El "bicho raro"

La mudanza

Desde pequeña hasta ahora, a mis dieciséis años, siempre fui llamada fenómeno por la gente a mi alrededor. Eso no quiere decir que no tuviera a alguien que me quisiera tal y como soy y que me lo recordara cada día. Por suerte mis dos mamás siempre han estado ahí para apoyarme y darme todo el amor que necesitaba. Estoy eternamente agradecida con el destino por hacer que ellas me encontraran, porque sí, no soy su hija biológica, fui encontrada cuando era un bebé por mamá en la entrada de un bosque llorando, siendo una manta la única protección que tenía ante el frío que hacía. No había una carta o nota que dijera quiénes eran mis padres o porque me habían abandonado. No se si lo hicieron porque no me querían o si hubo otra razón, pero no les guardo rencor, porque gracias a ellos pude conocer a las dos personas más importantes de mi vida hasta ahora. Mi mamá se llama Selena, es una mujer muy cariñosa y solo con verla puedes saber que es una buena persona, aunque mete a su familia en medio y se vuelve un demonio al que no quieres enfrentar. Mi ma se llama Alicia, ella es más alta que mamá, y mucho más brusca a la hora de interactuar con la gente, pues siempre tiene esa cara de mala ostia, aunque no puede evitarlo, así nació y así se la quiere.
En éstos momentos me encuentro haciendo mis maletas. Mi ma ha conseguido un nuevo trabajo en un pueblo en otro lugar, así que decidieron que lo mejor sería mudarse, no es como si tuviera amigos a los que extrañar de todos modos. Como dije, todos creen que soy alguna especie de bicho raro por lo que o bien no me hablan o me insultan sin más.
Al terminar de guardar mis cosas dejo las maletas en la entrada de la casa y me dirijo a decirle a mis madres que ya he terminado. Los muebles de nuestra casa ya han sido mandados a la nueva así que una vez mis madres terminan de coger sus cosas guardamos las maletas en el coche y nos dirigimos al aeropuerto rumbo a nuestro nuevo hogar.