Hey! /kiribaku

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Esa misma tarde, Bakugô recibió un mensaje de texto.

Número desconocido: 
Hola Bakugô! Soy Eijirô Kirishima, tenemos que hacer el trabajo.

cambiando nombre...

Pelos de mierda:
¿Cómo quieres que lo hagamos?
¿Quedamos en tu casa?

Bakugô
Calma, idiota, mi casa no es
una opción para quedar ni nada

Pelos de mierda:
No pasa nada hombre! podemos
ir a la mía, si a ti no te molesta.

Bakugô
Lo que sea

Pelos de mierda:
¡Genial! lo hablamos mañana en clase.

Bakugô no respondió ese mensaje porque tenía que hacer deberes, pero antes decidió releer las cartas que le había mandado su "admirador secreto".

Le ponía muy feliz saber que alguien quería ser su amigo, pero su orgullo jamás le dejaría reconocerlo, así que simplemente guardó las cartas debajo de su cama para verlas si alguna vez se sentía mal.

-¡Katsuki! ¿¡Por qué no has avisado de que habías llegado, mocoso malcriado!?

Aquí vamos de nuevo...

-Pelos de mierda, escúchame porque no lo voy a repetir. Vete.

-¡Tenemos que hablar del trabajo! 

-Podemos hablar en clase, yo siempre como solo.

-¿Por qué?

-...

-Bueno, no me lo tienes que decir si no quieres...pero el trabajo es importante, es mi única posibilidad de aprobar historia de los héroes.

-Haremos un trabajo jodidamente genial.

-¡No esperaba menos de ti, Bakugô!

-Lo que sea -el rubio había apartado la mirada ligeramente avergonzado.

-Puedes venir mañana a mi casa, es sábado. Quédate a comer si quieres.

-¿Van a estar tus padres?

-Madres, en realidad, y sí van a estar, ¿por qué lo preguntas?

-No suelo caer bien a los padres, puedo causar alguna jodida molestia.

-¡Para nada! Confía en mí.

-Bien...

Volvieron los dos juntos a clase, hablando de cosas diversas y Kirishima sintió que se había acercado un poco más a su chico.

Tal vez, y solo talvez Bakugô había disfrutado de la compañía del pelirrojo durante el almuerzo, pero jamás le diría a Kirishima que comiera todos los días junto a él, seguramente le diría que es raro o algo. 

Se fue a sentar en su asiento y...

Una carta. 

Genial.

Hey!

Me puso muy feliz que respondieras a mi carta, así que no hay problema, te compartiré mis trucos para dormir como un bebé.

Acabo de tener una imagen mental de ti durmiendo, ¡Qué adorable!

En fin, aquí van:

1. Haz algo tranquilo, como leer un libro (tengo varias recomendaciones).

2. No tengas un reloj cerca de tu cama, si no te desesperarás.

3. Si cenas, que sea ligero y algo caliente como un vaso de leche.

4. Ejercicios de respiración.

Quizás no te sirvan o los veas inútiles, pero a mí me funcionan muy bien...

Que tengas un buen día, tendrás otra carta el lunes.

Atte: tu admirador secreto.

Le estaban empezando a gustar las cartas, seguramente pondría a prueba los trucos. Le escribió otra notita.

Gracias, idiota. Me gustaría hablar contigo de libros algún día 

Nota que un sonrojado Kirishima leyó a última hora de la clase.