Capitulo 8: El bosque

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—Matthew, si quieres, yo cuento toda la historia por ti.

—oh, está bien.

*suspiro* cuando tu llegaste a la costa, estabas sorprendido de que saliste de una pieza después de aquella tormenta. Lo primero que hiciste cuando tocaste la cálida arena con tus pies, fue acostarte en ella, volviste a sentir el calor de la arena después de tanto frio, estabas cansado y cerastes los ojos para poder descansar con el sonido de las olas llegar a la playa, pero te quedaste dormido.

—ay... ¿Qué paso?... diablos me quede dormido.

Te despertaste frustrado, habías dormido alrededor de 3 horas y la marea estaba fuerte, te levantaste y fuiste a revisar el bote en qué estado se encontraba. Lamentablemente el bote se encontraba medio destrozado, casi todos los recursos como la comida y tus herramientas se habían perdido por el mar a causa de la tormenta, empezaste a gritar y golpeaste con furia el bote una y otra vez hasta jadear.

—*jadeando* maldición *jadeando* contrólate Matthew.

Ahora, lo único que tenías era:

• 10 paquetes de galletas (4 de ellas estaban empapadas)

• 3 barras de chocolate.

• 4 botellas de agua.

• Un cuchillo.

• 1 bengala.

• 1 manta blanca.

Tenías poca comida para sobrevivir pero lo bueno es que delante de ti estaba un bosque, así que, no había nada de qué preocuparse... a menos de que no encontraras comida dentro de unos días. Lo metiste todo en una mochila que habías encontrado flotando en el mar, (seguramente sea de un pasajero del crucero) y te adentraste al bosque.

Los minutos pasaban volando, estuviste buscando si había alguien en el bosque para qué te pueda ayudarte, caminaste medio kilómetro del bosque, cuando escuchaste algo, miraste a tu derecha y vistes un rio pequeño lo cual te hizo correr para beber agua.

—agua, agua, agua "glu, glu, glu, glu" aaaaa.

Sentiste como tu cuerpo regreso a la normalidad, te quedaste sentado junto al rio mirando el cielo y vistes como unas aves volaban hacia alguna parte pero cuando todo era tranquilidad y paz...

*sonido de arbustos*

—... ¿hola?

*silencio*

—solo es mi imaginación.

3 segundos

*sonido de arbustos*

— ¿hola?... ¿hay alguien ahí? — te levantaste.

—no te voy a hacerte daño.

*sonido de arbusto incrementa*

Había algo que estaba en los arbustos observándote, en tu mente pensaste que era un animal que iba a cazarte, así que, sacaste tu cuchillo para defenderte.

Otra vez escuchaste el sonido aún más fuerte.

— ¡sal de ahí, bestia! — gritaste.

Cuando dijiste esa palabra la criatura salto hacia ti, pero gracias a tus reflejos logras esquivar su ataque y empezaste a correr sin mirar atrás, estabas asustados junto con la adrenalina corriendo por tus venas, te escondiste en una roca gigante esperando que la bestia se fuera de largo. Poco a poco sacaste la cabeza de la roca para ver si se había ido.

—uff ya se fue — miras atrás y...

—Grrrrrrrr.

La bestia te estaba mirándote cara a cara, era una criatura horrible, todo su cuerpo estaba lleno de látex negro con morado muy pegajoso, su cara era como la de un lobo y su aliento era humo. ¿Ya está? ¿Este es mi fin? Te preguntabas mientras la criatura sacaba sus colmillos para devorarte.

—Hora de almorzar —dijo la criatura en frente de ti.

—po-por- favor... — tartamudeaste — n-n-no-no.

—shhhhh... tranquilo chico, esto va hacer rápido.

Abrió su gran boca y que tenía muchos dientes, cerraste los ojos preparándote para el dolor, pero cuando todo estaba perdido.

— ¡oye tú! — alguien grito.

— ¿eh?

Escuchaste una voz femenina que venía de un árbol y en ese preciso momento hubo una luz brillante, tan brillante que te dejaba ciego. Antes de que la criatura huiría, te lanzo hacia un árbol provocando que tu espada y tu cabeza chocara contra el tronco y te quedaste tirado en el suelo débilmente mientras veía a la criatura huir del lugar por la luz.

Empezaba a salirte sangre en tu frente y lo peor, es que no podías ver casi nada, solo veías como la luz se te acercaba hacia a ti para luego quedarte inocente.

4 horas después

Abriste los ojos lentamente para ver qué es lo que había sucedido, cuando te ibas a levantarte sentiste un fuerte dolor de cabeza que te obligaba a estar en el suelo, pero... alguien dijo.

—No te preocupes chico— dijo una voz femenina.

—ay *tocándote la cabeza* ¿Quién me hablo?

¬—yo soy la que te hable.

Miraste por donde venía la voz y vistes que era una luz flotante que estaba a lado tuyo. Te quedaste sorprendido al mismo tiempo sin palabras.

—no tengas míedo, no te hare mal alguno.

— ¿Quién eres?

¬—me llamo Umi soy un ser globular flotante hecho de luz celeste.

Levantas medio cuerpo de la cabeza hasta la cintura y miras con asombro a la luz.

—ay *tocando la cabeza* Umi ay.

— ¿te duele mucho?

—como si me cayera una piedra grande ¡ay!

—déjame ayudarte.

La luz se acercó a tu cabeza y empezó a brillar como una lámpara, sentías en tu cabeza las heridas por el golpe que te dieron, se estaban sellándose poco a poco.

—quita tus manos de la cabeza.

—pero... si quito las manos de mi cabeza... me va a salir más sangre.

—confía en mí.

Quitaste poco a poco tus manos de la cabeza, cuando las sacaste la luz toco tu cabeza y empezó hacer su trabajo. Sentiste otra vez que las heridas se sellaban pero ahora con un poco de rapidez y a los pocos segundos la luz se alejó de tu cabeza y te dijo.

—listo.

—*tocando la cabeza*... ¿¡pero cómo!?

—Te dije que confiaras en mi— dijo riéndose.

Tu cabeza ahora estaba como era antes, la luz te había curado y... salvado la vida, estabas tan feliz y a la vez riendo de alegría no pudiste estar muy agradecido por ella.

—gracias, eh...

—Umi, me llamo Umi.

—ah, si... Umi yo soy Matthew.

—Matthew... qué lindo nombre.

—Ah gr-a-gracias.

—no estés nervioso, yo también pase por esa situación.

—ja, oye en verdad... gracias... por salvar mi vida.

—gracias, siempre ayudo a los demás cuando están en problemas— dijo un poco nerviosa.

Sin duda fue un momento increíble tanto para ti, como para Umi y con ella ibas a tener grandes aventuras, pero primero tendrían que dar el primer paso... conocerse el uno a otro.

Ori: El regreso de un héroe (Primera Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora