Vincenzo se encuentra en Corea, es un día muy lluvioso y recuerdos corren por su cabeza, ignorando eso ve la foto de la chica...
Kim t/n hija de un gran mafioso y de una diseñadora reconocida mundialmente, ah vivido una vida llena de lujos y privile...
Me encontraba en una cita con Vincenzo, estábamos en un parque de diversiones, apenas habíamos llegado pero de verdad me estaba divirtiendo, vi un puesto de algodón de azúcar y mire a Vincenzo...
t/n: voy a comprar uno, quieres?- le pregunte-
Vincenzo: mmh?- me miro y negó- no así estoy bien, aquí te espero.- me dijo sonriendo-
Asentí y corrí hasta donde estaba el puesto, pedí el algodón y el señor lo comenzó a hacer, cuando me lo entrego, pague y regrese con Vincenzo, ah y por cierto esto traía puesto:
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t/n: regrese.- dije sonriendo-
Vincenzo: bien entonces vamos.- tomo mi mano-
Entrelazo nuestros dedos y comenzamos a caminar, primero queríamos ver los juegos para saber cuantos boletos compraríamos y no comprar de mas y desperdiciarlos...
t/n: entonces la montaña rusa, la rueda de la fortuna, las sillas voladoras, el barco pirata y la torre.- dije los juegos-
//aquí hago un pequeño apartado, para decir que "La torre" es este juego:
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no se como la conozcan ustedes, pero yo la conozco pues como "la torre", en fin sigamos//
Vincenzo asintió y pidió los 5 boletos, al dárselos rápidamente fuimos a el primer juego, la montaña rusa, subimos hasta enfrente, quería sentir esa adrenalina...
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Bajamos y Vincenzo no paraba de reír, parecía gato asustado, mi piel estaba chinita y sentía que moriría de un ataque cardiaco, aunque los otros juegos no fueron tanto, varios gritos si me sacaron pero no como para no poder ni moverme, salimos de ahí y Vincenzo me llevo a mi casa, al llegar rápidamente subí, ya que estos últimos días me estan preguntando de la organización de la boda y no me siento 100% segura de que quiera hacer esto tan repentinamente...
