El amor de Afrodita

Capítulo II: La elección del novio.

El ambiente era como si le hubiera caído un chorro de agua fría. Por no hablar de los otros dioses que escuchaban, el escurridizo Zeus pareció en un momento quedarse sin palabras. Incluso su rostro sonriente se resquebrajó.

Es un placer ver una reacción tan violenta, aunque no se haya inventado una historia que no existe. Afrodita sonrió y apreció el rostro rígido de Zeus.

"Afrodita"

Pero no pasó mucho tiempo antes de que alguien interfiriera. Era Apolo, un hombre con una himación sin patrón y un halo de luz como decoración.

"Ojalá pudieras mantener buenos modales con el Rey de los Dioses"

"Oh, ¿he sido grosero?"

"Desde hace mucho tiempo, será mejor que retiremos nuestros anteriores comentarios inapropiados"

"Bueno, no lo creo"

"¿Qué?"

Afrodita respondió con calma a la fría mirada de Apolo. Este Dios del Sol, hijo de Zeus, tendía a ser demasiado devoto de su padre.

El sol, la profecía y la medicina. En términos de control, Apolo era el que habría aspirado a la siguiente generación del trono junto a Atenea. Pero él, como hijo de Zeus, no quería alejarse de su posición como dios bajo su mando.

Curiosamente, la razón no era venerar a Zeus. Apolo ni siquiera estaba interesado en su padre, y mucho menos en su fidelidad.

En el Olimpo, Apolo sólo tenía un objeto de interés, Hestia, la diosa del fuego. Artemisa ni siquiera lo sabe, y parece que sólo desprecia a las hadas que, por desgracia, están enredadas en. el escándalo de su hermano, pero...

"Hmm"

Afrodita lo supo en cuanto lo vio. El significado de los ojos de Apolo en Hestia, así como la razón por la que el fuerte Dios del Sol está satisfecho con el presente, no contra el Señor.

Apolo no se rebeló contra Zeus porque Hestia juró que permanecería virgen para siempre. Si hubiera podido casarse con la hermana de su padre, Apolo habría asesinado a Zeus. Pero Apolo, que no podía, eligió mantener el status quo. Decidió vivir bajo la autoridad de Zeus.

Es una pena.

"¿En qué estás pensando?"

Apolo miró fijamente a Afrodita. Su sola expresión parecía decir que había notado algo desagradable.

No le gustan los hombres que son rápidos.

Afrodita sonrió. “No creo que te guste mucho".

so..oo.

"Pero si realmente quieres oírlo, puedo contarlo”

"No hace falta"

"Entonces esperemos a la próxima vez. Cuando estés descansando frente a una cálida chimenea o algo así"

Apolo comprendió inmediatamente que la última frase de Afrodita era, en otras palabras, 'con Hestia”. El bello rostro se distorsionó bruscamente.

¡Qué pena! No, no. Ni siquiera es un hombre que vaya a ser mío”

Afrodita ladeó la cabeza como si fuera a burlarse más de él. Pero antes de que pudiera pensar en una palabra plausible, Zeus salió.

"Vuelve a lo que estabas diciendo, Afrodita"

"¿A qué parte de la historia?”

"A la parte, un marido que sea adecuado para ti”

Quería fingir que no escuchaba nada que en realidad no escuchaba. Afrodita sonrió. Mirando la cara de Zeus, que se ha convertido en más fino que antes, el estiramiento parecía tener que ser esto.

"Bueno, si lo deseas"

"¿Aceptas?"

Afrodita asintió:

"Te lo dije. ¿Cuándo tengo que encontrar a mi marido?"

Zeus se rió. Era siniestro que mostrara una sonrisa sin una respuesta inmediata.

Y así fue.

"Se decidirá ahora mismo”

"¿Qué?"

"¿Recuerdas la recomendación que me hiciste de seguir?”

"Sí, me dijiste que me llevara a mi marido"

"¿Qué marido?"

Oh, es un trato. Afrodita se dio cuenta en esa frase de que su candidato a novio se había comprimido lo suficiente como para escogerlo con una sola mano.

La diosa del amor y la belleza tiene su origen en Urano, el dios celestial, así que en cuanto puso el pie en el Olimpo, se unió a las filas de los dioses más altos. En otras palabras, sólo doce dioses están con ella.

Y de los doce dioses, los dioses masculinos son siete.

Afrodita miró a sus candidatos a novio con ojos frescos.

”"

"Hmm

Zeus fue el primero en ser excluido. Lo mismo ocurrió con Poseidón, que había tocado a muchas ninfas, incluyendo el mar, los ríos y las zorras, e incluso había concebido hijos de mujeres humanas.

Apolo, que hervía de afecto insatisfecho, tampoco estaba interesado.

Entonces, ¿quién está ahí, Dionisio?

El dios del alcohol estaba sorbiendo vino de una copa, parpadeando sin importar si alguien lo miraba o no. Ahora está sobrio y bebe, pero ella le ha visto enloquecer muchas veces.

"Deja de beber, Dionisio”

"¿Eh?"

Afortunadamente, Atenea, que se dio cuenta de la situación mirando la expresión de Afrodita, le robó el vaso de la mano a Dionisio. Dionisio frunció el ceño pero no se rebeló contra Atenea.

"Ja"

Afrodita se apartó de Dionisio con un irritante suspiro. Esto hizo que perdiera la mitad de los candidatos a novio. El problema es que el resto tampoco está muuy bien...