Los rumores dicen--

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Manjiro tenía un problema.

Bueno realmente no era un problema simplemente fingía que tenía uno.

Llorar.

El podia actuar llorando como una persona normal, y también llorar exageradamente como lo hacían en obras teatrales, pero ahora es distinto. El no quiere hacerlo bien.

Era una pequeña prueba de poder llorar y ahí estaba el...

Haciendo graznidos terriblemente molestos para el oído, su boca formando un puchero en forma de "U" y en sus ojos no había ninguna rastro de lágrimas, básicamente el haciendo ruidos raros mientras cerraba los ojos.

Y luego estaba Baji, quien miraba distraídamente a otro lugar que no fuera su amigo, le daba pena ajena verlo. "No sabia que las cucarachas apareaban así, perfecto" pensó mirando la escena que se presentaba detrás de unas cajas en el rincón del salón.

Cada minuto se volvía mas incomodo para toda la clase que claramente quería reír de los intentos del pobre rubio.

-Ya esta bien Manjiro, ve a tu asiento, no te ves en condiciones para seguir- comento su maestra.

Obedeció rápidamente, con un leve rubor y una ligera sonrisa mientras se dirigía a tu asiento, aliviado de haber logrado su cometido.

-Yo sabia que estabas desesperado- el pelinegro a su lado le observo incrédulamente- pero eso fue otra onda.

-Cállate.

No lo mal entiendan, a el le gusta su carrera, el problema es que no quiere ir a presentarse a esa escuela por su hermano.

...

Las clases habían llegado a su fin.

-Vamos a sacar del estres, ven- el pelinegro podia ser un tosco para los sentimientos pero sabía el miedo que tenía su amigo e iba a hacer todo por ayudarlo- Un chico con tatuajes me vendio un par de fierros.

El contrario lo escaneo de pies a cabeza y se empezo a reir mientras agarraba su estómago, últimamente le encantaba reírse de cualquier payasada y más si era del chico Pantene, luego de un rato se recompuso para mirarlo.

-Pero solo vamos a golpear sacos de boxeo, no personas- un quejido se escuchó.

-Voy a llamar a Sanzu, creo que vendrá.

-Si es de golpear, el definitivamente estará ahí.

-¿Crees que aun esté en contacto con ellos?- preguntó sentándose en la orilla de la fuente del parque.

-La verdad no lo se, pero no me importa mientras no se metan con nosotros todo está bien- mencionó Baji escuchando el tono de la llamada.

Era mentira pero querían ignorarlo.

Los dos lo sabían perfectamente, luego de que Mikey se fue del lado de su hermano ya nada había sido igual para nadie del grupo. El sonido del celular los distrajo de las vagancias mentales, obviamente el chico pelirosa aceptó la propuesta.

Cuando se encontraron se dieron un saludo característico y fueron siguiendo a Baji durante todo el camino  para ir al Gym.

Al llegar se colocaron la ropa adecuada y fueron hasta las esquinas mas oscuras y solitarias del lugar para no ser el centro de atención en su próxima tarea.

-Bien, esto será divertido- sonrió maniático el ojiazul, imaginando a una persona en lugar de aquel objeto grande y negro.

Mikey se puso con una posición seria, y el último se preparó para golpear y sugerir.

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⏰ Última actualización: Dec 23, 2021 ⏰

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Risitos de un enano {Takemikey}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora