Pequeña bendición (NamJim)

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El silencio parecía ser eterno,por fin Seokjin había dicho lo que tanto había querido decir desde ya varios meses atrás, le dolía la sola idea de tener que separarse de Namjoon pues tenían más de diez años de estar juntos y unos veinte y tantos de conocerse. No había sido una decisión fácil de tomar pero ya no tenía alternativa,su matrimonio que había sido color de rosa al principio ahora simplemente se había vuelto gris y temia que pronto se volviera negro,quería terminar cuanto antes pues no deseaba odiar a la persona que amaba con todo su corazón.

- Jin ¿Te estas escuchando? - Namjoon se acercó con una sonrisa divertida - No nos podemos divorciar,nos amamos - intento tomar sus manos pero este evitó el contacto.

- ¿Te estas escuchando Namjoon? ¿Estas seguro de lo que dices? - poco a poco se fue alejando - ¿Estas seguro de que aún nos amamos? - aunque doliera debían ver la realidad,quizás aún habían sentimientos de por medio y por eso era mejor separarse ahora.

- Jin... - Namjoon se reusaba a pensar en el divorcio,habían prometido amarse por siempre y estar juntos por el resto de sus vidas,aunque la muerte los separará ellos encontrarían la manera de estar juntos nuevamente.

El nombrado paso por su lado subiendo las escaleras,escucho como la puerta de la habitación que antes compartían era abierta. Se quedo ahí de pie,sin saber que hacer.
Su mundo se caía lentamente y no sabía que hacer para evitar que lo poco que aún quedaba de pie se mantuviera así. Observó el reloj que adornaba la pared dándose cuenta de la hora,ya eran las cuatro de la mañana,fue entonces que cayó en cuenta de muchas cosas.

Recordó todas la veces que llegó tarde a casa,las miradas cansadas de Seokjin,los mensajes y llamadas pérdidas,recordó todas aquellas veces que le dejo con la cena servida,pero sobre todo recordó todas esas veces que prefiero estar con ella y no con él,con su esposo. Jin se lo había advertido,desde el primer momento en que la vio le había dicho que se alejara que solo traería desgracias a su matrimonio y fue verdad,se sentía un estúpido por no haber sido capaz de verlo venir <O quizás si lo vio venir pero decidió ignorarlo> pues las intenciones de la chica eran muy obvias,ya era tarde para reclamarle algo,además ¿Qué le iba a reclamar? Si las cosas estaban así era por su culpa y no por la de ella pues nadie lo obligó. Tampoco le diría a Seokjin que la razón de sus llegadas tarde,sus mensajes y llamadas no contestadas,de todas esas veces que no llegó a dormir a casa,no le diría que la razón era aquella chica,prefería guardar ese secreto y no arruinar más su ya roto matrimonio.

Se quedo ido pensando hasta que un rayo resono en todo el lugar,no tenía idea de en que momento había empezado a llover. A pesar de la lluvia escucho el momento en que Seokjin bajaba con la maleta en mano,sus sentidos se pusieron alertas y de inmediato se levantó,sería inútil tratar de hacer que se quedara pero debía intentar.

- Jin... - intento acercarse pero el mayor se alejó.

- No te me acerques Namjoon,e tomado una decisión así que compermiso - siguió su camino arrastrando su maleta.

- Esta lloviendo - siguió insistiendo sabiendo que eso no serviría de nada.

- No me importa,llamaré a un taxi - al ver lo decidido que estaba se acercó en el último intento por hacer que se quedara,pero lo único que eso provocó fue recibir otra cachetada. Ya harto de recibir ese trato se alejó dejándo que se fuera,Seokjin al notar esto simplemente suspiro,ese era el adiós definitivo,no había marcha atrás.

Le dio un último vistazo al que fue su hogar por varios años y recordando los mejores momentos vividos ahí,a pesar de todo él se iría con los mejores recuerdos,no odiaria a Namjoon pues desde que se habían conocido nunca faltaron las sonrisas,había sido feliz a su lado pero ya no más. Tomo nuevamente su maleta y camino a la entrada bajo la atenta mirada de su amado,aún lo amaba,tomó una profunda respiración antes de abrir la puerta diciéndose mentalmente que aquello era lo mejor para ambos y para su matrimonio,que era mejor ahora que aún estaban bien y no después cuando se odiaran,cuando estuvo listo abrió la puerta sintiendo el aire frío y un poco de brisa debido a la lluvia,dio un paso y fue cuando bajo la mirada,frente a la puerta había una caja de tamaño mediano la cual ya se estaba desintegrando pues de había mojado.

Ni el ni Namjoon esperaban algo así que con curiosidad se le quedo viendo por varios minutos,tenía miedo de abrirla y no sabía porque. Al notar que Seokjin no se movía Namjoon se acercó fijando su mirada en la caja.

- ¿Qué es eso? - pregunto confundido,no recordaba r3cibir un paquete y además eso no estaba cuando él había llegado un par de horas atrás.

- No lo sé... ¿No es tuyo? - Jin lo volteo a ver y negó,esa caja no era de ninguno de los dos.

- Que extraño - ambos se quedaron viendo por varios minutos hasta que la caja se movió asustando de sobre manera a los dos,en especial a Seokjin quién juraba casi había tenido un ataque al corazón.

Una vez calmados siguieron observando la caja y como esta se movía,aún seguía lloviendo y ambos estaban tan mojados que ya destilaban agua,tenían miedo de abrir aquella caja pero entonces pensaron que quizás era algún animalito que había sido abandonado por lo que decidieron llevarla dentro y ahí abrirla.

- Muy bien hora de la verdad - Jin se agachó y con cuidado abrió la caja que ya no podía mantener su forma,esperaba encontrar algo ahí dentro pero al inicio sólo encontró hojas de periódico,con algo de confusión las fue quitando hasta que encontró lo que parecía ser ropa y sábanas de bebé,era imposible que aquella caja se moviera con sólo eso dentro y entonces algo en su cabeza hizo click. Con prisa  sacó todo lo que había dentro.

- Namjoon llama a Jimin y dile que traiga mi equipo - ordenó  con la vista fija en lo que había dentro,mantenía su semblante serio así que obedeció de inmediato.

Camino hasta la cocina donde estaba el teléfono fijó,de reojo pudo ver como Seokjin sacaba algo de la caja y se iba escaleras arriba,se giro para ver que era pero lo perdió de vista. Cuando su amigo contestó le dijo lo que le habían ordenado y después colgó. Su curiosidad era grande así que se acercó  a la caja y vio lo que tenía dentro.

Su estómago se revolvió y deseo no haber visto.