Trillizos ★ jaedo.

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Después de los vergonzosos tartamudeos de Jaehyun, procedió a huir cuanto antes de la escuela dejando a un muy confundido Doyoung. Ni siquiera le importó dejar a su hermano Jeffrey, él se deshizo de las gafas y hizo un desastre con aquel torpe peinado según él. Luego subió a su deportivo costoso y huyó muy sonrojado soltando maldiciones por doquier.

Mientras tanto, Doyoung se mojó el rostro sin comprender que había sucedido. ¿Dijo algo malo? ¿Por qué había huido el empresario? No lo sabía pero tampoco podía sacar teorías ahora, debía regresar al salón o su verdadero profesor Jaehyuk le pondría más meses en detención. Doyoung no puede negar que la tensión entre ambos está muy presente, él lo ignora rotundamente mientras que Jaehyuk hace de todo para llamar su atención pero obviamente Doyoung no le da ni la hora por todo lo que sucedió. ¡Diablos! Incluso un día, Jaehyuk llegó tarde a la clase que tenía que dar. Tenía unas enormes ojeras y era todo un desastre, pero incluso en su peor estado, nunca dejó de querer la atención del alumno como un cachorrito.

—¡No puedo creer que estés aquí, Jeffrey! ¿Por qué viniste?—Reclama Jaehyuk soltando a su hermano finalmente, el cenizo se acomoda la chaqueta y arruga su nariz con molestia cuando nota que está arrugada. ¡La compró ayer con su primer sueldo de tutor y ya era un total desastre!

—Primero, quiero decir que ahora vas a pagarme esta chaqueta. ¡La compré ayer!—Le exige metiendo sus manos en los bolsillos de la chaqueta, se sienta en una de las bancas y le dedica una mirada de inocencia a su hermano mayor. —Y bueno, estoy aquí porque.. ¡Oh, sí! Soy un tutor, ¿lo olvidas?

Jaehyuk alza una de sus cejas mirando con detenimiento al trillizo problemático, ¿de verdad piensa que podría engañarlo?

Por otro lado, Doyoung observa todo desde uno de los casilleros. No puede evitar reírse por la pelea de los hermanos, de alguna manera le parece que son adorables los dos. ¡Aunque no tanto de Jaehyuk porque está terriblemente enojado con él! ¡Ni siquiera esos chocolates que le dio lo harán ceder!

—Quedamos que las tutorías serían después de clases, tú aceptaste.

—¡Pero Doie ni siquiera va a mis clases de tutoría! ¡Hasta he puesto una pizarrón y leí libros para explicarle!—Refuta el cenizo arrugando su nariz nuevamente con enfado, Doyoung cree que parece un conejito por esos gestos. —Ah, extraño a Doie como extraño el alcohol. ¡Pero más a Doie!

—Si el joven Kim no asiste a tus clases es por lo que sucedió el otro día, estoy seguro de que su hermano le prohibió ir. —Responde el maestro como si fuera algo obvio de saber, mira la hora de su reloj y se apresura aún más para echar a Jeffrey de la escuela. Debería estar dando clase pero en lugar de eso, está aquí perdiendo el tiempo con su hermano bobo. —¿Dices alcohol? Jeffrey, ¿cuánto llevas sin probar ni una sola gota?

—Desde que conocí a Doyoung y a sus ojitos bonitos.

Jaehyuk chasquea la lengua y Jeffrey puede notar que ya se enfadó, se ríe como si eso no fuera suficiente para hacerlo enojar.

—¿Y estás bien? Quiero decir, ¿no tienes secuelas?—Le cuestiona acomodándose sus gafas con preocupación, a pesar de que siente celos por su enamoramiento con Doyoung. No quita el hecho de que ambos son hermanos y le preocupa Jeffrey, siempre ha sido el problemático pero también es como un niño.

El cenizo se levanta indignado de la banca y niega rápidamente.

—¡Oye! Tampoco es para tanto, no soy un adicto.

—Jeffrey.

