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Si el plan era que Soojin estuviera más tranquila esa vez, se echó a perder en el primer instante en que la lengua de Shuhua encajó perfectamente dentro de la vagina de su novia, follándola durante unos segundos. La morena soltó un sonido de éxtasis, moviendo las caderas para que toda su intimidad pudiera ser alcanzada.

A partir de ahí, todo se aceleró. Soojin movió sus caderas hacia la boca de Shuhua, y ésta se dedicó a chupar a su novia con cuidado, recorriendo con su lengua toda la longitud de sus interior. Del clítoris a la vagina, lentamente, de la vagina al clítoris y a los labios, una deliciosa alternancia en la que Soojin se sintió embriagada hasta el punto de permitir que se le escaparan gemidos incoherentes, pero reveladores de lo excitada que estaba. Y el lado bueno de todo esto era que podía seguir manteniendo el contacto visual con su novia, viéndola toda cachonda y chupándosela. Lo más gracioso era que a Soojin le encantaban esos momentos en los que su novia la miraba mientras perdía los ojos ante el pelo negro en anarquía sobre el colchón. Si pudiera nombrarlo, diría que es una verdadera pasión.

El primer orgasmo de Soojin no tardó en llegar: Shuhua era muy hábil chupando y besando. La segunda fue aún más fuerte, al tener a Shuhua encajada entre sus piernas abiertas de par en par mientras frotaba su intimidad contra la de ella en una deliciosa fricción que les hizo gemir a ambas. La tercera la derrumbó sintiendo aún los dedos de Shuhua dentro de ella en un delicioso transbordo. Ambas acabaron tiradas en la cama, con el sudor manchando su piel y sus sábanas, cansadas.

Soojin era unos centímetros más alta que la otra, y le encantaba poder acurrucarse en los brazos de su novia como un bebé. A Shuhua, por su parte, le encantaba ver ese lado vulnerable de la mayor y ser la persona que la acogía en un fuerte abrazo, al igual que permitía a Soojin ver sus lados más sensibles e infantiles que ella escondía en su pose dura.

- Sabes que me gustas mucho, mucho, mucho, ¿verdad?

La morena asintió sonriendo, sintiendo los delgados dedos de la menor enredados en su pelo.

- Pero ahora me gustas mucho, mucho, mucho, mucho más.

- Tonta -, respondió Soojin con alegría, apretándose un poco más contra su novia.

- Siempre seré tonta por ti.

- Yo también.

Soojin sabía muy bien cómo terminaría todo: Shuhua besándola, ella devolviéndole el beso apasionadamente, y no sería más que afecto y nada menos que amor.

𝖫𝖨𝖯𝖲 ー 𝖲𝖮𝖮𝖲𝖧𝖴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora