Perdóname |NamJin| (TERMINADA)

One Shot

20 de Julio del 2019.
02:50 A.M.

Siempre tuve  entendido que las cosas no duraban para siempre, sea un juguete que te regalen, algún objeto material o una relación.

Pensé que mi vida estaba hecha el día en que lo conocí, en el primer momento que lo besé. Siempre le dije a mis amigos que todos los días a su lado eran los mejores y que no necesitaba más que eso.

Era feliz con la persona que amaba.

Me gustaba que me desmostrara que era el único en su vida, me gustaba que me repitiera que era lo más hermoso que veían sus ojos al despertar.

Creí en todas sus palabras porque estaba perdidamente enamorado de él.

Y ahora mis lágrimas, caían como cascada al ver la llamada entrante en su celular.

"HoSeokie Amor" 

Mentira.

Todo era una vil mentira, un juego en el que caí de cara y sin amortiguador.

Creer que la persona que amabas te era fiel era un total sueño. Un sueño en el que estuve por cinco jodidos años.

Ahora entendía porque NamJoon nunca me había pedido matrimonio. Pensé que estaba esperando el momento indicado para proponermelo, hasta llegué a pensar que aún no estaba seguro. Por ser el amor de mi vida iba a esperar lo suficiente hasta que estuviera seguro.

Sorbí mi nariz y conteste la llamada intentando aclarando mi voz.

– ¿Amor, por qué no me respondías? Te quería preguntar si sería bueno invitar a TaeHyung a nuestra boda.

Dolor, traición, enojo y mucho más era lo que sentía en ese momento.

Apreté el celular con fuerza en mi mano y miré hacia la puerta de la habitación donde se encontraba NamJoon.

– Lamento ser yo quien conteste, pero ahora Namjoon no está disponible.

Silencio fue lo que hubo al otro lado de la llamada y luego el pitido que indicaba que habían cortado.

De todas las personas que pensé que me fallarían nunca pensé que lo haría él.

– Familiares del señor Kim NamJoon. – de otra habitación apareció el doctor que había visto horas antes entrar a la sala de operaciones a la que habían llevado a la persona que suponía era el amor de mi vida.

– Yo. – me acerqué apresurado hasta él.– Soy su novio. – o por lo menos eso quería creer ahora.

– Bien, el señor Kim tuvo una fractura en la pierna y otra en el brazo, tendrá que estar en silla de ruedas por un tiempo hasta que se pueda movilizar con muletas y luego ya sin nada.

– Si, por supuesto. – asentí a la vez limpiaba mis lágrimas. – ¿Puedo pasar a verlo?

– Puede, pero en estos momentos se encuentra sedado. – se dió la vuelta indicándome que lo siguiera hasta la habitación que ya conocía. – Aquí, tiene 15 minutos.

– Gracias, doctor.

Respiré hondo antes de tomar el picaporte y girarlo hasta abrir la puerta.

Otra lágrima resbaló por mi mejilla cuando lo vi acostado en la camilla con la pierna y el brazo enyesado. Me acerqué lentamente viendo su rostro el cual estaba lleno de moretones por el accidente que había tenido.

– ¿Por qué?

Fue lo primero que salió de mis labios cuando llegué a su lado sin poder controlar mis lágrimas.