Dulce Tentación

Dos

( Eso estuvo cerca... Por poco y no me cree, se supone que está mal mentirle al patrón, pero no puedo contarle lo que siento por Shinobu, seguramente me dirá que no hay tiempo para esas cosas ya que somos los Hashira o también puede que me regañe, no sé que pensaría si se lo digo, pero prefiero evitarlo, no me siento bien para seguir lidiando con ese tipo de cosas. )
Pensó para si mismo el rubio, tan concentrado estaba en sus pensamientos que cuando escuchó su nombre reaccionó, pudo ver frente a él a Tomioka.

- ¡Ah Tomioka, lo siento, estaba pensando! ¿Qué ocurre?

- Sólo quería saber si el patrón te regaño.

- ¡En absoluto! Solamente me preguntó si me encontraba bien, seguramente tú también lo notaste, pero he estado aislado del resto estos últimos días.

- Si... Lo noté... ¿Es por lo que me contaste?

- ¡No! ¡Eso solamente son juegos de niños jajaja!

- Si tú dices... Uhm... Yo si quiero contarte algo...

- Bueno, pero vamos a otro lugar, no me lo digas aquí.

- Está bien, te invito a mi casa.

Transcurrio proximadamente 1 hora, durante el recorrido a casa del pelinegro fue silencioso, a excepción de que Rengoku tarareaba canciones que su madre le cantaba cuando era más pequeño.

Y al llegar a Tomioka se le podía ver mal, cualquiera diría que no se le podían notar sus expresiones o sentimientos, pero curiosamente para aquel pilar flameante le era muy notorio el miedo y los nervios del contrario.

- ¡Oye! No te miras muy bien, ¿Quieres un poco de agua?

- Lo notaste...

- ¿Qué sucede Tomioka?

- B-bueno... Es sólo que Shinobu... Me está comenzando a evitar...

- ¡JAJA! ¡No digas ridiculeces! Ella siempre ha sido así, aunque con la muerte de su hermana cambió.

- Yo... Aún así tengo un mal presentimiento...

- En ese caso deberías hablar con ella.

- Lo hice... Pero me cambió de tema...

- Hmm... Quizá era algo personal o se sentía mal.

- ¿Tu crees?

- Si te sientes mal tratas de cortar la conversación para poder irte a descansar, ya lo sabes, nuestro trabajo es realmente complicado y quizá no quería hablar del tema.

- Bueno... Eso es cierto.

- ¡Quedate tranquilo Tomioka! Anda vamos a tomar un poco de sake, yo invito!

- Solo si también comemos algo...

- ¡Por supuesto! Me leíste la mente.

Ambos tomaron camino a un buen lugar que el rubio flameante conocía, al llegar el azabache se dispuso a observar el lugar; era similar a lugares que ya había visitado, pero la presencia del lugar era distinta que incluso se comenzó a sentir un poco mareado y con falta de aire.

Se mantuvo en silencio durante su trayectoria, no mencionó nada sobre lo que estaba sintiendo en aquel instante y esperaba que Kyojuro no lo notase, después de todo no era importante y no quería preocupar a su... ¿Amigo?