—¡¿Perdona?! ¡Tú fuiste la que nos abandonó huyendo a Seúl a perseguir tu sueño sin saber de que estaba embarazada!
—¿Qué? Tú fuiste la que se fue a Seúl porque huiste con-con una mujer multimillonaria... yo-
—¿Qué? Yo siempre estuve en Daegú, en casa de mi abuela, tú fuiste la que huyó, ella me lo dijo y me entregó una carta que dejaste para irte, no trates de cubrir tu error diciendo que yo fui la mala de la historia.— Pero la mujer aceptó las flores, quitándoselas a la castaña y oliéndolas de forma discreta.—Fui a buscarte a casa pero no estabas...
—¡Porque yo fui a buscarte a Seúl a llorar y rogarte a tus pies que no me dejaras y que si quería a la bebé!—Intentó tomar sus manos, pero la mujer se separó de ella, viéndola.
—¡Mi abuela me mostró la carta, no me trates de engañar, Lisa, ya no más!
—¡Tu abuela me mostró una carta donde decías eso!—Y Lisa sacó una carta en perfecto estado, mostrándosela a la mayor que sacó una igual.—Y esa no es mi letra, nini, yo no escribo en cursiva, yo... yo fui a buscarte a tu casa y tu abuela me dijo que fuiste a casarte con alguien realmente bueno.
Lisa seguía enamorada de Jennie Kim, y lo supo en el momento que vio sus ojos de gato tan hermosos, pero con ojeras y llenos de lágrimas, sus mejillas mandu que siempre amaba besar pero ahora tan rojizas, ahí estaba su chica, pero ahora viéndola madura, ahí estaba su mujer. La mujer que hace 15 años no veía y hasta pensaba que era feliz con una mujer millonaria junto a su hija, pero ahí estaba.
Sintió cómo las lágrimas se deslizaban por sus mejillas, cómo comenzaba a sollozar, y sus mismas manos temblaron al sostener la carta de Jennie donde decía de forma explícita que ya no la amaba, que fue un error el estar con ella y que prefería morir que seguir viviendo con ella.
Semi-negó, enseñándole cada carta.
—Tu abuela me entregó la carta, aquí dice todo, y es tu letra, cursiva.
Y Jisoo, que sabía que estaban peleando pero aún así, esas dos se encerraron en su aura porque Jennie se acercó y en cada oportunidad la tocaba, aunque sea para golpearla y empujarla, estaba feliz.
Veía a sus dos madres convivir y estaba feliz, sonriendo, pero en cuanto escuchó dos veces cursiva, recordó todas las veces en que la abuela la sentó a obligarla a escribir en cursiva.
Una adolescente de 15 años resolvió ese crucigrama que a las supuestas adultas les costó la vida resolver.
—Entonces la abuela les entregó cartas engañándolas para separarlas, ¿No se dieron cuenta, de verdad?—Ambas voltearon las cejas alzadas, Lisa tratando de abrazar a Jennie para dos cosas; tenerla abrazada y para evitar que esos golpes dolieran tanto. Su pequeña pegaba fuerte.
Jisoo negó.
—No era porque no aceptaba porque eran mujeres, la abu dijo que mami se fue con otra mujer, de seguro algo le hizo mamá.
Y ve a Lisa apretar sus labios para no sonreír o llorar más por cómo le había dicho Jisoo. Ese era su sueño, el que la supuesta hija que iba a tener con Jennie le dijera así, cuando estaba abrazando a su mami, pero un empujón la despertó, haciéndola ver cómo su ex caminaba a su hija.
—Mi amor, no la defiendas, sé que estás deseosa de conocer a quién te engendró pero ella no vale la pena...
—Nini...
—No más, la amé mucho pero entiende, tú y yo estamos muy bien así, tortuguita.
Y un timbre fue el que las interrumpió. Apenas la puerta se abrió, una señora de edad avanzada entró a la casa, sonriendo, pero en cuanto vio a una pelinegra en el sillón. Tragó saliva nerviosa.
—¿Es Lisa o todavía no la superas y es alguien parecida?
—¡Mamá, cállate!
Pero la menor la interceptó antes de que la mujer adulta saliera por completo.
—¡Mamá Sandara, ¿Usted sabe por qué la abuela separó a mami y a mamá?
Sandara sabía, pero no del todo. Sabía a medias porque en realidad no estaba muy enterada. Sólo sabía que era porque según ella, Lisa no era alguien buena para su nieta y quería alejarla porque lo más seguro es que tendrán a ella, a su nieta, y otros cinco niños viviendo en situaciones deplorables.
Algo así cómo la escena de 'Mira Quien Habla'.
Sabía que era algo ridículo porque 1.- Lisa era de una familia acomodada que aunque la hubieran rechazado por amar a otra mujer, seguía teniendo herencia de los abuelos y tíos, y 2- en ese momento tenía un trabajo estable, estaba más que enamorada de su hija y que era alguien trabajadora.
Se le hacía algo tonto y no le hizo tanto caso, hasta que un día antes de dormir la vio muy esmerada hacer dos cartas, y un día después, un sollozo desgarrador de su hija. No sabía si decir la verdad, admitir que lo sabía y que jamás las impulsó a buscarse, o mentir.
Porque sabía que era egoísta y hasta estúpido, si tanto juraba ver feliz a su hija, ¿Por qué nunca le dijo la verdad? Tal vez sería porque le tenía miedo al ojo de vidrio de su suegra, o en si, le tenía miedo a ella.
Achicó su ojo mientras veía a Lisa sentar a su hija, arrodillarse ante ella, y tomar sus manos, sollozando en ellas.
—Nini, perdóname, yo pensé que te habías ido a Seúl y fui a buscarte, lo hice por todo un mes, pero no logré encontrarte, luego encontré un trabajo ahí, y al saber que no tenía nada por qué volver a Daegú, me quedé en Seúl, pero no me odies, no le generes odio a tu... a nuestra hija, por favor.
Sandara tomó a su nieta por los hombros y la sacó de la casa, haciendo que esta se parara de puntillas para ver por la ventana, pero le dio un zape.
—Dales privacidad, tienen muchas cosas que decirse.
Jisoo hizo un puchero, pateó una piedra, y se sentó, suspirando.
—Por favor, dime a mi, mamá Sandara, ¿Si sabes por qué?
—Sí sabía, no sabía por qué.—Y en realidad, no era una total mentira.
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Conociendo a mamá | JENLISA G!P
FanfictionQuiero conocerla. ❝Kim Jisoo creció 15 años sin alguien a quién llamar "Papá", pero no lo necesitaba. Su madre, Jennie, se encargó de jugar los dos papeles en su vida, de esa manera, no sentía esa nostalgia, aunque ella quería conocer al idiota que...