GOOD NEIGHBOR (HYUNGWONHO//2WON)

FINAL

El cuerpo del mayor estaba recostado sobre su propia cama mientras tenía al más alto sobre él, abrazándolo por el cuello y escondiendo su rostro en el espacio entre la mandíbula y una de las clavículas de Hoseok.
El mayor lo sostenía por la espalda, guiando el ritmo con el que el de arriba se movía. Los ojos de Hyungwon estaban cerrados dejando salir un par de sonidos obscenos; ni tan fuertes, ni tan bajos, eran perfectos para que Hoseok lo escuchara.

En el momento que Hyungwon sintió el golpe en un punto en específico, un gemido fue emitido orillándolo a llevar su puño hasta su propio falo y comenzar a bombear. Tiró su cabeza hacia atrás pero la devolvió en el momento que sintió ser levantado.

—¿Qué...?

—Estoy a punto.

Hyungwon sonrió a medias y se negó a quitarse de su posición, en cambio, comenzó a mover sus caderas con más rapidez hasta el punto de sentir humedad, y es entonces cuando los movimientos bajaron pero su puño aumentó.

Ambos agotados, uno encima del otro, Hoseok llevó su mano a acariciar la cabeza de quien estaba sobre su hombro. Sintió un beso serle depositando en este mismo.

—Te amo Hoseok, a ti y solo a ti. —Hoseok detuvo sus caricias y tragó hondo. Terminó con el abrazo y como pudo lo dejó a un lado.

—Vayamos a bañarnos, ¿si? —Aunque tardó unos segundos, el más alto asintió y lo siguió.

Habían tomando una pequeña ducha donde hubo incomodidad solo por parte de Hyungwon, cosa que se calmó un poco cuando sintió ser abrazado por la espalda. Una vez afuera, Hyungwon se rodeó con una toalla y se sentó en la orilla de la cama, donde Hoseok fue y se puso de cuclillas.

—Hyungwon.

—¿Mh? —Hoseok movió un poco la toalla que lo tapaba para acariciar los muslos de este, causando que se cohibiera un poco.

—¿Qué pasa? No es como si no te hubiera visto antes. —La respiración del más alto comenzó a volverse un poco irregular, parecía una cría siendo asechado por su depredador. —Hyungwon escúchame... no es que yo no te ame. —La barbilla de Hyungwon comenzó a temblar dando indicio a lo que vendría después. —Ni siquiera sé si fue desde que me besaste por primera vez, o quizás fueron esas galletas que me hiciste. — Mientras pequeñas gotas caían por el rostro de Hyungwon de manera silenciosa, Hoseok intentaba buscar palabras correctas. —Pero te amo. Tenemos una conexión impresionante, Wonnie.

—Lo sé.

—Pero tú no estabas listo para eso. — Hyungwon soltó una bocada de aire por su nariz como si hubiera recibido un golpe en el estómago. — Y hay tantas cosas que me duelen de eso... soy tan egoísta, que aún así me gustaría mantenerte aquí porque me haz hecho más feliz que lo triste que me he sentido. Siento que lo puedo superar, pero no lo hago. Creo que puedo perdonar, pero no lo puedo olvidar y eso no es perdonar. Quisiera volver el tiempo atrás y saber como mantenerte a mi lado... cómo lograr que sólo me amaras a mí en ese momento. —El llanto dejo de ser silencioso en ese momento. Hyungwon cerró sus ojos, junto sus manos sobre él mismo y "golpes" en su pecho se hicieron presentes. Hoseok no dejó pasar eso por alto así que llevó sus manos al rostro contrario y con sus pulgares limpio un par de gotas. —Está bien que llores, pero no lo digo para que te sientas mal, Hyungwon, como te dije; no estabas preparado, cariño, y está bien, quizás nos adelantamos mucho. Literalmente me metí en tu duelo de una relación fallida que parecía doler.

—Perdóname.

—Deja de pedirme perdón. Won, no podemos sanar juntos, sólo necesitamos un tiempo... así que espero tu puedas perdonarme ahora a mí, por decirte esto en el momento en que sé que la estás pasando mal. —Hyungwon no tenía palabras para decir. Ni siquiera sabía que quería, que sentía, que pensaba. Quería salir de ahí e ir a llorar, que aunque ya lo estaba haciendo, se sentía avergonzado por más que Hoseok le había dicho que estaba bien. Respiro un par de veces para tranquilizarse y luego de varios minutos recupero la estabilidad respiratoria para al menos poder hablar.

—¿P-podrías... irte un segundo? Quiero cambiarme. —Hoseok se puso de pie y lo acuñó entre sus brazos, causando que el llanto amenazara con volver, así que escondió su rostro en el hombro del mayor.

Supo entonces que realmente por más que le doliera, tenía que seguir adelante. Que dejarlo ir iba a ser muy difícil pero quizás no tanto como quedar ahí por pura costumbre y comodidad de ambos.
Sabía que era su culpa. Sabía que todo lo que estaba pasando; llorar en ese momento, que a Hoseok se le cortara su voz a veces, el tiempo separados, entre otras cosas, eran pura culpa de él, así que tenía que hacerse cargo.

Y tenía que seguir adelante.