chapter 2

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A la mañana sguiente Gus se levantó temprano, después de un tiempo en casa saldría a trabajar.
Se alistó con unos pantalones no muy apretados y una chaqueta azul marino con las iniciales de "FBI", se puso unos lentes de sol para que no se notará las visibles ojeras, y unas zapatillas deportivas. Antes de salir tomó un vaso de agua y sacó un chicle del paquete que siempre llevaba con él.

Se dirigió a las oficinas de FBI caminando, no era tanta distancia, después de todo lo que pasó querían mantenerlo vigilado.
Al llegar no podía evitar escuchar a las personas murmurar, desde el accidente de la iglesia nadie quería hablarle ni acercarse a él, nisiquiera decirle unos simples buenos días.
Se dirigió al ascensor y presionó el boton que indicaba el 4to piso.
Luego de llegar, su mirada se dirigió a dos personas en particular, se encaminó a ellos con el propósito de saludarles.

-Buenos días- dijo Gus hacia los individuos

Un seco "Buenos días" de parte de los dos fue lo único que recibió.

Al parecer tenia razón, ellos no querían verle ni en pintura..

-Esto... nosotros tenemos que irnos a patrullar.-

Dijo Horacio tratando de evadir al pobre Gustabo

-¿Y con quien patrullo yo?-

Esa pregunta salió de los labios de Gustabo

-Puedes patrullar solo, no es la gran cosa-

esta vez habló Conway y seguidamente se retiraron del lugar

-Esta bien...- formuló Gustabo para si mismo en un susurro

Asistió a unos 2 códigos 3 y se dirigió a la sede del FBI para salir de servicio, a pesar de no haber trabajado casi nada se sentía agotado.

Después de salir de servicio se camino hasta su casa, pasando antes por una farmacia para comprar más vendas.
Suspiró una vez estuvo en casa, rápidamente se fue a su habitación para cambiarse por algo mas cómodo, se sentó en el sofá de la sala y prendió la TV, el clima era lluvioso, justo era su favorito.

La verdad es que no prestó de la mínima atención a la pelicula que se reproducía de fondo, él estaba en su propio mundo.

Al final Conway tenia razón, él era solo un peón que sería desechado cuando ya no se nesecita, y para su desgracia estaba siendo desechado. Esas palabras se le habían incrustado en su débil corazón a pesar de no haberlo demostrado de verdad le dolían, no se había dado cuenta cuando lagrimas habían empezado a bajar por sus pálidas mejillas.

-Al final el único que esta contigo siempre soy yo, Pogo

Se escuchó aquella voz en su cabeza, en cierta parte tenia razón...






Estaba solo...

De nuevo.

BROKEN SOUL | GUSTABO GARCÍA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora