Lisa quita su camiseta gris de algodón por arriba de la cabeza. Jennie la observa maravillada, todavía desde la cama. No puede creer cómo alguien puede ser tan bella haciendo una acción tan simple como desvestirse.
—Mami, ayúdame.
Sin que se lo pidan dos veces, Jennie se pone de pie. Camina hasta ella, poniéndose frente. Con los dedos, quita el botón de los pantalones de la más alta. Quiere gemir apenas ve sus largas piernas.
—Recuéstate. Te quitaré esto —le ordena con voz neutra.
Lisa obedece, dejándose caer de espaldas sobre la cama vestida en colchas naranjas. Eran feas, Jennie las odiaba, pero no podía decir nada, Nayeon las amaba.
Desde los talones, la mayor tira de los pantalones entallados, llevándose con ellos la ropa interior. Lisa suspira al sentir el frío viento acariciar su cuerpo desnudo. Una vez sin nada, vuelve a tomar asiento, quedando justo frente al estómago de Jennie. Sonríe y la besa.
—Espera, bebé. Arreglaré tu cabello.
Quita la liga de su largo cabello, este cae en forma de cascada por sus hombros.
Con ayuda de sus dos manos lo peina, cuando cree que está bien, lo enrrolla en una bolita, después lo ata firmemente.
—Listo. Te ves bonita, amor.
—Gracias, Mami. Me gusta verme así para ti.
—Solo para mi, ¿verdad?
—Para ti y nadie más.
Jennie asiente feliz por la respuesta que su pequeña le ha dado.
—Nini, yo... yo quiero besitos.
—¿Te los has ganado? —alza una ceja, viéndola asentir repetidas veces.
—Sí. Fui buena bebé cuando te la chupé —ríe un poco por lo indecente que suena aquello.
Kim sabe qué tiene razón. Así que le ordena sentarse sobre sus pantorrillas. Algunos mechones que no llegan al final de la coleta, salen sueltos por su nuca y frente. Jennie los peina para atrás antes de besar sus labios. Es ruda, fuerte. La contraria se queja por el impacto, pero no se separa. La lengua de Jen entra a su boca. La chica se deja besar sucio por su Mami. Le encanta en la manera en que la besa rudamente, pero al mismo tiempo acaricia delicadamente los vellitos en su nuca.
—Ponte como me gusta, bebé.
Siendo obediente, se acuesta en lo largo del colchón. Abre sus piernas lo más que puede, para que la mayor pueda comerla bien. Jennie no puede describir que tan bella se ve su bebé en ese momento. Abierta y gimiendo, desesperada por ella.
Sus delgados dedos abren aún más sus piernas. Son blancas y delgadas. El dedo índice de Kim pasea al rededor de su entrada, puede sentir cómo esta última se estremese. Sin aviso alguno, lo mete. Los labios rojos de la menor son mordidos por sus propios dientes. Un azote llega a su muslo, asustándola aún cuando lo esperaba.
—Alguien ha sido una nena mala... jugando con ella misma.
—No, yo no...
—No mientas.
—No miento, Mami.
—Ahora me contradices.
—Mamiiii, por favor.
—No, bebé. Aquí se hace lo que Mami diga.
Un golpe más, a mano abierta.
—Esta vez no te voy a castigar, princesa. Estoy de buenas. Sólo quiero que le muestres a Nini como jugabas tú solita.
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Todo por mami | Jenlisa
Fanfiction―¿Harías eso por mi, bebé? ―Todo por Mami. [ ! ] Prohibida la copia y/o adaptación de esta versión. Adv: Jennie G!P ➼ Adaptación © louiskt ➼ Portada hecha por -Lorier