*Harry*
Observarla se había convertido en mi pasatiempo favorito, era una total satisfacción para mis pupilas.
Quería poseerla, hacerla mía, apropiarme de su ser. Nadie merecía tenerla, solo yo.
Tenía que salvarla antes de que alguien ensuciara su pura alma. ¿Cómo lo haría?
Cada ave tiene su jaula, yo solo tendría que ponerla en una.
La cabaña en el bosque podría ser una bonita jaula para mi hermosa ave.
Tendría que buscar la manera de llevarla hasta allí. Por suerte, conocía su agenda hoy iría al bar con su mejor amiga, quien no era para nada una muy buena amiga que digamos.
Se iba con el primer hombre que tuviera pene y le endulzara el oído. Ahí estaba mi oportunidad, solo tenía que ir al bar.
Mi plan contaba con entrar al bar, esperar a que su amiga la dejara sola, ganarme su confianza y luego llevarla a su jaula.
Estaba eufórico, nada podría dañarme esta hermosa noche salvo al idiota que se le acercó a mi avecilla.
Los vi bailar mientras este intentaba pasarse de listo. Subía las manos por aquella falda roja lujuriosamente. Ella lo detuvo, algo que agradecí internamente moría de ganas por romper cada dedo de aquellas manos tan profanadoras.
Se alejó del hombre y se sentó en la barra.
—Un whisky, por favor — pidió
—¿No crees que es algo fuerte para una dama? —le dije y me senté a su lado.
—Puedo aguantarlo — dijo con firmeza.
—¿Mala noche?
—Algo así, solo se me acercan idiotas.
—¿Crees que yo también sea uno?
—No lo sé, tu dime — dijo mientras se bebía el whisky y me veía fijamente.
¿Acaso me estaba coqueteando?
—Me llamo Samantha, mucho gusto —dijo terminandose el whisky de un trago.
—Bonito nombre.
—¿Y el tuyo?
—Harry.
—Tienes cara de llamarte Jackson o algo así — dijo entre risas.
Estaba borracha y ni siquiera tuve que hacer un gran esfuerzo.
—¿Tú crees?
—Definitivamente.
—¿Y que te trae a este bar?
—Vine a acompañar a mi mejor amiga, que ya me abandonó.
—El destino nos regaló compañía mutua, a mi también me abandonaron.
—No defraudemos al destino entonces, ¿quieres ir a otro lugar?
—¿A que lugar?
—Hay un hotel por aquí cerca, tú pagas.
Esto va muy bien.
—Claro, vamos.
Fue demasiado fácil pero igual lo logré. Aquí la tengo como una perra pidiendo que me la folle más duro.
Sus gemidos son un total deleite, música para mis oídos. Sus expresiones faciales son tan extraordinarias. Me deja con más ganas. Me pregunto qué cara pondrá cuando desgarre su piel lentamente.
Fantaseé muchas veces con este momento y me dedicaré a disfrutarlo como se debe.
—¿Te gusta así, maldita zorra? — dije mientras le daba una nalgada.
—S-si, me encanta — respondió
Seguí con lo mío, disfrutando de la vista, examinando todo su cuerpo. Tenía una espalda con muchos lunares, una pequeña cicatriz en la costilla derecha y un culo excepcional.
Tenía que ingeniar una manera de inyectarle el somnífero antes de que se fuera. Ahora que la tenía no podía dejarla escapar. Ella me pertenece.
Después de tener sexo ella fue a ducharse, ahí estaba mi oportunidad en bandeja de plata. Fui de camino a la ducha con la jeringa
Abrí la puerta.
—¿Acaso quieres otro round? — dijo descaradamente.
—Claro — dije entrando a la ducha mientras la abrazaba por detrás.
Huele tan delicioso.
—¿Que tienes en la mano? — preguntó dándose la vuelta.
—La llave de tu jaula, querida. — agarré su cuello fuertemente y le inyecté todo el contenido de la jeringa.
Sentí como se desvaneció en mis brazos. Era hora de ir a casa.
☆☆☆
La cabaña en el bosque no me traía recuerdos muy buenos, pero que importaba estaba a punto de hacer unos nuevos y mejores.
El camino hacia allá fue callado y tranquilo, Samantha estaba en los asientos de atrás en un sueño profundo.
La cabaña era silenciosa y apartada por lo que nadie podría molestar. Por fuera, tenía un aspecto algo bohemio, ventanas de cristal cuadradas muy sucias por cierto. La madera se veía en buen estado aunque las plantas la rodeaban. Hace años que no venía así que no era sorpresa que se encontrara en este estado.
Por mi parte, me encuentraba muy eufórico, después de un año de verla desde la oscuridad. Por fin estaba a mi lado y no la dejaría ir.
Al entrar, todo estaba lleno de telarañas y polvo, ver los muebles me dió escalofríos. Era claro que tenía mucho que hacer, procedí a limpiar una habitación para que ella se quedara allí. Me tomó casi una hora y mucho insecticida pero había terminado. Así que procedí a buscarla al auto. La cargué como una pareja recién casada, un momento bastante romántico para mí gusto.
La acosté y le encadené los tobillos. No es que me gustara encadenar personas como si fueran animales pero era necesario.Ya con mi amada en la habitación, me dediqué a limpiar todo lo demás. Quería tener todo listo antes de que despertara.
Ver la cabaña tan reluciente me trajo recuerdos. Mi madrastra solía tenerla como un palmillo, solo era buena para eso. Cocinaba para mí medio hermano y mi padre, se sentaban en los horribles muebles fingiendo ser una familia feliz, que desdicha.
Me alegro de que hayan muerto.
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Cuando Te Conocí
Mystery / ThrillerHarry, no planeaba conocer a la persona que lo llevaría a la perdición. Samantha. "Quería poseerla, hacerla mía, apropiarme de su ser. Nadie merecía tenerla, solo yo."