Érase una vez un hombre entre la gente
Que vagaba solo, triste y desdichado
Sin un nombre, simplemente era apodado
Con el alias del solitario dolienteMurmuraba las molestias que tenía
Y en silencio de su angustia hacia derroches
Y soñaba a ser el dueño por las noches
De lo que le era imposible por el díaPobre hombre ciertamente esclavizado
A un amor frustrado y no correspondido
Sigue allí, sin encontrarle algún sentido
A vivir solo con el, sin nadie al ladoNo hay quien pueda imaginar cómo se siente
Pues su pena no comparte ni aparenta
Y el dolor pasa facturas de la Renta
En que hospeda el desamor constantementeVaga un mundo sin color el solitario
Y sin dar un paso camina muy lejos
Sin zapatos, pies descalzos, trapos viejos
Y su alma tan vacía como su armarioCuentan los que lo conocen que un buen día
Vieron su rostro brillar la luz de gloria
Y del dolor y la angustia que tenía
No quedó parte, ni suerte, mi memoria.
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Poesía variada
PoesíaEste libro recoge una breve colección de poemas que si bien no son de carácter espiritual como mi primer libro; gozan también de la buena poesía de amor y de dedicatoria que tanto disfruta el lector.