Mi amado Takemicchi [ONE-SHOT]

Mi nuevo Takemicchi~

El día había sido muy agotador, hoy habían llegado muchas personas para que revisen a sus mascotas o para preguntar ciertas cosas referentes a los animales. Hanemiya se encontraba barriendo el piso de aquella veterinaria, la cual, ya estaba cerrada.

Matsuno; el gerente del local, terminaba de resguardar los billetes que se encontraban en la caja registradora. Este se acercó al chico de cabello bicolor con una lata de cerveza.

- Ten, Kazutora, hoy ha sido un día muy agotador -dijo este mientras le daba un sorbo a su bebida- yo termino de arreglar todo aquí, Kazutora, ve a tu casa antes que se haga más tarde. Si aprovechas ahorita que es temprano podrás llegar sano y salvo, mañana será otro día más de trabajo.

- Bien, Chifuyu, iré a mi casa -dice este mientras destapa la lata de cerveza- gracias por la cerveza, amigo.

Hanemiya y Matsuno terminaron con sus latas de cerveza. El de ojos ámbar estaba apunto de salir cuando el de cabellos negros le habló con algo de inquietud.

- Kazutora.... Ten cuidado, es algo tarde y... podría pasarte algo -la mirada de Matsuno era angustiante, eso hizo preocupar a Hanemiya- será mejor que vayas por donde haya más personas no...

- Chifuyu, tranquilízate, se cuidarme perfectamente, el que se meta conmigo se arrepentirá de haberlo hecho -dijo este con mucho orgullo de sí mismo- sé que estás triste por lo Takemichi, yo también... Pero no te preocupes, a mí no me pasará absolutamente nada.

Dicho esto, los amigos se despidieron, aunque, antes de Hanemiya irse tuvo que confirmarle a Matsuno que el estaría bien, siempre era lo mismo. Cuando Hanemiya se estaba por marchar del local venía Matsuno diciéndole que lo acompañaba o a veces se quedaba en el departamente del ojos ámbar.

Hace meses, Hanagaki Takemichi había desaparecido, el susodicho estaba desesperado buscando a Sano Manjiro o, también conocido por la gente que lo rodea como "Mikey". Lo más triste es que desapareció a pocos días de su boda, Tachibana Hinata estaba destrozada, desesperada, triste, angustiada por su futuro esposo. Hanemiya se sentía culpable por eso, ya que, él fue quien ayudó a Hanagaki en búsqueda de Sano. El de ojos ámbar le advirtió al chico, sin embargo; Hanagaki estaba decidido a encontrar a Sano y lo ayudaría a librarse de la tan horrible vida que tenía.

Hanemiya se encontraba tan perdido en sus pensamientos que, de vez en cuando, chocaba con las pocas personas que se encontraban en la calle. Esté llegó a su departamento, abrió la puerta y se adentro a su hogar. Lo único que quería era bañarse y luego recostarse en su cama para descansar. Estaba apunto de hacer aquello cuando de repente alguien tocó la puerta. Algo molesto, decidió abrirla. En la entrada de la puerta estaba un señor alto, con un traje muy elegante y por lo visto muy costoso, tenía lentes negros. ¿Quién era ese? ¿Qué quería? ¿Acaso se había sacado la lotería de alguna manera mágica?.

- Buenas noches, Hanemiya Kazutora, ¿no? -pregunto este, tenía una voz muy profunda que erizó un poco la piel del más bajo.

- Si, soy yo ¿Y usted es...? - El tipo extraño saco su celular y llamo a alguien. Lo que ese señor dijo dejo perplejo al de cabellos bicolor.

- Señor, lo he encontrado, a Hanemiya Kazutora -dijo este para guardar su celular e ir tras el mencionado, el de cabellos bicolor intento correr y adentrarse más a su hogar para salir por alguna de las ventanas y pedir ayuda, sin embargo, el extraño señor agarro de la cintura a Hanemiya y lo jaló para llevárselo a quien sabe dónde.

- ¡AYU-...! -la boca del de ojos ámbar fue tapada por ese hombre trajeado. Hanemiya entro en pánico y mordió la mano del hombre, este grito y, el más bajo se zafó del agarre para correr. Pero no podía mover una de sus piernas... Había sido disparado- ¡AAAAH! -cayó al suelo agarrándose la pierna, de sus ojos empezaron a brotar lágrimas.