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Eran eso de las 12 de la madrugada y se sentía como un adolescente metiendo a escondidas a su pareja para poder verlo, pero en este caso, no era su pareja ni tampoco quería verlo.
Reviso a los lados antes de bajar un piso antes para poder encontrarse con Mun. El hombre le sonrió y siguió su paso hasta el departamento que bien conocía. Hyungwon lo dejó pasar, cerrando incluso con el pasador y entonces se cruzó de brazos.

—Mun, uhm, yo... hay una probabilidad de que este enfermo y... —Hyungwon tragó hondo y perdió su vista en algún lugar de la habitación. — Ya no nos veamos. —Mun abrió ligeramente sus labios. Era una sorpresa sinceramente. — Yo sé que nunca hicimos nada malo pero ocultárselo a Hoseok es...

—Hyungwon... —Mun resopló y dio unos pasos para acercarse al más joven de los dos. — Ambos sabemos que no nos veíamos solamente porque queríamos desarrollar una amistad, ¿o si? Siento que realmente supiste darte cuenta de que eras más feliz conmigo que con él. —Una nueva risa salió de Mun. Demostraba puro egocentrismo, hablaba con una seguridad que incluso hacía dudar a Hyungwon. — Él no te da lo que yo puedo darte, ¿cierto? —Mun llevó sus nudillos de su mano derecha hasta el rostro del pelinegro y acarició lentamente causando una corriente eléctrica en toda su espina dorsal, incluso un escalofrío se hizo presente haciendo resoplar al mayor. — Todavía tengo ese efecto en ti. Hace tanto que no te tocaba, y quiero que me pagues todo ese tiempo hoy, Wonnie.

Estaba asustado, completamente asustado. Hyungwon no podía mover ni siquiera un dedo de la posición en la que se encontraba. No era como si no pudiera ponerle alto, pero lo que más le aterraba era que su cuerpo y mente no congeniaban y no podía mencionar ni una sola palabra. Mun terminó de acercarse completamente, literalmente estaban a solo dos centímetros de distancia, los labios del mayor estaban tan cerca de los de Hyungwon que podía sentir la pesada respiración del mayor. Estos estaban casi tocándose, sentía la corriente de una piel cerca, mientras ambas narices topaban entre sí. Mun terminó de cortar la distancia, pegando apenas un poco ambas bocas, pero una vez más, su cuerpo no conectó con su mente, pues aunque sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, sus labios no tardaron en responder el beso que se le estaba dando. Su cuerpo completo comenzaba a relajarse cuando las manos de Mun pasaron por su cintura hasta bajar y levantar un poco la playera contraria.

Entonces todo lo de al rededor se esfumó.

Las manos de Hyungwon terminaron yendo directamente hasta el cuello contrario, aprisionándolo más. Parecía que quería fusionarlo con él, pues lo apretaba más a si mismo.
Una de estas manos, bajó haciendo un recorrido por todo el cuerpo contrario hasta encontrar el prominente bulto de Mun, el cual apretó ligeramente, teniendo como respuesta un pequeño jadeo. Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Hyungwon, le gustaba saber que podía hacer lo que quisiera con su acompañante.
Cuando el beso comenzó a volverse un poco más feroz, Mun quito la playera contraria por completo, dejando al descubierto a Hyungwon. No era algo que se pudiera perder, así que detuvo el beso y bajo sus labios al cuello contrario.

—Vamos Won, dime cuánto te gusta.

Unas simples palabras que lo trajeron a la realidad. El ruido. No quería molestar a los vecinos, y ahora menos que uno de ellos era su novio.
Como pudo empujó al contrario lejos. Su rostro demostraba puro miedo; sus cejas estaban fruncidas mientras sus labios estaban medio abiertos intentando recuperar la respiración, ya que estaba agitado, y no por el acto si no por volver a poner sus pies sobre la tierra. Busco entre el piso recogiendo con rapidez su playera y volviendo a colocarla.

—Mun, lárgate.

—Hyungwon...

—Tengo novio y lo quiero.

—No te acordabas de él hace un rato, ¿o si? —La culpa lo invadió. Sus piernas se debilitaron de pronto mientras el aire comenzaba a faltarle. Su rostro se horrorizó un poco más. Tragó hondo y pestañeó un par de veces.

—Vete, te he dicho que ya no podemos vernos y así será, ni siquiera para una amistad ni nada, eres basura y así me haces sentir. Lo que acaba de pasar fue una reacción natural de mi cuerpo, no fuiste tú.

—Deja de intentar justificar...

—Vete, Mun, no lo volveré a repetir. —Hyungwon fue a abrir su puerta y se puso enseguida, esperando que el contrario saliera. Cuando lo hizo, la puerta fue azotada y no duró ni siquiera un minuto en comenzar a llorar.
Las lágrimas salían con tanta frecuencia que en algún punto comenzó a pensar que qué ocurriría si se secaba. Fue uno de esos pensamientos que llegan como para intentar evadir problemas que se están presentando, pero la duda se esfumó en un instante cuando volvió a recordar lo que acababa de hacer; había engañado a su novio.

GOOD NEIGHBOR (HYUNGWONHO//2WON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora