Risitos de un enano {Takemikey}

Un problema muuy serio

-Podrías prestar atención esto es importante.

Estaba molesto, muy molesto. Estaban compartiendo una tarde de amigos y justo ahorita le estaba contando de su problema que tanto le preocupaba pero el pelado no se estaba interesando en lo más mínimo

-Disculpa Mikey, no puedo tomarme en serio este tema tan ridículo- Draken estaba sentado bebiendo una Coca-Cola, quería seguir jugando Geometry Dash pero se le dificulto mucho cuando el otro empezó a hablar.

"Parece un pájaro parlanchín" pensó.

-Ridículo¡?, he intentado semanas enteras tratando de conseguir ese peluche, mis ahorros se han ido por la borda y estoy cerca de que Emma me tire a la calle- se quejo llorando y tirando la almohada al techo.

De verdad quería ese hermoso osito de felpa, era suavecito y muy tierno sobre todo el lindo cabello negro que lo adornaba, sus ahorros del trabajo se habían desaparecido misteriosamente porque ni él mismo sabía de dónde se fueron tan rápido, había jurado que solo había intentando unas 30 veces en la máquina de peluches, es raro.

-Deberías de dejarlo así- suspiro  el contrario cansado, resignado a no continuar su juego- esas máquinas son una estafa y probablemente ya le hayas dado de comer a un ejército con todo el dinero que has gastado-finalizó tomando lugar en la cama del rubio, era todo un caso perdido.

Un grito cortó la conversación seguido del sonido de la puerta.

-CHICOS BAJEN A COCINAR AQUI ESTAN LOS INGREDIENTES- oh, ya llego.

-VOOOYY NO GRITES QUE TE ESCUCHOOO- grito.

-TU TAMBIÉN ESTÁS GRITANDO IDIOTA- hablo desde abajo

Pobre Draken, los dos bajaron para ayudar a Emma, y cuando empezaron a sacar las compras, la pareja se lanzó un par de miraditas muy misteriosas y amorosas, pero un enano (cuya razón de vida era la comida y molestar a todos a su alrededor)- los interrumpió lanzando harina por todos lados mientras se reía muy fuerte, los dos lo miraron mal. Al final lo sacaron de la cocina.

Con una tierna mueca se fue a su dormitorio, a esperar que los otros dos terminaran la comida. Se sentó en su silla giratoria y miró su desordenado escritorio con un par de notas y muchas fotos de famosos actores, encendió su laptop para revisar sus pendientes y mientras bajaba lanzo un grito ahogado viendo cómo en tan solo tres horas ya tenía unas 2 tareas más y eran con tiempo muy limitado. Ser universitario es difícil, pero lo es más cuando estudias teatro. Mikey pensó que sería un poco más fácil de tomar esa carrera y también porque le gustaba ser dramático, era su papel indicado.

Sin embargo todo se derrumbo cuando supo todo lo que tenía que saber y aplicar mientras actuaba.¿No se supone que teatro solo es llorar un poco y gritar como vieja desquiciada? pues no, así le respondió la maestra.

-Como que tengo que recitar un poema de odio mientras sonrió- iba a llorar, lo iba a hacer.

Pero sufrir era de básicas, y el no era "una básica" así que tomo su celular y abrió YouTube para entretenerse un ratito.

Luego de una hora fue llamado para comer, bajo las escaleras y sonrió enormemente al ver que era su comida favorita, Iba a devorar todo en menos de lo que canta un gallo.

-Oi- llamo Emma a su hermano mayor- todavía tienes los ahorros de tu trabajo en el restaurante?- preguntó, mirando sutilmente al rubio.

-No interrumpas la comida, el abue dijo que era un tiempo sagrado- dijo seriamente tomando sus palillos y empezó a devorar su comida.

Emma supo al instante la respuesta silenciosa a su pregunta, un zape muy fuerte se estrelló contra la cabeza de Manjiro.- Si no consigues esos ahorros en un mes no volveré a darte Takoyaki ni a comprarte Dorayaki- amenazó seriamente. Mikey sintió escalofríos en su columna.

La comida era valiosa, no podría perderla tan fácil y esa fue la motivación necesaria para hacer una declaración firmemente.

-Bien, bien- desesperado levantó su celular- le preguntare a Mitsuya si tiene algo para mi y te aseguro por lo que mas quieres que tendrás esos ahorros de vuelta- terminó nervioso.

Emma suspiró y sonrió divertida, su hermano mayor era tan manipulable que a veces no parecía que ella era la menor. Acario el sedoso cabello de su hermano para darle el visto bueno a su promesa y siguieron comiendo en un ambiente cálido y divertido por los comentarios serios e irónicos de Draken.

...

Luego de cenar, fue  a dormir para levantarse tarde mañana.

La conversación con su hermana llegó a su cabeza, no sería nada fácil, no pensó bien cuando dijo que iba a pedirle un trabajo a Mitsuya, el chico trabajaba como asistente de un taller de ropa, la verdad Mikey era un manos chuecas para la ropa, se le daba muy mal. Pero por su comida lo trataría de hacer ya que el pelimorado era el único que trabaja entre sus amigos.

Sanzu y Koko conseguían dinero para su universidad, pero era muy raro ya que nunca dijeron de que trabajaban y eso se le hizo muy sospechoso, al final le dio mala espina.

Baji no era una opcion, apenas podia cuidar a su gato mucho menos iba a trabajar, sorprendentemente tenía ahorros del dinero que le dio su madre y también de algunos familiares mas, así que podría costear su estudio.

Inui tampoco trabaja, y Draken pasa haciendo mini encargos en el burdel. No iba a ser sirvienta.

Se levantó de su cama para tomar su celular y abrir WhatsApp, envió un mensaje a su amigo para pedirle un puesto libre en el taller, lo apago y volvió a su cama para dormirse en tres minutos y soñar que era una piedra en la película de Shrek.

Mitsu Mitsu

Oii, disculpa la hora TT quería saber si me pdias conseguir un trabajito en el taller, POR FAVOR lo necesito, te ayudare con la tarea de mate (no es soborno)

Sandi nota: ufff a ver que sale de esto, ánimos a mi misma jasja