Papás solteros

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Últimos capítulos, esperenlo uwu

Especial Jaeson

Cuando Jackson despertó no pudo evitar sonreír ante el fuerte y agradable olor que su almohada tenía.

Ocultó su rostro en la suave almohada y olió el aroma que tan loco lo vuelve. Es ahí cuando se da cuenta.

Se levanta de golpe y lo primero que hace es fijarse si está en su habitación, y no, no se encuentra ahí.

Se sorprende al notar que está en la habitación de Jaebeom. Pero está solo, el alfa no está y sus amigos tampoco. Intenta recordad qué sucedió, tranquilo, sin preocuparse demasiado porque confía ciegamente en Jaebeom y sabe que el alfa no haría absolutamente nada con él en ese estado.

Jackson recuerda haber salido con Mark, tomaron toda la noche, pasando de bar en bar, hasta que el estadounidense tuvo que irse, claro que antes lo dejó en su casa, asegurándose de haberlo metido a la cama y cerrar la puerta. ¿Entonces en qué momento terminó en la cama de Kim?

—Despertaste.

El omega voltea asustado y no puede evitar sonrojarse cuando ve al alfa con su cabello mojado y únicamente vestido con un pantalón ligero de tela.

Tonto omega débil.

Desvía rápidamente la mirada y la fija en las sábanas que cubren su propio cuerpo.

Nunca se había acostumbrado a verlo así, por más que conoce a Jaebeom desde que eran cachorros ambos, junto a Yoongi y Taehyung, se habían bañado juntos, ya no era lo mismo. Jaebeom ya no es aquel cachorro de cinco años que lloraba cuando Jackson le robaba su muñeco de acción favorito, ahora Jaebeom es un alfa grande y fuerte, con un jodido cuerpazo que intimida a cualquiera.

—¿Jack?

—¿Qué hago aquí?

—Dormías.

Jackson bufó.

Habrá crecido pero lo estúpido no se le fue.

—Me refiero a ¿por qué estoy en tu habitación y no en la mía?

Escuchó los pasos del alfa por la habitación, pero sólo se atrevió a levantar la vista cuando Jaebeom se sentó delante suyo, ya con una camiseta puesta.

—¿No recuerdas nada? —El omega rápidamente negó —Anoche me mandaste unos mensajes y me preocupé, te llamé para ver donde estabas y habías salido a comprar pollo frito —rió —cuando llegué estabas discutiendo con el vendedor porque según tú, él te estaba cobrando muy caro.

—Mejor evita esa parte —le suplicó, avergonzado —odio cuando me pongo borracho.

—Bien. Quise llevarte a tu casa, pero tú habías olvidado la clave y yo no quise despertar a tus padres, por eso te traje aquí. Igual no te preocupes, le avisé a tu mamá que te quedarías a dormir aquí.

Jackson asintió y le agradeció en un susurro. La mirada fija del alfa lo estaba incomodando.

—Supongo que me iré ahora.

—En realidad, Jack, quisiera que hablemos antes.

—No voy a darte consejos para conquistar al papá de Yoongi —aunque Jackson lo dijo como broma, se arrepintió rápidamente al ver la pequeña mueca en el rostro del alfa —lo siento, sólo bromeaba.

—Mh, está bien, igual no era nada de eso.

—¿Entonces?

—Es sobre los mensajes de anoche.

¿Mensajes?

—¿Qué mensajes?

—Sólo toma tu celular y léelo por ti mismo.

Jackson obedeció sin dudarlo. Tomó su celular y leyó todos los mensajes que había enviado mientras estaba borracho. Se avergonzó.

—Dime que yo no te envié eso, por favor.

—No tengo ganas de mentirte hoy.

Jack gritó, frustrado.

Jackson no quiere huir, se dijo a sí mismo que era ahora o nunca, que tenía que confesar sus sentimientos a Jaebeom para ser rechazado de una vez y dejar de sufrir por un estúpido amor no correspondido. Lo había hablado con Mark el día anterior, era los mejor que podía hacer para seguir adelante, pero decirlo y hacerlo eran cosas totalmente diferentes.

¿Realmente era buena idea decírselo?

Sí, se recordó que sí, nuevamente se repitió que era lo mejor para él. No puede guardarse ese sentimiento, ya lo ocultó por mucho tiempo, no quería seguir escondiéndolo.

Tomó aire y miró al alfa. Jaebeom lo miraba curioso, esperando con tranquilidad a que dijera algo, cualquier cosa. Entonces Jackson lo dijo.

—Me gustas, Jaebeom, me gustas desde hace mucho.