: ―Primero dame esa medicina para el parto.

―Esa medicina hay que dársela a la persona que dará a luz al niño. ¿Cómo puedo dártela si no traes a la persona? ―Will el Grande se rió. Aunque Raymond era un soldado, no estaba interesado en la expansión, ni en una civilización inferior que no tenía poder para luchar. Según la petición de Zhao Lingyu, estaba perfectamente bien darle una Píldora de Embarazo. También podría dar unas cuantas para que Ruoya pudiera tener unos cuantos expertos más de nivel nueve.