—No lo siento tanto, si tengo ansias a veces por beber... alcohol pero lo controlo. —Responde finalmente avergonzado, incluso tuvo que bajar su mirada ante su hermano. Con Jaehyun nunca se avergonzó, pero si se sintió herido. Con Jaehyuk era distinto, podía ser sincero sin recibir insultos sobre ser una desgracia para la familia.

—Ve a casa, hermano. Y si necesitas algo, sabes que puedes llamarme, ¿de acuerdo?

ꕤ

Como era de esperarse, Jaehyuk volvió con apuro al salón de clases. Doyoung sólo rezaba porque alguno de sus amigos lo justificara, aunque sabe que probablemente sea Mark quien lo justifique.

Doyoung esperó a que Jeffrey pasara por los casilleros, cuando estaba un poco más cerca entonces pudo jalarlo de la mano y lo llevó directo hacia el cuarto de limpieza.

—¿Doie? ¡Eres tú, Doie!

—¿Me extrañaste?—Cuestiona Doyoung mostrando una sonrisa tímida, ahora le parece que fue una mala idea encerrarse en el pequeño cuarto de limpieza. Sobre todo por la cercanía de ambos y las respiraciones constantes de los dos.

—Eso ni siquiera se pregunta, bomboncito. Te extrañé millones, ¡tengo tantas cosas que contarte!—Exclama el cenizo con euforia, sus ojitos brillando al tener a aquél pelinegro protagonista de sus sueños enfrente de él.

—¿Sí? ¿Qué cosas, Jeff?

Por alguna razón, Doyoung se acerca un poco más a Jeffrey. El cuarto se siente todavía más pequeño, y los nervios del pelinegro están por doquier. Sólo desea no sonrojarse, no más por hoy.

—¿Ves esta chaqueta? ¡La compré yo mismo con mi sueldo de tutor! A pesar de que no quería que me pagaran por darte clases, la directora Nancy me dio una paga por darte clases a ti y a otro chico. ¡Con mi próximo sueldo te invitaré a comer algo!

—Me encantas. —Menciona Doyoung observando los ojitos de Jeffrey, después de notar la sonrisa divertida del cenizo procede a atragantarse con la saliva gracias a su error. —¡No, no! ¡Me refería a que me encanta la chaqueta!

—¡Oye, dilo de nuevo!—Insiste Jeffrey apretando con suavidad las mejillas sonrojadas del pelinegro, ambos están perdidos en su mundo que no notan la extrema cercanía entre ellos.

Doyoung le brinda un manotazo a el cenizo para que deje sus mejillas, Jeffrey se queja entre pucheros como si fuera a morirse, todo un dramático.

—¿Decir qué, tonto? Sólo dije que me encanta la chaqueta.

—Por eso, te encanta la chaqueta.

—Bueno, creo que debería volver a clase o el profesor Jaehyuk terminará por reprobarme de nuevo. —Le dice el pelinegro entre pequeñas risas que sólo hacen latir aún más el corazón de Jeffrey, cuando está a punto de salir es detenido por la mano del cenizo. —¿Qué?

—Antes de irte, ¿me das un besito en la mejilla? Te extrañé mucho.

Doyoung asiente enternecido por las palabras de su tierno tutor, se acerca un poco a Jeffrey e incluso se da la tarea de acomodar aquella chaqueta que compró con orgullo. Mira detenidamente al chico de cabello cenizo, debe de admitir que sus facciones son muy preciosas y que le encanta aquel lunar cerca de su barbilla.

—Un besito sólo porque viniste hasta aquí.

Y entonces Doyoung procede a acercar tímidamente sus labios a la mejilla de Jeffrey, quiere besarlo justamente en ese diminuto hoyuelo que se asoma. Pero antes de que pueda hacerlo, el tramposo cenizo se gira ocasionando que sus labios paren en la boca de Jeffrey.

—¡Jeffrey!—Reclama el pelinegro con asombro, sin pensarlo le suelta un manotazo.

—¡Yah! ¿Por qué me pegas? Sólo fue un piquito muy chiquito. —Se queja sobando su mejilla con dolor, Doyoung se ríe con ganas y revuelve el cabello del cenizo varias veces.

—Será el primero y el último, Jeff.

—¡P-Pero Doyoungie!

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