No sabía cómo había llegado. Lo único que recordaba fue cuando despertó dentro de una habitación oscura. No era su culpa lo que pasó, o eso es lo que pensaba. Estaba fuera de sí, tan sólo quería ser amada, quería tener en su poder un sentimiento desconocido para ella, sólo una vez. Es lo único que pedía. Es lo único que quería.
A los segundos notó que ya no llevaba la ropa que tenía unos momentos atrás, ahora tenía un vestido anticuado, blanco y con flores entre azul y verde, se le dificultó distinguir el color. Se levantó y caminó hasta la puerta. Buscó a alguien que pudiera ayudarle, pero el pasillo se encontraba solitario. Siguió su camino por el lado derecho, y una gran puerta de madera es lo que le impidió el paso a la otra sala. Abrió la puerta entrando así, a un gran salón decorado con cuadros de pinturas que no logró entender. Del otro lado, otra puerta, sólo que esta es blanca. Repitió el mismo procedimiento, lo primero que su vista encontró fue un espejo, no tan viejo, pero sí un poco desgastado y, frente a él, sobre un mueble de madera absolutamente vacío, frente a su vista, lo que parecía ser una gran manzana roja. No lo pensó más y se acercó hasta ésta. Desconcertante la tomó y observó por unos segundos. «¿Sería buena idea comerla?» Con delicadeza la llevó lentamente hasta su boca. Sólo esperaba que no se encuentre envenenada como en aquel cuento de princesa.
-La manzana es el fruto prohibido del edén. Si la comes automáticamente renuncias a él ¿Sabes?- ¿Renunciar? ¿Edén? ¿Qué clase de sueño es este?
Su curiosidad por el fruto fue sorpresivamente interrumpida. Trató de ocultar importancia ante lo antes escuchado, así que optó por dejarla nuevamente en su sitio y girar lentamente hasta dar frente a la dueña de la voz. Una joven alta y delgada fue lo que encontró. Frente a ella dos personas más, las tres con una vestimenta similar a la de ella; Un vestido anticuado con flores de decoración, dos con un tono entre negro y azul y la última de blanco, al igual que el suyo.
-¿Perdón?-un espejo justo frente a ella ¿cómo es que no se percató de la llegada de aquel grupo?
-¿Tú porqué estás aquí?- una joven de cabello pelirrojo, curiosa, se acercó hasta ella y comenzó, tal vez, a buscar algo de lo cual no estaba entendiendo. Como respuesta, se pegó contra el mueble tras de ella en busca de protección.
-Jiwoo, la asfixiarás-la más alta rápidamente alejó a la antes mencionada a una distancia prudente.- Disculpa, puede llegar a ser... Molesta a veces... -se disculpó rápidamente dejando a su compañera a un lado.
-No lo soy- se defendió rápidamente buscando nuevamente la atención de la joven nueva. -Bien, ahora sabes mi nombre. Jiwoo, Kim Jiwoo, un gusto-extendió su mano esperando que la otra la estrechara, pero nunca llegó aquel momento, así que bajó lentamente su mano con un sonrojo de vergüenza en sus mejillas.
-Son Hyejoo-dudosa, optó por hacer un ademán de saludo.
-Es un gusto, Hyejoo, yo soy Ha Sooyoung- rodeo su brazo por detrás de los hombros de la más baja y rubia entre el trío.-Y esta pequeña que no habla, es Park Chaewon.-ella sólo se limitó a ofrecer una sonrisa a Hyejoo-Veo que aún estás perdida. Supongo que no sabes en dónde estás, no tienes idea de porqué estás aquí, y qué es aquí. ¿Cierto?
Más que cierto.
-Podrías...
Fue interrumpida por la alegre Jiwoo.
-Chicas, ya casi es hora de lectura. -dio un aplauso tomando la palabra. - Tenemos que partir. Hyejoo, ahí conocerás a la encargada de todo esto.
Sin entender mucho aún, Hyejoo siguió el paso por detrás del trío. No sabía cuánto tiempo llevaba dentro de aquel lugar, pero puede asegurar que pasará un gran rato allí dentro.
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EDÉN [Loona yyxy]
FanficCuatro ángeles en busca de su perdón. Uno siendo juzgado injustamente, mientras los otros gozando de la plenitud. Uno teniendo problemas buscando juntar las piezas faltantes a su salida, mientras los otros juegan a las escondidas. ---- › Historia i...