Caballero destinado [Cheolhan]

III

Volver al reino había sido una experiencia... extraña. 

Estaba toda su familia ahí, ósea, sus padres, tíos, etc. Aunque Jeonghan se sorprendió y preocupó un poco al darse cuenta que... no los había extrañado, ni siquiera un poco.

Justo ahora se encontraba sentado a la mesa de noche con ropa sumamente elegante e innecesariamente costosa, junto a su familia y personas que no conocía celebrando su regreso. Entonces, ¿por qué no se sentía feliz?
Incluso le había hecho saber que aquellos que amenazaban su vida anteriormente habían sido finalmente capturados. 

Y sintió alivio, claro está.
Pero no pudo evitar hacer una mueca al ser notificado que podría volver a su vida normal otra vez. Cuando se le dijo esto, su mente solo trajo una persona a él, por quien esperaba ser rescatado de esta horrible situación.

Seungcheol.

Suspiró oyendo como algunos hombres murmuraban sobre su evidente cojera. Suspiró de nuevo al recordar lo incomodo que había sido mas temprano cuando había tenido que bailar en el salón. 
Todos notando con disgusto, su manera extraña de caminar.
Y hablando de ello sin ninguna vergüenza.

- ¿Cómo pudiste ser tan descuidado?- preguntó su padre casi abofeteándolo con solo mirarlo. 

Jeonghan no sabe de donde sacó el valor de responderle en el momento- Era eso o morir, padre.

- No le levantes la voz a tu padre frente a los invitados, cariño- había dicho entre dientes su madre mientras lo pellizcaba discretamente.

Y ahora, estaba él ahí sentado mientras nadie le prestaba atención, al menos no de buena manera, cuando se suponía la celebración era en su nombre.
Jeonghan no estaba precisamente sorprendido, así era en cada celebración por su cumpleaños o cualquier otra cosa. 
Pero siendo sinceros, cuando lo volvieron a ver después de tanto tiempo de estar perdido y en peligro, él esperaba que lo recibieran con preguntas y preocupación. No con una fiesta superficial donde él era casi olvidado.

Pero pensar que recibiría algún gesto cariñoso o de amor de parte de sus padres, siempre había sido esperar demasiado de ellos.

Contuvo otro suspiro ya que apenas hace unos minutos su madre lo había reprendido por ser tan maleducado y no mostrarse feliz frente a todos. Lo cual era irónico, tomando en cuenta como era burlado sin vergüenza alguna frente a ojos de todos. 

Repentinamente recordó a Seungcheol con nostalgia, sabiendo que probablemente su almuerzo con él aquella tarde sería el ultimo.

Por un momento pensó mientras cerraba los ojos que sería divertido si él mismo pudiera transformarse en un dragón y acabar con todos ahí. 
No es como que realmente los odiara o les deseara algún mal. Pero definitivamente sería divertido escucharlos correr de una lado a otro mientras gritaban.

- ¡Jeonghan, un dragón!

Abrió los ojos al escuchar la voz escandalizada de su madre y como todo mundo guardaban un silencio sepulcral. Confundido levantó la vista encontrándose con el enorme rostro de aquella bestia que lo tubo cautivo por mas de una semana.
De reojo notó como todos se había alejado lo mas que podían de aquella mesa, mientras él aun estaba sentado tan cerca de aquella cosa que cualquier otro se hubiese desmayado. Pero no él, no cuando sabía perfectamente de quien se trataba.

- ¡Si viniste por mi!- gritó emocionado abrazándose a la cara del alfa que los últimos días le había sacado todos los suspiros que jamás le había dedicado a su destinado. Ante la acción solo escuchó un sonido sordo de sorpresa al unisón de parte de todos los invitados.

Como si no fuera obvio, el príncipe de cabellos rojizos miró a todos los presentes confundido, notándolos pálidos y probablemente con ganas de escapar o al menos llorar.
al dedicarles la mirada, también pudo notar que su madre fue la única que se atrevió a acercarse, tal vez con la loca intención de rescatarlo.
Jeonghan tenía la intención de explicarle a su madre que realmente no corría ningún peligro cuando aquella enorme criatura se echó a volar a toda velocidad haciéndolo soltar un grito de terror a él por las alturas y a su madre y los presentes por la escena.